HOSPITAL DEL ALMA 270224

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas Gratis: [email protected]) 

Duque de Santo Ton:

¿Me puedes recomendar qué tengo que hacer para comportarme en una cena a la que van a asistir muchos de los políticos que prácticamente ya ganaron las próximas elecciones y que andan ofreciendo el oro y el moro?

Claudia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Claudia:

Yo lo único que te puedo recomendar es que mientras estés rodeada de gente que te pueda ayudar o perjudicar, escuches y veas todo con mucha atención, pero no abras la boca más que para comer. 

Querido Duque:

Tengo un tío que nunca se casó y que vive con mi abuelita. Ahora tiene casi sesenta años, pero sigue siendo un niño mimado, al que le gusta que le sirvan, además de ser un adicto a las drogas, al trago y a los hombres. Sí, es gay, lo cual no debería importarme, si no fuera porque se comporta como una señorita. Ahora resulta que está deprimido, y con tal de no exponerse a contagios casi no sale de su recámara, y mi pobre abuela tiene que ir sola con la sirvienta al súper y a pagar las cuentas, a pesar de que ya cumplió ochenta y tantos años, mientras mi tío, el mariquita, se queda en su cama leyendo revistas de moda.

Ana Luisa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ana Luisa:

Deberías hablar con el resto de la familia para solucionar esta situación, ya que tu abuela, por ningún motivo, debe salir a la calle, ni sola ni acompañada. No me gusta que juzgues a tu tío ni que lo llames mariquita. La gente joven ya no toma ese tupo de actitudes, Ana Luisa. 

Duque:

Me da un poco de vergüenza, pero tengo que platicarte lo que me sucedió la otra noche. En un velorio conocí a una señora guapísima de la alta sociedad, y no sé qué sucedió entre nosotros, que se ofreció a darme un aventón a mi casa porque yo no llevaba coche, pero en lugar de eso me llevó a un motel, en el que estuvimos echando trago en un cuarto. Obviamente terminamos en la cama, pero cuando ya tenía desabrochado el pantalón y me lo iba a bajar, me acordé de que no había llevado el gasto a mi casa, y que lo más seguro era que ni mi esposa ni mis hijos hubieran comido ese día. Entonces me puse a llorar y le dije a mi supuesta conquista que no lograba tener una erección por estar pensando en el coronavirus y que todos estábamos en peligro de muerte. La mujer se puso muy seria, se vistió y se fue. Yo me tuve que ir caminando a mi casa, porque los doscientos pesos que me quedaron en la bolsa los guardé para dárselos a mi mujer.

Rusel

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rusel:

Hiciste bien, hubiera sido el colmo que, además de dejar sin tragar a tu familia, te dieras el lujo de viajar en coche de alquiler. 

Querido Duque:

¿Por qué será que cuando voy al baño uso el doble de papel higiénico que los demás?

Chío

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Chío:

Una de dos: o no tienes conciencia ecológica o hay en tu cuerpo cavidades muy profundas. 

Duque de Santo Ton:

Soy un hombre mayor y vivo solo, porque estoy en Tuxtla sólo por motivos de trabajo, y una de las cosas que me ayuda a mitigar la soledad, es escuchar los discos de música clásica que traje de mi casa, pero los oigo y los oigo y me gustaría comprar más, discos para aficionados de verdad. Lo malo es que no sé dónde, por más que recorro las tiendas de la ciudad no encuentro nada que valga la pena.

Rosendo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rosendo:

No creo que encuentres ninguna tienda que te venda objetos tan obsoletos como discos compactos de música. Lo de hoy es buscar la música que te gusta en computadora. Pide a alguien que te enseñe como se hace, y baja a tu teléfono, a tu iPad o a tu computadora la música que se te dé la gana. 

Duque:

Mi papá murió desde que mis hermanos y yo éramos chiquitos, y mi mamá decía que ella era mujer de un solo hombre y que nunca se iba a volver a casar. Mi madrecita pasó muchos trabajos para sacarnos adelante, consiguió que la metieran a trabajar a Gobierno, y ahí empezó su peregrinar de cama en cama de los hombres que le daban el dinero suficiente para satisfacer nuestras necesidades. Ahora que ella ya está vieja, todos tenemos una posición económica desahogada y podríamos sacarla de trabajar y, sobre todo, evitar que tuviera amantes aquí y allá, pero ella no quiere. En cierto sentido me parece que mi madre era una hipócrita cuando decía que ella era mujer de un solo hombre.

Ramiro

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Ramiro:

Tal vez tu mamá se refería a que era mujer de un solo hombre, porque tu padre fue al único que amó, pero si después de irse a la cama con otros señores por necesidad, le agarró el gusto al asunto, no le veo el problema a que disfrute de su cuerpecito mientras pueda, porque, al fin y al cabo, es un ser vivo ¿no? 

Querido Duque de Santo Ton:

Me voy a ir a Europa y al Medio Oriente en excursión. El viaje durará tres semanas y visitaremos 18 países ¿qué me recomiendas llevar? Algo que sea imprescindible para el viaje.

Teresa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Teresa:

Dadas las condiciones de la economía mundial, te sugiero que lleves tarjetas bancarias que te permitan disponer en dólares y en euros y mucha paciencia, antes de contemplar los monumentos más representativos del Viejo Mundo. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tenía un dinero ahorrado para cambiar de iPhone, pero a la mera hora tuve que gastarlo todo porque mi suegra se enfermó, y pues ni modo, ahí se fueron todos mis ahorros. Creo que pasarán muchos años antes de que pueda encontrar un teléfono decente.

Sergio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Sergio:

Con el simple hecho de que tu suegra se haya salvado, justifica que tengas el celular que puedas, hay gente a la que se le acaba lo necesario hasta para comer. 

Duque:

A mí me dan mucho asco los huevos que venden en las tiendas, y por eso tengo mis seis gallinas con mi gallo para poder comerlos con toda tranquilidad. Lo malo es que vivo en la Cuarta Poniente Norte, y los vecinos se quejan de que gracias a mis gallinas abundan las ratas y los corucos, y que el gallo no los deja dormir en las madrugadas. Yo siempre respondo que estoy en mi casa y que dentro de ella puedo hacer lo que quiera. Yo respeto a todo el mundo, pero si a la gente le molesta mi forma de ser pues ya ni modo ¿ya qué? 

Andrea

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Andrea:

Vivir en una ciudad no es lo mismo que vivir en un rancho, y tienes que tener en cuenta que existen normas sanitarias que impiden la cría de animales de granja o de pastoreo en las casas, porque precisamente la peste, las ratas, los corucos y los cacareos no se quedan en tu casa, sino que invaden las del vecindario.