ENTRELÍNEAS 09/05/17

Humberto Pedrero, sinónimo de corrupción 

Por Jorge Ceballos

Del caos administrativo y financiero que existe en varias dependencias de Chiapas, hay muchos responsables, pero es uno el más visible: Humberto Pedrero Moreno, titular de la Secretaría de Hacienda, su juventud y egreso del ITAM, de nada le han servido a la entidad, es sinónimo de corrupción e ineficacia.

 

Pese a que es vox populi la ineptitud de quien maneja y controla el dinero público en la entidad, nadie se atreve a tocarlo: el funcionario está blindado, lo está porque a nadie le conviene pelearse con la persona que maneja miles de millones de pesos de una entidad hundida en la pobreza y con mucho desaseo administrativo.

El hombrecillo que despacha en el piso 11 de la Torre Chiapas, escamotea a su antojo el dinero de las dependencias, maneja a su antojo el pago a proveedores, es responsable de la crisis por la que atraviesa el Instituto de Salud, al no liberar en tiempo y forma los recursos que deberían de llegar a esa dependencia.

En el blindaje oprobioso y grotesco hacia Humberto Pedrero Moreno, por desgracia participan políticos, funcionarios, empresarios y –se tiene que decir- casi todos los medios de comunicación, estos últimos, ante el temor de perder los convenios publicitarios con la actual administración, los cuales, por cierto, tampoco les pagan desde hace varios meses, convirtiéndose en cómplices del saqueo que existe en la entidad.

Si el secretario de Hacienda en Chiapas, estuviera realizando un papel eficiente y pulcro en el manejo de cada peso de los más de 70 mil millones de pesos que llegan al Estado, no se estarían presentando tantos problemas, los proveedores estarían cobrando por los servicios que le prestan al gobierno de manera puntual, tampoco se hubiera encarcelado a un grupo de hombres de negocios por exigir se les cubriera el adeudo que mantienen desde hace varios años con la Secretaría de Salud.

Criminalmente, Pedrero Moreno atenta contra la vida de miles de chiapanecos, al no destinar en tiempo y forma los recursos que se requieren en el rubro de Salud, para brindar servicios de calidad o cuando menos medianamente buenos. Demuestra el funcionario de marras que poco le interesa la vida de quienes pagan su salario a través de sus impuestos.

Funcionarios y alcaldes, han padecido la ineficacia y tributo a la corrupción por parte del titular de Hacienda, quien de manera descarada los hace esperar largas horas en el lobby de su despacho, para que al final de cuenta se retiren de la Torre Chiapas con una mano atrás y otra adelante, porque simplemente los recursos que debe liberar para municipios y dependencias, son retenidos de manera perversa y rapaz, generando mayor atraso al ya existente.

Sobre Humberto Pedrero Moreno, pesan sendas averiguaciones por desvíos de recursos y delitos fiscales, porque la Auditoria Superior de la Federación, desde hace mucho tiempo detectó la forma en que el dinero que envía la federación, son utilizados para diversas actividades, pero menos para el fin con el que llegan a Chiapas, la entidad más pobre de México, pero millonario en funcionarios corruptos.

Pero de este tipo de acciones existe un responsable más arriba, y no es más que su jefe directo: Manuel Velasco Coello, quien, pese a conocer la grave situación económica que enfrenta la entidad, mantiene en el cargo al chico cerebro egresado del ITAM, lo tiene ahí, porque sabe a la perfección a donde son enviadas las grandes cantidades de dinero que desaparecen de las arcas.

La rapacidad del titular de Hacienda y compañía no conoce límites, al quebranto económico que heredarán a la próxima administración, se le tiene que agregar la burla hacia los contribuyentes.

Estimado lector (a), para que se dé una idea de cuál es la situación actual de la Secretaría de Hacienda, solo tiene que acudir a cualquier dependencia o ayuntamiento para comprobar que no mentimos: no tiene lo necesario para que los burócratas realicen su trabajo.

Algo que de verdad es el colmo con Hacienda, es a la hora de emitir placas, engomados y tarjeta de circulación para vehículos nuevos, por falta de pago a quienes proveían de la tarjeta plastificada, en las oficinas receptoras encargadas del trámite, le entregan una simple hoja de papel bond como documento para que su auto pueda circular, cuando los ciudadanos ya pagaron para que se le emita dicho documento.

Humberto Pedrero debería de poner sus barbas a remojar, y tomar muy en serio la situación que ocurre en otras entidades, en las que están siendo detenidos gente que del presupuesto hicieron un pastel, al que le quitaban rebanadas insultantes.

No debe ir lejos, que voltee a mirar la situación de Veracruz, entidad en la que su ex titular de Planeación y Finanzas, Mauricio Audirac, es huésped distinguido del penal de Pacho Viejo porque al igual que el nobel chiapaneco, cometía una serie de irregularidades que en la actualidad está pagando muy caro.

Pero toda esa podredumbre ocurre en nuestro Estado, con la complicidad de los diputados locales, quienes sumisamente agachan la mirada, no levantan la voz pese a que la corrupción aflora en Chiapas. Vergonzosamente actúan como lacayos de un sistema que tiene a los ciudadanos en una crisis de la que difícilmente podrán levantarse en el año y seis meses que le queda a la administración.

Ah, pero no todo es desgracia en la entidad, porque Humberto Pedrero Moreno, lleva una vida de magnate, eso sí a costa del sufrimiento de miles de chiapanecos que no ven la hora en que esta clase gobernante se vaya del poder.

Dolor político

El descenso de los Jaguares de Chiapas, mantiene en orfandad a muchos políticos chiapanecos, porque el equipo de fútbol se había convertido en el mejor negocio de promoción personal.

La adelantadísima clase política chiapaneca, encontró durante mucho tiempo el objeto perfecto para promocionar imágenes, era el regalo de boletos para los partidos de fútbol, la manera perfecta para pasar como grandes personajes, regalaban a los ciudadanos las entradas a los encuentros, con lo que iban posicionándose, más de uno usó la estrategia y vaya que les funcionó.

Pero dicen que a todo santo le llega su día y eso sucedió precisamente el sábado con esta enclenque clase política, la con el descenso de los Jaguares perdieron un objeto de promoción, ahora, tendrán que enfocar sus baterías a otras instancias para poder pasar como almas de la caridad.

Del desastroso descenso del equipo de fútbol, los únicos que salen perdiendo son los aficionados, esos que durante tres lustros mostraron el amor por los colores, quienes sufrían cada que se perdía.

Créame, los politiquillos que regalaban entradas para el estadio, están como si nada, esos simplemente perdieron un frente, porque además es casi seguro que los boletos que regalaban, no eran comprados con su dinero, era parte del saqueo que ha sufrido el Estado en la presente administración, para ese flagelo sí que está chamacada se pinta sola, es más si hubiera un premio a la corrupción, seguramente varios personajes chiapanecos estarían compitiendo por llevarse el primer lugar.

Ahora habrá que esperar que pronto Chiapas cuente con equipo de primera división, pero si eso llegara a pasar, ojalá que quienes tengan la conducción del grupo le den una patada en el trasero a esos políticos que se cuelgan de todo y todos. Hasta la próxima.