HOSPITAL DEL ALMA 020224

Por El Duque de Santo Ton

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Duque de Santo Ton:

No me gusta trabajar en mi oficina porque se me hace un ambiente nefasto y lleno de gatos, que te traicionan a la primera oportunidad. Sin embargo, no consigo empleo en ninguna otra parte ¿qué hago?

Lourdes

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lourdes:

Mientras no consigas otro empleo quédate donde estás porque en estos tiempos conseguir chamba está en chino. 

Duque de Santo Ton:

Mi marido y yo llevamos 5 años casados y tenemos una hija, pero hace un tiempo descubrí que él es gay, porque lo encontré trabado como mariposa de colección por el portero del edificio en el que vivimos. Me repugnó la situación y todavía desnudo me confesó la dura verdad de que le gustan los hombres. Ahora no sé qué hacer, me siento desconcertada, tenemos una niña y ambas dependemos económicamente de él.  Yo trabajaría, para sacar adelante a la nena, pero nunca lo he hecho y no es momento de empezar ahora que estoy a punto de cumplir los cuarenta años.

María Fernanda

Tuxtla Gutiérrez 

Querida María Fernanda:

Aunque no es lo más convencional, al contrario, puedes dar por terminadas tus relaciones sexuales con tu esposo, pero proponerle que, por bien de tu hija, continúen el matrimonio, pero en plan “arreglo” para insertarse en la sociedad sin ser marginados. Dile que un divorcio no le conviene por el escándalo y que le saldría carísimo. Entre los dos podrían acordar tener relaciones sexuales con quienes realmente les atraigan y disimular ante todo el mundo para no herir a nadie. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi mamá fue profesora en escuelas de gobierno hasta que se jubiló, pero su pensión es tan miserable que no nos alcanza para nada y encima todo ha subido muchísimo. Yo no trabajo porque tengo 60 años y a mi edad nadie me da trabajo.

Hernán

San Cristóbal 

Querido Hernán:

Mientras tengas vida, puedes trabajar. Me parece que deberías ayudar tú a la economía familiar, aunque sea vendiendo dulces y gelatinas. Obviamente ninguna pensión va a rendirle a tu madre si tiene que sostener a un papanatas como tú. 

 Querido Duque:

A mí me cuesta mucho trabajo relacionarme con las personas, nunca he tenido novia y jamás trato de conquistar a las muchachas, pero cuando me emborracho lo primero que hago es buscar sexo en donde lo encuentre y con quien lo encuentre ¿para qué te voy a mentir? me acuesto con prostitutas, a las que me gusta maltratar y penetrar de forma violenta. Cuando se me pasa el efecto del alcohol, al día siguiente, en casa de mis padres, me siento muy culpable, me dan remordimientos y me avergüenzo de mi conducta. Entonces me prometo a mí mismo que no me volverá a ocurrir, pero basta con que me tome unas copas de más, para salir a las calles de Tuxtla Gutiérrez en busca de carne. Quisiera saber si me puedes ayudar.

Manolo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Manolo:

La gente alcohólica tiene fama de ser autodestructiva, pero tú superas cualquier tipo de expectativas. Tener sexo violento con extrañas cuando te emborrachas, sin importar su higiene o sus intenciones, es una verdadera ruleta rusa, pues con los sentidos alterados por el licor, con seguridad no usas las medidas profilácticas suficientes, y te expones a contraer una enfermedad de transmisión sexual. Por si fuera poco, ya que te portas violento con tus compañeras de alcoba, a las que les pagas, no dudo que una noche de éstas te tiendan una trampa y hasta la garganta te pueden rebanar para quedarse con tu cartera y con tu coche. Lo siento mucho, yo no puedo ayudarte, necesitas el auxilio de un especialista en el tema. 

Duque:

A mi novio y a mí nos encanta la cocaína. De hecho, teníamos varios contactos que nos surtían casi a diario nuestras dosis al menudeo y en fechas especiales hasta piedras enteras nos conseguían, pero con eso de la lucha contra el narcotráfico, el precio se ha elevado mucho y ya los proveedores se hacen mucho del rogar. Antes hasta nos las traían a domicilio con tal de que les pagáramos el taxi. Ahora tenemos que ir personalmente a la Natalia, a la 24, al Kilómetro 4 y a otras colonias del rumbo para comprar nuestra adorada nieve. Lo malo es que la gente sigue consumiendo igual, y los traficantes al menudeo nada más se benefician con las campañas propagandísticas en las que se anuncia eso del combate al tráfico de drogas.

Gema

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Gema:

Por desgracia, yo soy fresa y no puedo hacerte muchos comentarios respecto de tus feas adicciones. Sólo te digo que eso que consumes es un veneno que terminará por volverte loca y dejará a tu novio impotente. Siempre pasa lo mismo. 

Mi Duque:

¿Me podrías decir por qué ya no escribes cuentos? Me encantan y no sé de dónde sacas tanta burrada.

Hipólito

San Fernando 

Querido Hipólito:

Yo no saco burradas de ningún lado, lo único que hago es escribir cuentos, pero no para que se burlen de ellos sino para divertir a la gente. 

Duque:

Odio a mi suegra, se siente la gran cosa y piensa que su hija me hizo el honor de casarse conmigo, como si yo no supiera que todos los miembros de su familia son una bola de aborígenes que andan de feria en feria vendiendo chimbos, nuégados y suspiros.

Román

San Cristóbal 

Querido Román:

No me parece que uses el termino “aborígenes” en tono despectivo. Sin embargo, si tu suegra insiste en creerse la muy, muy, amenázala con que ya no dejarás a tus hijos que la visten. Vas a ver que con eso la pones blandita, blandita. 

Querido Duque de Santo Ton:

Aunque eres un hombre maduro y gordo, te me haces muy guapo y sensual. Te juro que, si no estuviera casada, me gustaría perderme un rato contigo.

Elvira

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Elvira:

Con mi estructura ósea y mi piel castiza, además de mi natural porte y estilo, yo nunca seré viejo, pero no me gusta “perderme” con cualquiera, así que ni te apuntes muñeca. 

Duque:

Por más que me insisten mis padres y mi abuelita, yo no quiero bautizar a mi hijo, para que él, cuando sea mayor, decida en qué o en quién creer ¿verdad que tengo razón?

Mario

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Mario:

¿Cómo vas a tener razón, insensato? Si tu criatura se muere sin bautizar se va a ir derechito al limbo, que no es el nombre de un ritmo caribeño, sino un lugar bien feo, al que llegan todas las almas de los inocentes que no fueron liberados del pecado original. Tú debes bautizar a tu hijo, y cuando él tenga libre albedrío si quiere alejarse de Dios, que lo haga por su voluntad, pero no te conviertas en verdugo de su alma, no tienes ningún derecho. 

Querido Duque:

Mi jefe, que es millonario y divorciado, me propuso matrimonio, y yo acepté, pero no hemos podido fijar fecha. Ya vivimos juntos, pero él me dice que me espere a que esté de ánimo y que entonces podremos hacer una gran boda.

Amparo

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Amparo:

No te me apendejes, consigue los papeles de ambos y cásense cuanto antes en cualquier oficina del Registro Civil. Si ya mataste culebra en Viernes Santo, aprovecha.