HOSPITAL DEL ALMA  03-07-15

Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Las vecinas de la colonia en la que vivo vinieron en grupo para invitar a mi mujer a un desayuno que le hicieron o que se hizo a sí misma la esposa de uno de los candidatos a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez. Con todo respeto, mi señora declinó la invitación y una de ellas le dijo que no sabía a quién se estaba echando de enemigo. Ni ella ni yo hemos podido descifrar el mensaje, pero nadie de los que viven en la misma privada que nosotros nos dirige la palabra ni nos responde el saludo. No entiendo esa actitud.

Mateo

Tuxtla Gutiérrez

 

 

Querido Mateo:

El desaire que hizo tu esposa a la mujer del candidato desató en su contra a los demonios rastreros de tu comunidad.

 

 Querido Duque de Santo Ton:

Me gustan mucho las películas en las que aunque haya problemas, al final todo se soluciona. Me gustaría que la vida fuera así, como un sueño que durara por siempre.

 Luisa Elena

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Luisa Elena:

Ojalá la vida fuera así, pero no lo es. Así que ponte a trabajar porque el que se duerme se queda sin tragar.

 

Duque:

Hace poco fui a Tapachula en plan de trabajo a una universidad de paga. Tenía más de un año sin tomar, porque yo soy “alcohólico anónimo”, pero como estaba lejos de mi casa, me entraron ganas de echarme unos alcoholes, porque al fin nadie se iba a enterar. El día que llegamos éramos dos profesores de Tuxtla. Llegamos a la escuela a trabajar, salimos a las 3 de la tarde buscando a dónde irnos a echar unas chelas, le dije a mi compa que ahora sí me iba a echar unas chelas, ya que no se iban a dar cuenta en la casa. Nos fuimos al Puerto, ahí llegamos a un restaurante más o menos, lo que yo quería era echarme unos alcoholes, bueno llegamos y pedí una cerveza, la sentí tan rica, imagínate: después de un año de no tomar. Después pedimos una botella de tequila 100 años, y empezamos a pistear tequila. El caso es que traía mi lap para tomar datos del trabajo, y más noche llegó un mariachi y le empezamos a pedir rolas, me puse a cantar y al rato le dije a mi compañero que fuéramos a Puerto Madero a buscar chicas. El caso es que llegamos al Puerto y empezamos a introducirnos a los bares, encontramos a dos costeñas, no te voy a decir que estaban hermosas, porque las costeñas son morenotas ¿verdad?, pero bueno, amanecimos tomando y fornicando con las chavas (estábamos bien calientes), y como yo traía paga les estaba invitando las chelas, pero como era tarde no vendían ahí, sino que nos íbamos al aeropuerto que estaba cercas, para sacar del cajero, y en la carretera las chicas no nos quitaban las manos del miembro. El caso es que al regresarnos a Tapachula para seguir chambeando, me di cuenta que ya no estaba mi lap, esas cabronas viejas me la bajaron y lo jodido es que ni me acuerdo de la cara de las viejas para ir a buscarlas, y lo más jodido es que gasté todo lo de mis viáticos en una sola noche, y como también me puse a mandar mensajes con mi BlackBerry, en la casa se dio cuenta mi mujer que estaba tomando. Se me armó un pancho en la casa cuando regresé, que no me quedaron ganas de regresar a Puerto Madero.

 Enrique

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Enrique:

En ese viaje a Tapachula te comportaste como cualquier alcohólico. Tus impulsos se impusieron sobre tu razonamiento, y eso es muy malo, porque no habías ni regresado de Tapachula cuando ya estabas pagando los efectos de haber echado trago con esas golfas se comportaron como lo que eran, un par de golfas. Déjame decirte que aunque te hayas metido con unas arañas, existen costeñas muy guapas y que el ser morenas aumenta su encanto, sentí algo de racismo en tu comentario. En fin, ruégale a tu Poder Superior que ya no te permita descarriarte, porque los alcohólicos son enfermos que deben estar lejos del trago, por mucho que se les antoje, sean alcohólicos anónimos o conocidos.

 

Duque de Santo Ton:

Mi mujer llegó virgen al matrimonio, pero desde que dormimos juntos la primera vez, le hice saber que a mí, como su macho, me tenía que satisfacer por tres vías: la vaginal, la oral y la anal. Al principio no quería, porque, según ella, ésas eran cosas de maricas, pero yo la obligué porque es mi mujer, y ahora ella solita es la que me pide que se lo haga de distintas maneras.

 Everth

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Everth:

Es fácil acostumbrarse a las cochinadas. Espero que por lo menos sean una pareja fiel o se protejan a la hora del coito, porque el sexo anal, aunque no sea exclusivo de homosexuales, es una práctica de alto riesgo para contraer enfermedades puercas.

 

Querido Duque:

Yo me peino con secadora de aire caliente desde que tenía 20 años. Ahora ya voy a cumplir los 40, y lo sigo haciendo. Una de mis hermanas dice que se me van a quemar las neuronas si lo sigo haciendo, pero yo no sé cómo peinarme de otra forma que no sea así ¿es cierto que se me pueden quemar las neuronas con la secadora de pelo?

Claudia

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Claudia:

A la que ya se le deben haber quemado las neuronas, pero con las drogas, es a tu hermana, pues eso de que una secadora de cabello pueda quemar las neuronas de alguien sólo se le puede ocurrir a quien no tenga ni una. La secadora de aire no tiene incidencia en la salud del cerebro.

