Chocolate: de la mesa al museo

Iris Carrasco impulsó la creación de Corazón de Cacao, espacio dedicado al alimento de los dioses

Agencia Excélsior

OAXACA, Oax.

En Oaxaca, el cacao es omnipresente en las diferentes etapas de la vida de cada persona y de cada pueblo, incluyendo la muerte. En la guelaguetza, entre pueblos se ofrece junto con el maíz;  y en los altares  de muertos, es imprescindible.

En las ocho regiones del estado existe una conexión  con las bebidas derivadas del cacao, la más común es el chocolate,  pero también es ingrediente del tejate y bupu, además del chocolate-atole, entre otras.

Influenciada por su abuela, Iris Carrasco Vásquez sucumbió desde pequeña a los encantos del cacao ya que heredó el método de elaborar chocolate, sustentado en el uso del metate.

Es una  receta artesanal de 1920, que consiste en lavar el cacao  y luego  secarlo al sol. Un chocolate sin fermentos. Espumoso y auténtico, auténtico como  Oaxaca”, resaltó.

Inspirada en la receta ancestral y la presencia del chocolate a lo largo en la vida en la región del Istmo de Tehuantepec, Iris impulsó el Museo del Chocolate Corazón de Cacao, ubicado en el antiguo barrio de Xochimilco, en la ciudad de Oaxaca.

El chocolate, es el ingrediente estrella en la preparación del mole, se consume en la vida diaria: en el desayuno una taza de chocolate disuelto en agua acompañado con pan, pero también en el carnaval, compromiso matrimonial, relevo de autoridades, bodas, fiestas patronales, velorios, posadas y fin de año”.

Desde hace tres décadas, la promotora de la cultura y la tradición del chocolate  ha reunido escritos que vinculan el cacao con la cocina mexicana a lo largo de los siglos, así como sus usos sociales, rituales, curativos, y como moneda.

Los visitantes al Museo son recibidos por la anfitriona, quien expone como los  guerreros zapotecas se alimentaban de las semillas, que les permitía soportar largas jornadas de trabajo y continuas batallas, debido a su contenido estimulante (teobromina).

Las regiones de la Costa, Sierra Norte y Cuenca del Papaloapan impulsan la producción de cacao, debido a que en esos puntos se cumple con las características cómo el clima y el tipo de suelo benéfico para este cultivo milenario, cuya pepita se ha usado ancestralmente”, refiere orgullosa a sus interlocutores.