HOSPITAL DEL ALMA 270319
Por El Duque de Santo Ton
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Querido Duque:
Quiero saber cómo manejar la angustia que me produjo el enterarme de que los médicos han desahuciado a mi único hijo, no le aseguran ni un mes más de vida.
Afrontar la realidad de su muerte es algo que no sé cómo manejar, la impotencia de verlo sufrir y no poder hacer nada me pone muy mal, necesito ayuda.
Pedro
Tuxtla Gutiérrez
Querido Pedro:
La proximidad de la muerte de nuestros seres queridos, es algo que debe doler por naturaleza, pero duele más si uno se resiste a aceptar lo que es inevitable. Solemos pensar en la muerte como algo terrible, aunque nadie conoce los misterios del destino, y quizás el trance por el que pasa ahora tu hijo es quizás para algo mejor o superior. En estos momentos, él necesita que estés lo más sereno posible. Piensa en eso, en tu disposición como padre que acompaña, siempre allí, con él, hasta el último momento. No dejes de estar con él, háblale, despídanse con cariño, con emoción sincera, no trates de negar la situación.
Querido Duque:
Creo que soy bisexual porque me gusta un amigo que la verdad está buenísimo, pero no sé qué hacer porque de la noche a la mañana me gustó, de hecho me excito cada vez que lo veo o lo tengo cerca. Duque: tengo miedo de ser bisexual porque en mi familia no me aceptarían como soy, la verdad no sé qué hacer, cómo puedo saber si soy bisexual o si no lo soy. También tengo mucho miedo que mis amigos se puedan alejar de mí si soy bisexual. Tengo 18 años y no soy afeminado, todo lo contrario, soy muy varonil.
Rodrigo
San Cristóbal
Querido Rodrigo:
Si te gusta tu amigo y llegas a excitarte sexualmente con su cercanía o con su imagen, no solamente eres bisexual, eres un homosexual hecho y derecho. No hay mucho que investigar, más bien debes aceptar que las cosas son así y ser lo suficientemente “macho” para enfrentar la vida que te tocó vivir. No trates de luchar contra la naturaleza; aunque nuestra sociedad todavía está llena de prejuicios contra la mampada, a ti te gusta el arroz con popote y más vale que aprendas a saborearlo. No te estoy diciendo que grites a los cuatro vientos tus preferencias, pero aprende a camuflarlas y, sobre todo, a disfrutarlas.
Querido Duque:
Mi nombre es Rosa, de 37 años, estoy embarazada de 5 meses, no soy casada y vivo con mi mamá y un hermano. La verdad es que estaba muy ilusionada con mi bebé, tenía la certeza que sería varón, y hasta ya hasta había escogido el nombre: Yago. Por mi edad ya no pensaba tener más hijos, y ayer que me hice la ecografía morfológica, resultó que mi feto es femenino y eso me dio en la madre. El papa de la criatura también se desilusionó, aunque ya tiene dos hijos varones de su anterior compromiso. Mi papá y mi tío también querían que fuera varón, pero el único que está feliz con la beba es el mariquita de mi hermano. La verdad yo estoy muy deprimida y siento que no quiero dar a luz, lo cual sé que está mal pero no sé qué hacer, no puedo evitarlo, me siento angustiada y me siento culpable de sentirme así, no sé cómo recuperar la ilusión y sentir ganas de convertirme en madre de una niña.
Rosa
San Cristóbal
Querida Rosa:
Aunque eres más machista que Pancho Villa, te sugiero que des tiempo al tiempo, te cuides y esperes a que nazca la beba. Muchas veces pasa que la criatura nos mueve cosas con su sola presencia, cosas que uno siente en su contacto, con su cercanía, con su mirada, con su piel. De pronto nos brota la ternura y la terminamos queriendo de una manera que ni imaginábamos. Si después de tener a tu hija en brazos no te despierta el instinto maternal, entonces dala en adopción y consulta a un psiquiatra. Por último quiero decirte que a pesar de tus pensamientos sexistas, debes evitar términos como el de “mariquita”, ese tipo de acepciones dejaron de usarse hace muchos años y el usarlas solamente denota tu ignorancia.
Querido Duque:
Estoy sufriendo un episodio terrible de ansiedad. He tomado tranquilizantes durante muchos años, pero me sometí a un tratamiento de desintoxicación que terminó el mes pasado y el médico me dijo que ya estaba limpio. Sin embargo, la semana pasada empecé otra vez con la ansiedad y la verdad es que estoy desesperada. Necesito saber qué dosis puedo tomar del medicamento que siempre he usado. Me quedan unas pastillas de hace tiempo y estoy tentada a tomármelas, porque cuesta mucho ir a una consulta psiquiátrica, ya he ido a muchas, y tengo manera de conseguir las recetas.
Cielo
Tuxtla Gutiérrez
Querida Cielo:
Creo que no estás actuando correctamente. Para una persona que sufre “episodios” como los tuyos, el auto medicarse es prácticamente un suicidio. Se nota que el psiquiatra al que has acudido no es el mejor y estoy consciente de que necesitas de tus chochos para poder tolerar la vida. Estoy consciente de lo caro que resulta acudir al psiquiatra, pero las mismas medicinas para la ansiedad son carísimas, por lo que trata de buscar a un médico adecuado que te controle y la forma de pagarlo. Advierto en ti mucha depresión, por lo que tu caso es realmente de urgencia. A tu correo electrónico he mandado los datos de una persona que tal vez pueda orientarte mejor que yo, que soy licenciado en derecho.
Querido Duque de Santo Ton:
Yo estoy muy bien casada, mi marido es rico, mis hijos estudian en el extranjero, y yo me dedico al hogar, lo cual es un decir, porque tengo cuatro sirvientas, un mozo, dos choferes y hasta un jardinero. En realidad casi no tengo nada que hacer, y tal vez por eso empecé a tener relaciones sexuales con el mozo, después con los dos choferes y ahora me acuesto casi a diario con el jardinero, aunque de vez en cuando vuelvo a caer con el mozo y con los dos choferes. De todos los hombres de mi casa el único que no me toca es mi marido, al que le gusta andar con niñas menores de 20 años. Yo no me meto en su vida, él no se mete en la mía.
Fernanda
Tuxtla Gutiérrez
Querida Fernanda:
A pesar de que a tu marido no le importe lo que haces, debes tener mucho cuidado, pues una infidelidad comprobada puede servirle a él para pedirte el divorcio necesario y dejarte sin un centavo y en la calle. Te recomiendo que si vas a golfear, no lo hagas con la servidumbre, a la que le paga tu esposo. Revisa tu E Mail, acabo de mandarte algo que seguramente te podrá servir.