 

Ducs:

Tengo unas primas que viven en Estados Unidos y siempre nos comunicamos por Internet. Ellas nacieron en Chicomuselo, pero se fueron con su mamá y su padrastro a vivir a Nueva York. Son buena onda, pero siempre me presumen que ya están aprendiendo a hablar en inglés y que salen sólo con muchachos rubios y de ojos azules. Lo que más coraje me da, es que dicen que ya no quieren regresar a México, ni mucho menos a Chiapas, porque aquí la inseguridad está muy gruesa.

 Emelina

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Emelina:

Tus primas sí que están locas. De seguro salen con tipos anglosajones que sólo las buscan para divertirse con ellas momentáneamente, pues tienen fama de racistas y de que se aprovechan de la situación legal de las inmigrantes, pues por mucho inglés que aprendan, siempre les brotará lo chiapaneco y la chuquija del pozol agrio. Por otro lado, la inseguridad en Nueva York, con tanto negro y tanto mariguano, es como para asustar a cualquiera ¿qué tus primas no van al cine?

 

Duque de Santo Ton:

Mi hermanita es una malcriada, siempre agarra mis cosas y me dice de cosas, y cuando la acuso con mis papás, ellos me dicen que no sea mampo y que me defienda, pero ¿qué quieren que haga si ella tiene ocho años y yo veinticinco?

 Abenamar

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Abenamar:

Tus padres tienen razón: no seas mampo. Si no te puedes defender de una niña, que por si fuera poco es tu hermanita, entonces ¿quién esperas que lo haga por ti?

 

Duque de Santo Ton:

El otro día apareció un bicho rarísimo en el jardín de mi casa. Tenía el cuerpo en dos secciones y unas antenotas. Era de color amarillo con azul y en sus ocho patas tenía como pelitos brillantes. El jardinero de mi casa lo aplastó con una pala, pero le dio como tres golpes porque el animal no se quería morir. Yo le dije al jardinero que no fuera malo, que los animales no tienen porque morir sólo por estar bien feos, pero él me respondió que ese animal no era un animal de Dios sino que era un animal del diablo, y que si no lo mataba iba a terminar destruyendo a la familia.

 Lucrecia

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Lucrecia:

Te sugiero que vigiles a ese jardinero y si sientes un olor a petate quemado cuando estés cerca de él, aléjate de inmediato y cuéntaselo a quien más confianza le tengas.

 

Duque:

A mi mujer le gusta mucho vestirse con huipiles bordados, blue jeans desgastados, huaraches, collares de ámbar y todas esas cosas, como de hippie. Yo le digo que se tenga lástima, que se ayude, que esa moda se hizo para las gringas, pero que a ella sólo se le alborota lo indio. La muy tonta se enoja conmigo, me dice que soy un racista, se peina de trenzas y se pone sus huaraches. Ya le dije que si sigue así, no la voy a llevar conmigo a ningún lado.

 René

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido René:

Creo que tienes mucha razón en eso de que la moda étnica se hizo sólo para las rubias, altas y delgadas. La verdad es que a las mexicanas no las favorecen ni las trenzas ni los huaraches de bolita, pero creo que debes ser muy cauteloso y tener tacto para opinar sobre el arreglo personal de tu mujer, pues es un terreno en el que se pueden lastimar muchos sentimientos.

 

Querido Duque:

En mi familia siempre hemos usado palabras altisonantes sin ningún problema, tratando de no caer en la vulgaridad, claro, pero a mi yerno, que es de Guadalajara, eso no le parece. Cuando mis nietos vienen a mi casa, y me escuchan decir alguna grosería, en seguida me corrigen y me dicen que su papá ya les dijo que si sigo de mal hablada, no los va a dejar volver a visitarme. Yo los quiero mucho, pero a esta edad, no creo poder cambiar.

 Lilia

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Lilia:

Los fuereños son los que deben adaptarse a la forma de ser de los tuxtlecos, y los jóvenes a la forma de ser de los viejos, no al revés. Ese yerno tuyo busca un pretexto para dividir a la familia y al parecer ya lo encontró. Sin embargo, te concedo la razón: una abuela ya no está en edad de cambiar su forma de hablar sólo para agradar a su yerno, así que si él quiere retirarse de ti que lo haga. Recuerda hacer lo propio en tu testamento.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Estoy muy preocupada porque una de mis hijas, la menor (doce años), le tiene pánico a cualquier tipo de contacto físico, sobre todo si de hombres se trata. No tolera que la bese nadie, ni yo misma, y si alguien la toma por sorpresa y le planta un beso, corre al baño a lavarse el cachete y se lo talla  con jabón y estropajo. Últimamente le ha dado por usar unos guantes de crochet muy bonitos y no se los quita para nada. Yo le dije que es una cursilería usar guantes en una ciudad calurosa como Tuxtla Gutiérrez, y ella me respondió que prefiere que digan que es cursi, que tener que saludar de mano o siquiera tocar a los demás ¿qué le pasará?

 Lucy

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Lucy:

 

El comportamiento de tu niña es patológico, y en consecuencia yo me declaro incapaz de ayudarte, pues ese tipo de síndromes son de la competencia de un especialista del comportamiento. Te recomiendo que la lleves con un psiquiatra, todavía estás a tiempo de brindar a tu hija la ayuda que necesita. A través de Hot Mail ya te hice llegar el teléfono de un médico que es muy capaz, considerado y digno de absoluta confianza. Ojalá y te sirva.