Rodríguez Febles reinventa a la protagonista de Rayuela; alistan estreno de obra

El dramaturgo cubano estrena en México una obra inspirada en el personaje de Rayuela, de Julio Cortázar

Agencia Excélsior

La Maga, el legendario personaje creado por el argentino Julio Cortázar (1914-1984) en su novela Rayuela (1963), “necesitaba una voz, la dinámica nueva de una mujer del siglo XXI, evocarla como una inmigrante con las características de lo que está sucediendo ahora”.

Partiendo de estas premisas, el dramaturgo cubano Ulises Rodríguez Febles reinventa a la protagonista de Rayuela en su obra La Maga, no soy yo que, dirigida por la mexicana Dana Stella Aguilar, se estrenará en México, del 11 al 21 de abril, en el Centro Nacional de las Artes.

La Maga es un personaje que ha influido profundamente en varias generaciones de lectores, en el que las mujeres se han visto retratadas y los hombres la han visto como un ideal”, comenta Ulises Rodríguez en entrevista.

La pieza recrea la travesía de una mujer inmigrante que dialoga consigo misma, explica el autor, al tiempo que habla con el autor de la novela y con Horacio Oliveira, el personaje principal, viviendo experiencias equivalentes a las de La Maga de Cortázar.

Todo en un contexto diferente en el que intenta sobrevivir, junto con su pequeña hija (en la novela es un niño), y defender su identidad frente al poder masculino”, agrega.

La actriz Denise Castillo dará vida a La Maga del unipersonal de Rodríguez. “Mi protagonista se ve reflejada en La Maga, en su belleza, en sus características, en lo que Cortázar creó.

Pero, a la vez, es un personaje que se revela, que cuestiona, que interroga, que transgrede al personaje de Cortázar; y también desafía al propio autor, desde la perspectiva del rol que tiene la mujer en la novela. Y creo que eso es uno de los aspectos que hacen singular a esta pieza”, añade.

El investigador dice que le da voz a La Maga, y “a muchas mujeres que, aunque se pueden sentir fascinadas por el personaje, también lo cuestionan y se sienten discriminadas, violentadas, en un ámbito de poderío masculino.

Hice a nuestra Maga reinventando el personaje de Rayuela; pero también escuchando la voz de muchas mujeres que se relacionaron con la novela durante décadas y que tuvieron una opinión diversa, polémica y contradictoria sobre la importancia y el significado de ese personaje emblemático”, indica.

El licenciado en Español y Literatura destaca que La Maga del siglo XXI no puede ser como la original. “Es la mirada de la mujer en el contexto actual, del sentido de la maternidad, de las constantes luchas de la mujer frente a la discriminación, a la violencia, a los aspectos que la agobian. Esta Maga se revela y alcanza una libertad diferente”.

Aclara que lo que no les gusta a las mujeres del personaje de Cortázar, según lo que ha escuchado, es que ella no habla en la novela. “Son los hombres los que hablan por ella. No les agrada que muchas veces es violentada; no física, sino psicológicamente, cuando la hacen ver inferior a los hombres.

Cuando se muestra su incapacidad en el aspecto intelectual, para enfrentar cuestiones filosóficas de la vida, para comprender el arte, para enfrentarse a situaciones del mundo cultural en el que se desarrolla. Y disgusta la incapacidad de La Maga de rebelarse y decir en realidad lo que piensa sobre los hombres”, apunta.

El dramaturgo acepta que en su obra hay un gran énfasis en la maternidad. “Lo primero fue que cambiamos el rol de su hijo por una niña. Es un viaje de la migrante hacia un contexto que le resulta inhóspito. Va con su niña y defiende la maternidad frente a lo que piensan los hombres de la novela, o los hombres inventados por nosotros en esta historia, que son los traficantes de migrantes en las fronteras o esos personajes masculinos que aparecen como una alucinación fantasmagórica en su vida”.

Con una duración de una hora y 20 minutos, “es un espectáculo de la mujer, en el que la mujer habla, incluso manipula y dinamita la voz de los hombres; eso adquiere una connotación simbólica y estratégica, desde el punto de vista conceptual”, concluye.

La Maga no soy yo, interpretada por la compañía Conjuro Teatro, conmemora el 110 aniversario del natalicio de Cortázar, y el 40 de su muerte.