HOSPITAL DEL ALMA 210324

Por El Duque de Santo Ton

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Duque:

Podría decirte sin temor a equivocarme que mi novia es la mujer más bella que existe en Chiapas.

Aunque es discreta y reservada, todo el mundo voltea a verla cuando entra a un restaurante, un salón de fiestas o algún otro lugar de ese tipo. A mí en lo personal me parece incómoda la situación porque hay muchos hombres majaderos que casi la desnudan con los ojos. Además, tarda horas y horas en arreglarse, además de que gasta muchísimo dinero en ropa, en productos de belleza, en cortes de cabello, zapatos, bolsas y muchas pendejadas más. Estoy tan harto que pienso decirle que sí en verdad quiere que nos casemos, va a tener que bajarle a su estándar de vida porque yo quiero una esposa no una muñeca para presumir.

Basilio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Basilio:

Si en realidad amas a tu novia y quieres que sea la madre de tus hijos, no le digas nada, las mujeres caras son así, viven para gustar a los demás y gustarse a ellas mismas. Es por eso que también buscan maridos que puedan soportar el tren de vida que llevan, así que si no tienes para pagar las cuentas búscate a otra dama similar pero más barata. 

Querido Duque:

Cuando terminé la preparatoria me fui a estudiar a Monterrey, y ya me faltaban dos semestres para terminar la carrera, cuando mi novio me propuso matrimonio y, obvio, le dije que sí. Dejé la escuela porque me tuve que dedicar a buscar el traje de novia y casi, casi, a organizar la fiesta, y ya no pude terminar la universidad porque después de la luna de miel nos fuimos a vivir a Londres, y allá no me revalidaron nada de nada de lo que ya había estudiado y me dio flojera empezar a estudiar desde cero en Inglaterra. Después de un tiempo nacieron mis hijos, cambiamos nuestra residencia a Roma y total que jamás pude obtener mi título universitario. Hace dos años mi marido me pidió el divorcio y mis hijos decidieron quedare a vivir con él en Europa. Ahora vivo nuevamente en Tuxtla, en casa de mi mamá, y quiero revalidar mis papeles de la universidad de Monterrey para que me hagan válidos mis estudios en la universidad de Chiapas ¿se podrá?

Magda

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Magda:

En Tuxtla, mediante una lana, hay universidades que hasta te otorgan el grado de doctora “Summa Cum Laude” sin necesidad de que sepas deletrear el abecedario. 

Duque:

Voy en tercero de preparatoria y ya me dan permiso de manejar y de ir a los antros, porque ya voy a cumplir los 18 años. Te escribo por una razón que me da vergüenza, pero me la tengo que aguantar. Mira Duque, yo estoy enamorada de un niño de mi escuela que está guapísimo, pero al que también le gusta mucho echar trago y ya cayó en la droga. La otra noche me lo encontré en un antro y él iba solo, sin pareja, pero estaba tome y tome. Entonces yo empecé a sonreírle y a hacerle plática, pero cuando menos me lo esperaba, él sacó su miembro de la bragueta y me lo mostró. Yo me molesté muchísimo porque jamás he dado motivos para que él me falte el respeto, pero, en el fondo, me encantó lo que vi y se me excitante que fuera tan atrevido ¿qué hago?

Carmen

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Carmen:

Se nota que estás muy prendida con el malcriado ése, y que cualquier chispa puede encender esa llama en la que terminarás consumiéndote. En pocas palabras, trata de no entregar ese tesoro que tienes, pero de todas maneras procura estar enterada y preparada para un coito ocasional (sin compromisos) porque se nota que ese tipo no te quiere para ninguna relación seria, contigo sólo le interesa el sexo, es decir, solo te le antojas para un free. 

Duque:

Yo tengo un negocio en la 15 Poniente Norte y escribo para decirte que eres un fraude porque esta calle es muy tranquila y que, aunque sí hay muchos bares y antros, eso la hace que sea una calle muy trendy. Es un lugar caro, no cualquiera renta o compra por aquí, y tal vez ese sea tu coraje, pero de que es un lugar decente, es un lugar decente.

Alejandra

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Alejandra:

Desconozco tu origen, pero se necesita ser muy alegre para vivir rodeada de lupanares que funcionan sin horario y sin restricciones de ningún tipo. Se me hace que tú eres de vida muy alegre y por eso estás feliz en tu medio. 

