RADIO Y TELEVISIÓN DE VERACRUZ Y CHIAPAS, -Cuarta parte-

Por Manuel Zepeda Ramos 

Rosario Castellanos, Carlo Antonio Castro, Carlos Jurado y Marco Antonio Montero se fueron a trabajar a San Cristóbal, al INI, sobre proyectos culturales para las etnias de Chiapas.

 

Una narradora, un lingüista, un artista y un director de escena, todos talentosos, todos comprometidos, todos en aquella época ya con mucha obra realizada y, lo mejor: todos juntos. Fue una época de su gran productividad al servicio de los culturas originarias.

Allí, Carlo Antonio Castro escribió las gramáticas Tzotzil y Tzeltal. Eso le valió, merecidísimo, el Premio Chiapas. Después regresó a su Casa eterna, la Universidad Veracruzana -de la que es Maestro Emérito-, para seguir formando a muchos lingüistas que hoy trabajan también escribiendo las gramáticas de las lenguas prehispánicas de nuestro país.

Las gramáticas de Carlo Antonio Castro en Chiapas, marcaron un parteaguas, sin duda.

De inmediato, se empezaron hacer periódicos murales con la participación de la escritora Castellanos, del artista Jurado, traducidas por el lingüista Castro en lenguas originales. Pero también  Marco Antonio Montero montó obras de teatro guiñol traducidas por El lingüista Castro. Ese material se iba todos los días a las comunidades indígenas para la práctica del idioma. Poco a poco, los niños y los jóvenes iban aprendiendo a conocer la escritura de su lengua, empezando a leerla con singular asombro. Era cuando la enorme labor de Carlo Antonio Castro en primer lugar, junto a los otros artistas y creadores se volvía gigante, porque estaba al alcance de las nuevas generaciones de tzeltales y tzoltziles el poder perpetuar su lengua como la gran aportación para la conservación de su cultura, su cultura eterna.

Estos trabajos crecieron, tanto, que con el tiempo empezaron a surgir en los altos de Chiapas poetas, narradores, dramaturgos y artistas que, con el tiempo, editaron sus obras que son leídas por quienes ya aprendieron su lengua escrita, desarrollándose un incipiente trabajo editorial que ahora es cimiente para la preservación de las lenguas originales.

Estos creadores, apoyados con las herramientas que estos cuatro artistas crearon, son ya muy importantes para Chiapas y para la literatura surgida de su inteligencia. Son convocados a foros nacionales e internacionales para leer la obra escrita en su lengua original y a traducirla de inmediato al español por ellos mismos.

Ahí está Petrona de la Cruz, dramaturga tzotzil de Zinacantán; Isabel Juárez Espinosa, dramaturga y actriz tzotzil de Aguacatenango; Enrique Pérez López, escritora tzotzil-tzeltal de Chenalhó; Miqueas Sánchez, poetisa Zoque; Jacinto Arias Pérez, antropólogo tzotzil  de Chenalhó, pos doctorado en Alemania; Alberto Pérez López, poeta tzotzil de Huitiupán; Pedro “Buffalo” Pérez Conde, lingüista tzotzil  de Tenejapa, entre muchos otros creadores.

Igual pasa con los creadores veracruzanos. También hay poetas, narradores y dramaturgos, que también son invitados a coloquios nacionales e internacionales.

Lo importante de esto, es que tanto Veracruz como Chiapas poseen sendos sistemas de Radio y Televisión, en donde las lenguas originales de sus respectivos territorios podrían estarse escuchando por medio de diferentes formatos radiofónicos y televisivos, desde simples lecturas de su poemas, narraciones y obras de teatro en atril, hasta producciones completas de dramatizaciones de esas obras, con actores y efectos necesarios que hagan muy atractivo el planteamiento mediático.

Si ya existen libros editados de poemas, narraciones y dramatizaciones, se deben de poner de inmediato en formato radiofónico y/o televisivo, para que lleguen a un público más amplio, en sistemas como estos de Veracruz y Chiapas que tienen amplia cobertura territorial.

La gran obra de rescate en Chiapas, realizada por los grandes creadores ya desaparecidos, -a excepción de Carlos Jurado que deseamos nos dure mucho-, que fue la de crear una escritura y su consolidación en el gusto de quien la debe leer y escribir, puede ahora extenderse con las bondades mil que ofrece la Radio y la Televisión.

En Chiapas y Veracruz, hay o hubieron en tzotzil, tzeltal, zoque y totonaca, noticieros, informaciones necesarias para el mejoramiento de la salud, mensajes agropecuarios importantes, entre otros mensajes.

Es necesario e importante reanudarlos cuanto antes, poniendo en práctica nuevos formatos diseñados con los mismos creadores que pueden convertirse en profesionales de la Radio y la Televisión y en mantenedores indiscutibles de sus lenguas.

Esa es la bondad de la Radio y la Televisión.