HOSPITAL DEL ALMA 090224

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Tengo 18 años y la otra noche en una fiesta de la familia tuve sexo con mi tío de 62, que es hermano de mi mamá. Él es un poco gordo, pero bastante sexy, me excité tanto que me vine como 3 veces, a pesar de que él y yo estábamos bien borrachos. Al día siguiente nos hicimos pendejos y ya no ha vuelto a ocurrir, pero quisiera encontrar a un señor maduro que sepa sacarle tres orgasmos seguidos a una mujer como yo. Desde que cogí con mi tío ya no dejo que mi novio me toque y estoy pensando en terminar con él.

Güera

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Güera:

Parece mentira, pero encontrar a un viejo con esa potencia está más difícil que conseguir un licenciado que conozca la constitución. A tu tío no lo voltees ni a ver porque es el hermano de tu madre y eso puede acarrearte serios problemas, desde el distanciamiento con tus parientes hasta quedar embarazada y tener un hijo con cara de marrano (por el incesto). Lo mejor para ti sería conseguir un joven que no pase de los 25 años y que sea igual de caliente que tú. Recuerda que la responsabilidad del acto sexual no recae solamente en el hombre, así que tú tienes que hacer el mayor esfuerzo para que el tipo alcance la misma temperatura que tú y puedan satisfacerse juntos.  

Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposa es una morbosa, le encanta imaginarse cosas mientras cogemos y fantasea mucho con mi cuerpo. Ya le dije que las mujeres decentes no se comportan así, y me salió con que ella no es decente y que si no me gusta que me vaya a chingar a mi madre ¿Qué hago?

Carlos

San Cristóbal 

Querido Carlos:

Las mujeres calientes son así, no tienen remedio, así que recoge tus cosas y vete, sin chistar, a chingar a tu madre. Pero antes, rómpele la suya a ella por culera. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 20 años y mi ex esposa también. Nos casamos bien chavos porque salió embarazada, pero nos acabamos de divorciar porque simple y sencillamente yo no tengo manera de mantener una familia. Lo que nadie sabe es que, durante los últimos 6 meses de nuestro matrimonio, ella me dejaba encargado a nuestro hijo para tener encuentros con hombres mayores a cambio de dinero. Yo nunca le dije nada porque que, además de pagar los gastos de la casa, nuestra comida y hasta los pañales del niño, me emocionaba imaginar cómo eran esos encuentros, como la desnudaban, la penetraban y la ponían a hacer el sexo oral. Te juro que muchas veces me masturbé pensando en ello.

Omar

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Omar:

Me alegra que ese matrimonio se haya disuelto, tú jamás serás tan responsable como para formar una familia, y tu mujer después de haber probado lo que es ser prostituta, dudo en que deje de serlo. Pobre de tu hijo, vaya padres que le tocaron. 

Duque:

Desde hace mucho tiempo estoy enamorado de mi hermana y de mi madre, las deseo a ambas en todos los sentidos, tienen un bello cuerpo y cuando usan vestido, aunque yo no lo quiera, se me para la verga. A ambas las he tocado con disimulo y estoy por confesarles que me las quiero coger. Mi madre Flor tiene 44 y mi hermana 27. Yo tengo 19.

Sergio

Cintalapa 

Querido Sergio:

Estás en el despertar sexual y lo vives con mucha intensidad, pero trata de que no sea con las mujeres de tu familia, no seas burro. A los 19 años y con esos arrebatos podrías conseguir a la dama que quisieras sin tener que hacer tanto desfiguro. Por lo que entiendo careces de padre y tal vez ello pueda tener algo que ver. 

Querido Duque:

Yo soy de un pueblo que se llama Ocosingo y vine a Tuxtla para trabajar como sirvienta en una casa particular. Empecé muy bien pero no te lo voy a negar, el joven de la casa me gustaba mucho, ya que es un muchacho muy guapo y bien formado, que me vacilaba diciéndome que me quería robar. Me lo decía mucho pero nunca sucedió, más bien me cogió y yo lo disfruté mucho. La cosa es que yo salí embarazada y la mamá se puso como loca, lo mismo que el papá. Yo les dije que estaba bien, que aceptaba mi culpa, que me iba a regresar a Ocosingo, ya que en el fondo yo sí quería un hijo de ese muchacho tan bello y blanco, pero ellos me salieron con que no querían que su sangre anduviera salpicando por todas partes y me llevaron a abortar bajo amenazas de que si no me sacaba el niño un doctor me lo sacarían a patadas sus guaruras. Me dieron cinco mil pesos para que me regresara a mi pueblo, y me dejaron en la estación de colectivos. Obviamente yo no me regresé a Ocosingo, porque sé leer y escribir, y aquí en Tuxtla es más fácil abrirse camino en la vida, aunque por el momento estoy trabajando de puta en un burdel clandestino.

Obdulia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Obdulia:

Me gustan tu sinceridad y que no quieras hacerte la víctima, pero me parece que para progresar en la vida no vas en el camino indicado, aunque uno nunca sabe y cuando uno menos lo espera salta la liebre. 

Querido Duque:

Tengo 28 años y mi esposo 32. Él es muy lindo y complaciente conmigo, pero no me llena en la cama, tiene el pene muy chiquito. Hace poco me encontré con un amigo que me atraía desde hace tiempo y conversamos, intercambiamos celulares. Él también tiene 32 y es casado, el caso es que entre mensaje y mensaje fuimos a parar a un motel y pues fue fantástico, me llenó completamente, su pene tan grande y jugoso que sentía un dolor satisfactorio cada que entraba y salía y por lo visto a él también le gustó porque me decía que lo apretaba bien rico y que le encantaban mis piernas y mis nalgas. Me considero una “gordibuena”, porque también tengo buenos senos. El caso es que después de esa ocasión, me pidió seguir viéndonos, aunque fuera esporádicamente y así fue. Antier me lo encontré en su trabajo y me dijo que tenía media hora para llevarme a coger, pero que como trae una camioneta con logos de su trabajo no podíamos entrar en ella a un hotel y pues se estacionó en un camino tipo brecha y empezó todo, media hora de adrenalina, de miedo de que nos fueran a cachar, pero al mismo tiempo con el deseo de saciar las ganas que teníamos, yo arriba de él sintiendo como topaba su pene dentro de mí mientras acariciaba mis piernas y besaba mis pezones, es una magnífica experiencia, pero sé que tengo que parar esto, aunque ya no sé cómo, ya lo siento como una necesidad.

Claudia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Claudia:

Me parece mucho más divertido tener sexo en la clandestinidad que condenarte a un matrimonio aburrido con un hombre pito chico. Tú misma dices que disfrutaste el hecho de poder haber sido sorprendida mientras hacían el amor en tu camioneta. Si tu amante no te ofrece divorciarse para casarse contigo, cosa que, aunque te ofrezca no hará, sigue siendo la perra clandestina a la que solo se le saca a pasear cuando se quiere deslechar el pájaro.