DESDE MI TRINCHERA 220619


Excelsa operación 

Por Diego Victorio 

La Fiscalía General del Estado debía ser meticulosa con el desahogo del operativo, la aplicación del marco jurídico, pero sobre todo con la narrativa que utilizaría para comunicar el suceso, necesitaba ser muy explícita.

 

Se corría el riesgo de que una errónea interpretación sacará del contexto el objetivo real de la operación.

Más aún cuando existen como precedentes dos casos pésimamente operados -política, jurídica y administrativamente-: Arriaga y Amatán.

El tema del cateo a los efectivos de la policía municipal de Huixtla es un caso meramente penal.

En el boletín de prensa nunca hubo un mensaje intrínseco alevoso para causar menoscabo en la figura de terceros, léase edil, síndico, regidores. Tampoco en los hechos.

Se interpretó, sin problemas, que el cumplimiento de la orden girada por un juez era directamente hacia los mandos policiales, así como a la tropa, algunos gendarmes con más de cinco y diez años de antigüedad.

De ellos, tres fueron detenidos por el delito de homicidio calificado: David “N”, Irán “N” y Eduardo “N”.

Se cuidó los flancos, las aristas para que el morbo no fuera a perturbar el fondo del operativo y el mensaje.

El intento de manipulación de los hechos llegó tan pronto como se fue esparciendo la información, sobre todo en redes sociales.

Algunos quisieron concatenarlo con lo ocurrido en Arriaga y Amatán con los ex alcaldes David Parada Vázquez y Manuel de Jesús Carpio Mayorga, quienes fueron relaciones con los homicidios de los activistas Noé Jiménez Pablo y Sinar Corzo.

En el caso de Huixtla si hay acusaciones de homicidios pero es contra tres efectivos de la policía municipal que ya fueron capturados y cuyos nombres cité líneas arriba.

Otros más trataron de enfrentar al edil de Morena José Luis Laparra con el Fiscal General Jorge Llaven Abarca.

Fundamentaban la teoría en unas declaraciones que el presidente municipal hizo -apenas hace una semana- denunciando a ministerios públicos de la Fiscalía General del Estado.

Hipótesis que cae a la primera, pues, de acuerdo a una fuente, las pesquisas contra la corporación de seguridad municipal habría iniciado desde diciembre de 2018.

Quizá nada de esa guerra de especulaciones hubiese ocurrido si no existieran los bochornosos antecedentes de Amatán y Arriaga.

Dos actos con un fuerte olor a sospecha de que se trató de vendettas políticas más que de una aplicación, lisa y llana, de la ley. Al Tiempo.

Comentarios Atrincherados

***Jorge Llaven Abarca, es como esos peces gordos que se van devorando a los de menor tamaño.

Llaven, con resultados, va desbancando a quienes se asumían indispensables para el gobernador Rutilio.

La confianza que Escandón ha depositado en el Fiscal General es motivo ya de celos y patadas bajo la mesa.

*** ¿Qué funcionario recibió un apercibimiento del Tribunal Federal donde le solicita que se abstenga de causar cualquier acto de molestia contra los integrantes del Cabildo de Arriaga?

Las medidas de protección para salvaguardar la vida de los regidores y síndico de ese municipio no se vieron ni en los tiempos del extinto Mariano Herrán Salvati o el temido Nemesio Ponce Sánchez.

Ni hablar.

*** Quienes no bajan su ritmo de trabajo son los titulares de Seguridad y Consejo de Seguridad, Gabriela Zepeda y Sergio Aguilar.

Han cerrado filas en torno al combate frontal a la inseguridad. Bien.

*** Williams Oswaldo Ochoa Gallegos, se va a quedar con las ganas de hacer su sueño realidad: dirigir el Partido Revolucionario Institucional en Chiapas.

Su candidato José Narro Robles, se bajó de la contienda nacional acusando simulación.

***Prepárense porque un cercano a Manuel Velasco Coello, aterrizará en el PRI estatal, en sustitución de Julián Nazár Morales y, antes de que culmine el 2019.