Boca de Jabón (19/feb)

Por: Somético

Calle de Panteón

Reconozco que soy tragón, vos.

Y velo, me gusta comer de todo, aunque yo pues, soy mojarrero. De Boca del Cielo, o de Paredón y si te ponés muy exigente lisa de mar abierto y cazón también.

Soy del mar, pué, que querés, si así soy, ve.

Pero si vengo a Tuxtla, la gula es cabrona, miralo.

Olvidate de las garnachas que son buena aquí, porque hay mucho juchi y buenos chef que lo hacen mejor. Olvidate.

Los taquitos, vos. Los taquitos. Lo estoy platicando y la boca ya es pura saliva, ve.

Desde que llego estoy pensando que en la noche voy a ir a tragar juerte.

Y como va. Ahí voy. 

Agarro rumbo al Panteón por la quinta sur y ve: ¡Tené tus tacos!

¡Pota! No se pueda entrar, velo.

Todas las calles bien madreadas, miralo. Parece la Franja de Gaza después de un bombardeo judío.

No hay poder de ningún carro que pueda entrar.

Vi a una señora que se trompezó con una piedra y que se cae. La quiero levantar  y no puedo, si estaba galana la doñita, como de 100 kilitos.

Como pude, llegué a la taquería y que me atasco con diez pastores.

Pero ve, vos. Taquería vacía. No está llegando la gente, porque tienen que dejar lejos el carro y la que se anima a caminar ¡Pota! Se puede caer.

El municipio debe de apurarse a terminar sus calles que abrió hace ya un chingo. No sea que se vaya a ir antes de dejar arregladas las calles que tiene que componer. Digo, pué.

Callate boca de jabón. Parecés de esas lloronas que se alquilan para los entierros y los velorios. Podés llegar caminando a tus tacos. Si no sos viejito. Dejá de joder.

 

El jefe palo con lumbre

Esto que te estoy contando me lo  platicó mi abuelito de Madre Sal, cuando vino a Tuxtla por primera vez hace ya un chingo de tiempo.

En la Avenida Central, que así se llamaba antes, contra esquina del parque, que así le decían,  estaba instalado un semáforo de madera, vos, que ya. Si pué de madera. Hechizo, pué.

¡Pota! Era la sensación, míralo velo pué.

Todos tenían que ver con el puto semáforo.

¿Ya lo fueron a ver el semáforo? Decía el chisme tuxtleco por toda la ciudad.

Todo mundo tenía que ver con él. Hacían cola para verlo de cerca. Lo tocaban, vos, como chucho raro. Pero no estés creyendo que operaba solito, como los que ahora está poniendo el gobierno de Manuel Velasco, que ya hasta indicaciones para las biclas y peatones tiene pa que no los atropellen. Lo manejaba un tamarindo. Si, con su mano. Tres apagadores tenía. Uno para la luz verde, otro para la ámbar y otro para la roja. Ahí se la llevaba el cuico todo el día. Galán.

¿Sabés como decían los chiapacorceños que se morían de envidia?

-Presumidos los tuxtleco. Ya tienen su palo con lumbre.

Esa costumbre del palo con lumbre, todavía queda en Tuxtla, con los tamarindos municipales.

Fue tan fuerte la primera impresión, que ahora el moderno palo con lumbre es el modelito a seguir. Es el jefe de los tamarindo, miralo vos. El panzudo -¿Por qué serán todos panzudos? La chela, la carraca, el cochito y el chicharrón de barriga, son cabrones-, el tamarindo tuxtleco, nada más está parado en la esquina, al lado del semáforo. Está parado porque no puede caminar por la gran timba. La camisa que le dieron hace un año, apenas cierra, señal de que sigue en engorda.

Se pone la luz verde y la manita tamarindada se agita como abanico de jucha, vos. Que digo manita. Las dos manita abaniquean al viento, pa que se apuren los turismo, las combi y uno que otro tráiler que indebidamente entra  y les toque el verde a tiempo para pasá.

De repente el jefe palo con lumbre se pone rojo y los panzudo salen al frente de la calle y paran a la carrada porque su mero padre ya se puso de otro color, rojo como la sangre.

¿Y cuándo se traba la carrazón porque hay mucho vehículo en circulación?

¡Al saber! No pasa nada. Como va a pasar, si el jefe ordenó verde y verde es aunque no pasen los turismo. Ese palo con lumbre sí que manda al tamarindo, aunque al tráfico se lo lleve la chingada.

Callate boca de jabón. Que sabés vos de circulación. Solo sabés de lancha, caso sabés de cómo se maneja la carrada. Si no sos tamarindo, ni aprendiste el manejo del palo con lumbre.