Querido Duque de Santo Ton:

Yo soy una mujer que trabaja todo el día, y por eso siempre he tenido a mi único hijo inscrito en escuelas de gobierno, pues odio las juntas de padres de familia, a las mamás arribistas con sus sesiones de chismes y café, no soporto los festivales del día de las madres ni la confección de disfraces ni ninguna de todas esas tonterías. El caso es que todo el mundo me critica por tener a mi hijo en escuela de gobierno y no en una particular, pero te escribo para contarte lo que me sucedió. La otra noche estaba yo desmaquillándome cuando mi hijo, que tiene doce años, llegó a mi cuarto y me preguntó que si yo sabía que era lo mejor que tenía México. Yo le contesté que las pirámides de Chichén Itzá y me dijo que no, entonces le dije que las playas de Cancún y me dijo que no, entonces le dije que la comida y también me lo negó y así fui fallando hasta que le dije que no sabía. El niño me dijo: “ay mamá, lo mejor que tiene México es el juicio de amparo”. Sorprendida, le pregunté si sabía lo que es el juicio de amparo, y él me respondió que es un medio legal que tenemos los ciudadanos para protegernos de las autoridades. Duque, quedé tan gratamente sorprendida que compré un regalito y se lo llevé a su maestra porque esa señora está ilustrando realmente a mi hijo, aunque de computación y de inglés no sepa nada.

Rosario

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Rosario:

Después de ver que los líderes de los profesores de la educación pública son personajes tan siniestros, me es difícil creer en lo que me dices, y que a estas alturas dudo que existan mentores oficiales, comprometidos con su profesión y que no se dediquen en exclusiva a enriquecerse desde las trincheras del sindicalismo. Yo que soy abogado, puedo decirte que conozco licenciados en derecho que no tienen las ideas tan claras como tu hijo de doce años ¿El inglés? ¿la computación?, el niño podrá aprender sobre eso cuando ya sea un ciudadano culto y con principios. 

Duque:

Soy un hombre de 46 años y estoy casado con una señora de 40. Mi problema es que desde que a mi oficina entró a trabajar una chamaca de 22 años me enamoré de ella y empecé a cortejarla. A sabiendas de que soy casado, ella se dejó querer y ahora somos amantes, tenemos sexo todos los días, y aunque le regalo algún dinerillo, se nota que la chica disfruta de mi cuerpo porque es prácticamente insaciable. Obviamente que a mi esposa yo ya ni la toco. Mis compañeros de oficina dicen que soy un pervertido porque esa muchacha podría ser mi hija, pero yo me dejo llevar por el deseo.

Reynaldo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Reynaldo:

Es lógico que ya estés harto del sexo con tu mujer, quien podrá ser muy guapa y lo que tú quieras, pero le falta algo que le sobra a tu amante: juventud. Una joven de 22 años está en su punto, mientras que una señora de 40 siempre será una señora de 40. Yo no te critico porque si me pones a una veinteañera junto a una cuarentona, no tendría ninguna duda al momento de elegir. Ya lo dijo el poeta: “juventud, divino tesoro”. Si a tus casi cincuenta años puedes todavía disfrutar de la carne magra a cambio de “un dinerillo”, serías un tonto si no aprovecharas esta oportunidad que tal vez no se te presente de nuevo. Ser viejo y sentirse deseado por una joven seguro que alimenta tu autoestima. Además, a los 22 años, ninguna mujer es una niña. 

Duque de Santo Ton:

Mi hija no puede ser madre y aunque su esposo nunca estuvo de acuerdo, ella adoptó al hijo de una sirvienta que lo quería regalar. Bueno, no lo adoptó, más bien lo registró como si fuera hijo biológico de ella y de su marido. Como te podrás imaginar, el niño está espantoso, con los pelos parados, cabezón y es de lo más sangrón que hay en el mundo. Yo no me opongo a que mi hija haga lo que quiera que para eso es mayor de edad, pero de pronto se aparece en mi casa con ese engendro y le dice que bese a abuelita (o sea yo) y a abuelito (o sea mi marido). Tanto mi esposo como yo nos morimos de asco y de rabia, pues ese niño no es nada nuestro, y pienso que mi hija está cometiendo un abuso al imponérnoslo ¿no te parece?

Dolores

San Cristóbal 

Querida Dolores:

Aunque tu hija no adoptó legalmente a ese niño, sino que cometió un delito en contra del estado civil de las personas y otras conductas irregulares, digamos que, de hecho, lo hizo. En el supuesto, sin conceder, de que ella hubiera adoptado al niño, la ley es muy clara en el sentido de que la relación filial se da únicamente entre el adoptante y el adoptado, y no trasciende hasta ustedes. Así que, si ni tu esposo ni tú están de acuerdo en tratar a ese niño como nieto, están en todo su derecho.