HOSPITAL DEL ALMA 150224

Por El Duque de Santo Ton

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Estimado Duque:

Te escribo porque me he dado cuenta de que tú atiendes y entiendes. Bueno, mira, trabajo detrás de un escritorio y nos cambiaron de edificio, pero vieras qué peleadera por los lugares. A mí me dijeron, aquí es tu lugar y ahí me senté ¿Crees que voy a andarme peleando como perra por un rincón al que le pega el aire acondicionado? Por mí que se les enfríe el fundillo si eso les hace feliz ¿Qué opinas de estas actitudes de oficina? Soy nueva por aquí y no quiero problemas con nadie. Gracias por leerme.

Maen

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maen:

Lidiar con burócratas es la cosa más pesada y ordinaria que puede existir, pero si no te das tu lugar a tiempo, al rato cualquier pelagatos te traerá de trapeador. 

Querido Duque de Santo Ton:

Me muero de ganas de hacer el amor con mi novia, pero ella no quiere porque dice que su religión se lo impide. Según ella, la Biblia señala que tanto el hombre como la mujer deben permanecer castos hasta encontrar a la pareja de su vida, pero yo he escuchado que el ser humano es una especie polígama, en la que por instinto la madre es la que se encarga de cuidar a las crías y el padre se desentiende de todo después del coito con el que la mujer queda preñada ¿cómo puedo hacerla entrar en razón?

Jacinto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Jacinto:

Todas las normas sociales, en este caso las religiosas, están destinadas a cuidar bienes de interés común. Yo supongo que la virginidad y la fidelidad sirven, entre otras cosas, para proteger a los jóvenes contra las enfermedades de transmisión sexual. De todas maneras, el cuerpo siempre reclama lo suyo y si tu novia no ha cedido a tus intenciones después de tanto tiempo es porque está decidida a acostarse contigo hasta después de haber firmado el acta de matrimonio. 

Querido Duque:

Mi suegra me pidió cinco mil pesos prestados hace como dos años y no le veo la intención de pagarme ¿sabes de algún ritual o sortilegio que me pueda servir a recuperar mi dinero?

Leidy

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Leidy:

Para comenzar, llena un vaso con agua de garrafón y colócalo, junto a una moneda, de cualquier denominación en algún lugar de tu dormitorio en el que nadie más que tú pueda tocarla. Una vez hecho esto y con mucha concentración, toma el vaso con tu mano derecha y levántalo a la altura de tu cabeza. Entonces, en voz muy alta, casi gritando, repite de tres a siete veces lo siguiente: "suegra desgraciada, me pagarás el dinero que me debes lo más rápido posible y no tendrás tranquilidad hasta que saldes tu deuda conmigo. No vivirás tranquila mientras no vengas a entregarme lo que me debes". Para que sea más efectivo, debes repetir el nombre de tu suegra acercando tu boca al borde del vaso, unas tres veces cada día y continuar haciéndolo hasta que el agua se evapore por completo ¡No falla! 

Duque:

Soy de una muy buena familia pero que se quedó sin dinero. Sin embargo, conservamos la clase, el buen tipo, las buenas costumbres y la religión. Como nos hace mucha falta el dinero, yo, que soy soltera, entré a trabajar a una oficina de gobierno y ahí conocí a un muchacho muy trabajador y no tan feo, pero que a leguas se nota que pertenece a otra clase social. De todas maneras, yo me enamoré y pienso casarme con él. La semana pasada lo invité a cenar a la casa para que mis papás lo conocieran, y mi padre, sin pelos en la lengua, le dijo que nuestra familia –es decir, la suya- tiene uno de los mejores apellidos de Chiapas, y que, hasta ahora, nadie ha tenido la ocurrencia de querer brincar las trancas como yo al pretender casarme con un pelado, porque a él se le nota lo indígena hasta en lo gordo de las manos. Le dijo que aceptarlo como yerno sería como permitir que el peladaje cobrara venganza contra nuestra decencia y buena cuna. Al final concluyó diciendo que él no iba a traicionar a su gente ni a permitir el escándalo y lo invitó a que se fuera y no regresara más. Desde entonces no dejo de llorar.

Lolita

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lolita:

Actualmente, en México, no existe más decencia que la que da el dinero y si tu familia no lo tiene, lamento decirte que pertenece al peladaje. Si realmente estás enamorada del indito, haz tu vida con él sin escuchar los prejuicios de tus padres, pero si quieres mi consejo, mejor búscate a uno que tenga dinero, porque si además de naco y oficinista, tu novio es pobre, sólo le faltaría ser gay para estar en la lista de los renegados sociales. 

Duque:

¿Me podrías decir a qué santo puedo rezarle para dejar de ser pobre?

Fabio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Fabio:

A la santa corrupción. 

Duque de Santo Ton:

Me encantan tus rasgos eslavos ¿de dónde es tu familia?

Minnie

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Minnie:

De Ocosingo 

Querido Duque de Santo Ton:

Soy hombre, soltero, tengo 28 años, dicen que soy guapo y un poco metrosexual. Quiero aclararte que no soy gay, me gustan las mujeres y no me atraen los hombres. Soy licenciado en administración de empresas y tengo un buen empleo, el cual considero que me gané a pulso, con mi esfuerzo y dedicación. El caso es que de buenas a primeras, mi jefe, un hombre casado y con hijos, como de 40 años de edad, me propuso ayudarme a conseguir un puesto mejor en otra área, pero que a cambio tendría que tener relaciones sexuales con él, que quería penetrarme como si fuera yo una perra.  Me enojé mucho, no supe cómo reaccionar; me dijo que si no aceptaba, me iba a hacer la vida imposible. También me dijo que no me hiciera pendejo, que él ya sabía que yo era gay  y que me daba 3 días para pensarlo.

Elías

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Elías:

Ese tipo está loco, yo sé que todas las cosas tienen un precio, pero no vayas a cometer la estupidez de aceptar la propuesta de ese degenerado que estoy seguro que no te cumplirá, le entregues lo que le entregues. De la misma manera, el fulano tampoco te perjudicará si no te le entregas, porque pondría en juego su reputación y hasta su puesto dentro de la empresa, así que mejor ignóralo y no te metas en problemas. Al fin y al cabo, su propuesta indecorosa lleva implíctita la confesión de que a él sí le gusta el arroz con popote.