HOSPITAL DEL ALMA 120719

Por El Duque de Santo Ton

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Duque de Santo Ton:

Hace poco fui a una cantina de esas a las que llaman “bar familiar”, y había un tipo megaborracho, que se dedicaba a manosear a los niños que se acercaban a su mesa. A cambio, les daba billetes de veinte pesos y a mí me parecía un verdadero escándalo porque ni los padres ni los empleados de la cantina hacían nada al respecto. Por Dios, Duque ¿A dónde vamos a ir a parar?

 

Rogerio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rogerio:

Y tú ¿hiciste algo al respecto? La indiferencia es un pecado igualmente grave. Si ves a un niño en peligro tu deber es ayudarlo o buscar ayuda para él. 

Duque de Santo Ton:

Tengo 21 años pero parezco de 30 porque desde los 17 me dedico casi de lleno al gym y al levantamiento de pesas. Hace poco un señor me fue a buscar y me ofreció trabajo en su bar, diciéndome que quería que yo trabajara ahí de estríper, con muy buen sueldo, pero me dijo que el bar es gay. A mí no me importa desnudarme grente a homosexuales y hasta me dejaría tocar por ellos a cambio de dinero, pero me da miedo que me vaya a gustar y termine yo del otro lado.

Benigno

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Benigno:

No te preocupes, por la forma en que escribes u por tus dudas, intuyo que ya estás del otro lado desde hace mucho tiempo, pero te niegas a reconocerlo. Libérate. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo una tía que se fue a vivir a Manhattan, en Nueva York, contratada para cuidar a una anciana de origen chiapaneco, que vivía con su único hijo, un hombre joven, muy guapo y rico, católico y con mucho dinero. Nada tonta, mi tía hizo todo lo posible para que el muchacho se enamorase de ella y le propusiera matrimonio, lo cual él hizo en el mirador del edificio Empire State. Ahí le puso en el dedo un anillo de brillantes valuado en más de 20 mil dólares y le dijo que se quería casar con ella. Mi tía aceptó feliz de la vida porque ya no iba a tener que regresar a México ni, mucho menos, a Chiapas. Orgullosa, no se quitaba el anillo ni para ir al supermercado, hasta que un día un negro, de esos tipo película, la sorprendió en una callejuela solitaria y no sólo le desfiguró la cara a golpes y le robó el anillo, sino que la violó de manera brutal. El novio de mi tía se encargó de todos los gastos de la curación y le pagó la cirugía reconstructiva del rostro pero cuando ella ya estaba bien, le pagó el boleto de regreso a Tuxtla porque ya no se quería casar con ella. Hasta la fecha ella no sabe cuál fue el motivo del desprecio y se la pasa llore y llore.

Jessica

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Jessica:

Deberías ayudar a tu tía a salir de ese episodio depresivo, haciéndole ver que tuvo suerte de conservar la vida y que aunque perdió el anillo de brillantes, no amarró su vida a la de un hombre tan vil como el que se acobardó ante su desgracia, aunque haya sido un partidazo. Además, estoy seguro de que Chiapas y México, aunque sea dentro de algunos años, se van a componer y aquí casi no hay negros afroamericanos. 

Duque:

Mi papá se quedó sin trabajo y por más que busca y busca, no consigue nada. Él siempre ha sido muy bromista y es bueno para contar chistes, y se le ocurrió vestirse de payaso y montar unos monólogos chistosísimos. Arregló la cochera de la casa como si fuera teatro, con sillas y una tarima. Cobraba 20 pesos por la entrada y daba show cada que se juntaban por lo menos diez personas. Mi hermano y yo lo ayudábamos a conseguir público. Sacaba entre quinientos y seiscientos al día lo cual no era mucho pero le servía bastante bien, hasta que mi mamá se enteró y le armó un escándalo a media función. Sacó al público casi a patadas y luego le dijo que era un fracasado, que jamás debió haberse casado con él, que mi abuelita tenía razón cuando le decía que provenía de una familia de tarados y él había heredado la tara. Entonces mi papá se puso a llorar tan amargamente que me dieron ganas de salir a buscar trabajo para ayudarlo, pero no puedo porque todavía estoy estudiando.

René

Tuxtla Gutiérrez 

Querido René:

Me parece que ignoras que ese dinero que tanto trata de conseguir tu padre es, entre otras cosas, para que tú puedas seguir estudiando, así que jerarquiza bien tus prioridades porque no se puede estudiar si no se tiene nada para comer. Hay muchos trabajos de medio tiempo que podrías compaginar con tus estudios, o de plano podrías conseguir un empleo full time mientras la situación familiar se normaliza y puedes retomar tus estudios. No me vayas a salir con que está imposible conseguir empleo como el inútil y payaso de tu papá. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi hermana es una mujer muy bella y se casó con un hombre que tiene mucho dinero. Mi esposa también es bonita pero de familia humilde, sencilla, sin pretensiones. A veces mi cuñado y yo organizamos salidas a cenar, a bailar o a tomar una copa, y las llevamos a las dos. A mi hermana sus amigas ricas ya le enseñaron a vestirse muy a la última moda, como ella misma dice, pero la pobre de mi mujer hace lo posible por arreglarse bonito, con la mejor ropa que tiene y que yo le compro porque no le doy permiso de trabajar. Lo vieras Duque como es de víbora mi hermana, aprovecha cualquier oportunidad para burlarse de los vestidos, de los peinados y del maquillaje de mi señora y yo me muero de coraje pero no le digo nada por respeto a mi cuñado.

Rigo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rigo:

A la que le deberías decir algo es a la zarrapastrosa de tu mujer, pues en lugar de imitar a tu hermana y superarse, que es lo que seguramente quería al casarse contigo, sigue vistiéndose como criada en domingo. A tu hermana le da coraje y por eso se burla de ella para ver si reacciona, pero al parecer no lo consigue.