YOA

Por Manuel Zepeda Ramos 

Lo conocí cuando él tenía 37 años.

Asumía, con su juventud a cuestas, el 16 de enero de 2002, la titularidad de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, la más antigua de México y en esa época la mejor orquesta de nuestro país.

 

Dos semanas antes, el 4 de enero, recibía yo el encargo del rector Arredondo para hacerme cargo, por segunda vez, de la Dirección de Difusión Cultural de la Universidad Veracruzana que incluía, por supuesto, a la Orquesta Sinfónica de Xalapa.

Me impresionó la mirada franca y directa de unos ojos azules intensos y su desparpajo absoluto para relacionarse con cualquiera de los mortales. Ciertamente, un hombre tímido no era ni por asomo. Quizá por ello su comunicación inmediata con el público xalapeño, al que cautivaba en cada concierto de cada viernes en el Teatro del Estado, hoy Emilio Carballido.

Unos segundos después de que el concertino afinaba la orquesta, aparecía él en el escenario y, en lugar de convocar  a la orquesta su atención, se volteaba hacia el público que abarrotaba siempre el teatro, para hablarle de manera llana acerca del contenido del concierto de ese día. Marcó, sin duda, un estilo propio que el público de la época supo valorar, recordando también la presencia en Xalapa del extraordinario violinista Philippe Quint, entre otros solistas y directores huéspedes importantes.

Llevó a la Orquesta Sinfónica de Xalapa a una trepidante gira por Europa de doce conciertos en donde visitó los países de Bélgica, Alemania y Holanda, privilegiando la música mexicana. En el Concertgebouw de Ámsterdam, esa “caja de Zapatos” que ha dado cabida a los mejores músicos del siglo XIX, XX y XXI, se escuchó la música de Silvestre Revueltas en voz de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.

Hablo de Carlos Miguel Prieto, el director de orquesta mexicano más importante de su generación.

Descendiente de músicos mexicanos -su padre es el internacional violoncelista Carlos Prieto-, es director desde hace varios años de la Orquesta Sinfónica Nacional y de la Sinfónica de Minería, así como de la Filarmónica de Louisiana que la ha convertido junto con sus entusiastas habitantes en una gran promotora de Nueva Orleans y de su cultura a partir del paso del Huracán Katrina.

Carlos Miguel Prieto es un director incansable que recorre todos los años el Mundo entero dirigiendo las orquestas emblemáticas de lo que hoy representa la música clásica en el Planeta. La temporada actual que está por concluir de este todavía joven director de 54 años, por ejemplo, incluye su debut en la Orquesta Sinfónica Nacional de Estados Unidos en Washington, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, en España, la Orquesta Nacional de la BBC de Gales, su regreso  a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, la Orquesta Sinfónica de Detroit, la Royal Scottis Nacional Orchestra, la Orquesta Sinfónica de Bilbao, en España, la Orquesta Sinfónica de Valencia, también en España y su retorno a la Orquesta Nacional Juvenil de Gran Bretaña.

Ha tocado con la Orquesta Filarmónica de Londres, la Orquesta de Minnesota y Los Ángeles New Music Group, la Real Orquesta Filarmónica de Liverpool, la Orquesta Filarmónica de Estrasburgo, la Auckland Philarmonia y muchas otras orquestas de prestigio que hoy operan en la Tierra. Puedo decir que el Maestro Prieto es uno de los grandes directores del momento, convocado periódicamente  por las grandes Sinfónicas de Cleveland, Dallas, Toronto, Houston y Chicago.

Carlos Miguel Prieto es, desde 2011, el director musical de la Orquesta Juvenil de las Américas -YOA-, hoy una de las orquestas sinfónicas de mayor proyección mundial. Antes, desde su fundación en el 2002, Prieto colaboró con Gustavo Dudamel en la dirección  principal de la YOA.

Esta orquesta se integra con jóvenes músicos de excelencia de todo el continente americano que cada año realiza una gira por todos los continentes de la Tierra. Ganadora ya de un Grammy Latino, sus músicos oscilan entre 18 y 30 años de edad, que representan a más de 25 países del Nuevo Mundo. Su asesor artístico es Plácido Domingo.

La YOA ha realizado giras por Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, Sudamérica, Asia y Europa. Han actuado con ella artistas de la talla de Joshua Bell, Yo Yo Ma, Plácido Domingo, Valeri Gerghiev, Sara Chang, Gustavo Dudamel, por solo mencionar algunos. La YOA graba para Linn Récords, uno de los sellos discográficos más importantes de Inglaterra. El número de sus grabaciones es amplio y de enorme calidad. Se pueden escuchar por Spotify.

Para fortuna nuestra, hoy le toca a México la gira de la YOA.

Estará en Boca del Río, en Orizaba, Puebla, Tlaxcala, CDMX, Guadalajara, Morelia, Guanajuato, Ciudad Valles, San Luis Potosí y Monterrey. Participan en su promoción los ayuntamientos, Esperanza Azteca, el INBA, Patronato de la Sinfónica de Minería, Centro de las Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, Secretarias de Cultura de los estados, Escuela Superior de Música de Monterrey, entre otros grupos y organizaciones civiles.

El programa para Veracruz -jueves 11 de julio. 20 hrs. Foro Boca-, es:

Hominum, de Gabriela Ortiz, compositora mexicana.

Noches en los Jardines de España, de Manuel de Falla: pianista Carter Johnson.

Cuadros de una exposición, de Mussorgsky.

Director: Carlos Miguel Prieto.

El programa para Orizaba -sábado 13 de julio, Auditorio Metropolitano. 20.00 horas-, es:

Concierto para violín, de Beethoven. Solista: Aubree Oliverson.

Cuadros de una exposición, de Mussorgsky.

Director invitado: Paolo Bortolameolli.

¡Bienvenida la YOA a México!

Sin duda, un acontecimiento de talla mundial.