HOSPITAL DEL ALMA 160719

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected]) 

Hola Duque:

He leído tus comentarios en el Hospital del Alma, por lo que deseo comentarte que estoy en un problema de sexualidad, debido a que tengo constantes erecciones durante el día y prácticamente todos los días y a todas horas ¿qué puedo hacer?, ¿a quién acudir? Gracias por tu atención. Saludos.

 

Beto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Beto:

Necesitaría tener más datos sobre tu caso para darte una opinión más certera, pero por lo que me dices tal vez sufras un síndrome conocido como “priapismo”, que consiste en la excesiva irrigación de sangre al pene, lo que lo mantiene rígido aunque no exista en el hombre una estimulación sexual. Entiendo lo que debes sufrir al oprimir tu miembro erecto con los calzoncillos y los pantalones, o cuando es demasiado notorio debajo de la ropa. Creo que un médico general es el indicado para canalizarte con un especialista que, en mi opinión, puede ser desde un hematólogo o un urólogo, hasta un psiquiatra. Por lo pronto, trata de ingerir muchos líquidos para hidratarte, procura que tus relaciones sexuales sean moderadas y cómprate calzones que no te aprieten. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 30 años de edad y 9 de casada, pero desde hace muchos meses mi marido se enredó con una mujerzuela y a mí ya no me toca en la cama. El domingo pasado oí que se metió a la regadera y yo me desnudé para entrar con él y tener sexo bajo el agua, pero él me sacó a empujones y me dijo que eso sólo lo hacen las pirujas. Es un hecho que yo ya no le intereso pero a estas alturas, te lo juro, yo ya ando bien caliente. Sé que para una mujer como yo no sería difícil encontrar a un hombre con quien desahogarme, pero también sé que soy una mujer de principios, incapaz de cometer una infidelidad. Si mi marido me pone los cuernos es asunto de él, pero yo soy una dama y creo en Dios.

Elizabeth

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Elizabeth:

Aunque seas una mujer de principios y creas en Dios, tu cuerpo reclama lo que necesita y debes dárselo. Te aseguro que El Señor comprenderá, pero ten cuidado porque las únicas mujeres infieles que merecen ser criticadas son las que hacen públicas sus aventuras. Si quieres te puedo mandar la dirección de varios hombres que me han pedido que los contacte con mujeres que están en situaciones como la tuya, con fotografías incluidas, pero tú y sólo tú serás la única responsable de lo que suceda si escribes a alguno de ellos, yo me libero de toda responsabilidad porque no tengo idea de quien seas tú ni quiénes sean tus posibles conquistas. 

Duque:

Tengo un problema muy grande pues creo que me estoy volviendo loca. No sé cómo empezó, pero en mi cabeza comenzaron a pasar cosas extrañas. Vivo con mi esposo y mis dos hijos. Mi hija de 12 años y el mayor de 20 años. Yo tengo 42 y mi matrimonio había sido feliz pues mi esposo ha sido el mejor. Lo malo comenzó hace medio año cuando comencé a tener pesadillas que hasta ahora no quisiera decirle de que tratan pues son muy vergonzosas. Una noche estaba dormitando cuando de repente descubrí a mi hijo con una expresión que jamás había visto en él. Me tenía agarrado un seno en cada mano y los apretaba y por más que yo deseaba liberarme y gritar no podía. Entonces mi hijo empezó a abusar sexualmente de mí. Cuando finalmente pude gritar, descubrí que todo fue una pesadilla. Yo estaba muy asustada y no pude evitar llorar. Mi marido me consoló y me preguntó que qué había soñado. Yo le dije que algo muy feo pero que ya no me acordaba qué. Al siguiente día al ver a mi hijo me sentí un poco de miedo pero al hablarme con el cariño de hijo de siempre, entendí que el violador del sueño no tenía nada que ver con él. Traté de olvidar ese mal sueño pero a los pocos días me volvió a suceder. En este sueño empezaba a violarme, su papá aparecía en el sueño pero parecía no despertar. Con todas mis fuerzas y sabiendo que era un sueño trate de gritar hasta que pude despertar pero era tan impactante la pesadilla que no podía dejar de llorar. Mi marido está muy preocupado porque ese sueño es cada vez más recurrente y él nota que yo sufro. Lo que nadie sabe y es lo que me horroriza, es que cuando despierto, descubro que mis calzones están mojados. Mi pesadilla se repite más y yo me siento mal, porque ahora, cuando estoy despierta no puedo evitar mis miradas hacia la entrepierna de mi hijo o hacia sus nalgas y vuelvo a lubricar. Me siento muy culpable pues creo que me estoy volviendo loca. Desde que tengo esas sensaciones mis pesadillas se vuelven más fuertes pues sueño que no solamente me viola a mí sino que mata a su padre y me viola frente a su cadáver. Esto me provoca sensaciones mezcladas pues por una parte siento mucho pánico pero por otra mucha excitación. Cuando estoy cerca de mi hijo irremediablemente me excito por lo que hago lo posible por alejarlo de mí. Para mí, como madre, es muy perturbador porque no puedo negar que creo que en verdad me gusta y ese sueño tal vez es un reflejo de algo que no debe ser. Le he pedido a mi marido que me lleve a un psicólogo porque me siento mal. Él dice que los psicólogos cuestan mucho y que no cree haberse casado con una loca, que me controle. No entiendo por qué mi hijo aparece en mis sueños de esa manera. Creo que en verdad me estoy volviendo loca ¿Qué puedo hacer para salir de esta situación?

Gladys

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Gladys:

Los sueños son expresiones de nuestros temores o deseos reprimidos. Algunas veces resulta difícil distinguir si se trata de un temor o un deseo porque la mente inconsciente tiene varias estrategias para escapar de la represión, por ejemplo, mostrar las cosas en forma invertida, es decir, cuando nos avergüenza demasiado un deseo, nos hacemos aparecer como las víctimas sufridas de un acoso cuando en realidad quienes deseamos acosar somos nosotros. En tus sueños tu hijo aparece como violador pero en la realidad tú quisieras violarlo a él. Creo que tú ya te diste cuenta de que tu sueño expresa tu deseo sexual por tu hijo, y es lógico que este deseo sea reprimido por la mente consciente ya que en nuestra cultura nos enseñan que las relaciones sexuales entre padres e hijos son inmorales. El problema es complejo, pero no estás no te estás volviendo loca, ese tipo de deseos son muy frecuentes aunque, por supuesto, muy pocos lo confiesan. En algún momento comenzaste a ver a tu hijo como un objeto sexual, pero ya se te pasará sin que te des cuenta de cuando.