HOSPITAL DEL ALMA 210319

Por El Duque de Santo Tón 

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Querido Duque:

Aunque no soy bonita de cara, tengo muy buen cuerpo, pero la verdad es que no tengo suerte en el amor. Me he dado cuenta de que los hombres solo me buscan por mi cuerpo.

Empecé a salir con un compañero de oficina que me atrae,  pero siempre  me pide que me ponga minifaldas y ropa apretada. Al principio me gustó que me dijera ese tipo de cosas, pero ahora siento que me luce como un trofeo. Hace poco fuimos a la boda de unos amigos suyos y me puse un vestido largo, sin escote. Cuando me fue a buscar, me dijo que estaba horrible y me cambiara de ropa porque así no iba a salir conmigo. Me sentí humillada pues no quiero que se me valore solamente como un objeto sexual.

Zulma

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Zulma:

Si lo único bonito que tienes es tu cuerpo, aprovecha lo que Dios te dio y sácale partido. La próxima vez que tu novio se ponga en ese plan, entonces pídele que te compre ropa y escoge algo sensual pero muy caro. 

Querido Duque:

Mi esposo últimamente se ha descuidado mucho, está muy gordo y la verdad ya no me gusta. Él nunca fue delgado ni tenía cuerpo escultural; pero ahora pesa 120 kilos y por más que le he dicho que se ponga a dieta y que se cuide, él no me hace caso. Tenemos 5 años de casados y un hijo precioso, pero ya no tenemos intimidad porque a veces hasta me repugna dejarme tocar por una persona tan gorda. Yo siempre me estoy cuidando, me arreglo para él, pero ya me cansé y quiero dejarlo porque su peso me molesta demasiado. De hecho hasta he pensado en el divorcio.

Maribel

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maribel:

El cuerpo de las personas va cambiando con los años, y por mucho que se cuiden, tanto hombres como mujeres pierden la línea y sus carnes se aflojan. Ponte a pensar en que tú también estás envejeciendo, y que para el gordo de tu marido tampoco ha de ser lo mismo acostarse contigo que con la pollita que conoció antes de ser madre del hijo que tuvo contigo. 

Querido Duque:

Siempre he querido mucho a mis hijos, pero hasta ahora me doy cuenta de que ellos no me corresponden y hasta se avergüenzan de mi trabajo de sirvienta. Hace unos días hubo un festival en su escuela, que es uno de los colegios particulares más caros y bonitos de Tuxtla, y ellos obtuvieron medallas por lo que pedí permiso a mi patrona para poder asistir. Sin embargo, apenas les dije mis intenciones me dijeron que no, que no iban a dejar entrar a los papás de los niños, lo cual es una estupidez porque los festivales los hacen precisamente para los padres. Su oposición para que fuera me hirió muchísimo, y luego supe que uno de sus compañeros me había visto en mi trabajo de criada y se había burlado de ellos. Eso provocó la vergüenza de mis muchachos y yo me siento muy mal.

Marina

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Marina:

Me parece que debes dejar de hacerte la mártir y tratar de entender a tus hijos, quienes asisten a una escuela en la que están en desventaja por su condición social. Ahí radica el problema y no en la reacción de tus hijos, quienes viven la experiencia como niños, y para quienes no ha de ser nada fácil aceptar que mientras las madres de sus compañeros se la pasen en actos sociales y vestidas a la última moda, la de ellos lave ropa ajena y limpie los escusados de otras casas. Sin embargo, el asunto también tiene su lado bueno: conviven con niños de otro nivel social, y ello tal vez les permita refinarse y relacionarse para tener mejores armas para defenderse en la vida, pero todo debe hacerse con inteligencia, sin caer en cursilerías. 

Duque:

Fui a una reunión de amigos y por mi mala copa terminé acostándome con la chica más fea de la fiesta. Es la primera vez que me pasa algo así y ni siquiera es porque sea fea esa chica, sino también porque hice el ridículo. Según mis amigos hasta hice un estriptis y me quité hasta los bóxers. Espero que la fea no se haga ilusiones porque no me interesa como mujer. Ojalá que todos mis amigos se olviden de lo que hice y me dejen de chingar.

Carlos

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Carlos:

Todas las personas que tienen mala copa suelen comportarse como tú lo hiciste, no debes darle tanta importancia, ya que entre más te alteres, tus amigos se ensañarán más contigo. Los escándalos nuevos van dejando atrás los viejos, por lo que al rato ya nadie se acordará de que te encueraste al calor de las copas. Por la fea ni te preocupes, estoy seguro de que ella quedó agradecida pero no ilusionada. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposo se encuentra mal de salud, tiene una gastritis crónica que le causa muchos ardores en el estómago y, por eso, él piensa que tiene cáncer de estómago. Lo he llevado a varios centros pero no lo han ayudado a calmar sus molestias, aunque sí le han dicho varias veces que no tiene cáncer. Sin embargo, mi pobre marido  no duerme en las noches y hace que yo me despierte y, cuando no le hago caso, se molesta porque piensa que no me importa, pero no es así, lo que pasa es que tengo que descansar para trabajar porque él se ha negado a hacerlo desde que se enfermó. Tenemos un hijo de 8 años que nos necesita pero él no comprende. Ya me cansé de tanto rezar para que mi vida se normalice.

Alicia

San Cristóbal 

Querida Alicia:

Con toda seguridad tu marido padece una enfermedad mental conocida como hipocondría, que se define como la preocupación, el miedo, el terror a padecer (o tener la convicción de tener) una enfermedad grave partiendo de la interpretación de ciertos cambios sintomáticos. La preocupación suele persistir a pesar de las exploraciones y explicaciones médicas, por lo que lo más recomendable es que lo lleves con un psiquiatra para que a base de medicamentos y psicoterapias lo haga entrar en razón. Lo malo es que tanto las consultas como la terapia y las medicinas suelen ser carísimas y la seguridad social no las proporciona. Por E Mail te mando la dirección de mi psiquiatra de confianza, que tiene mucha ética y un corazón muy grande, para ver si en algo te puede ayudar él. 

Querido Duque de Santo Ton:

A mi novia le ha dado por vestirse y comportarse como si fuera gerente del Banco Mundial. Últimamente gasta todo su dinero en ropa y zapatos, y la situación ya me está afectando, pues si la conocieras pareciera que tiene un cargo muy importante en alguna empresa, pero no es así: ella trabaja en ventas por comisión. Con decirte que hasta ha cambiado su forma de hablar, siento que ya no es la misma mujer que conocí. Tenemos cuentas que pagar y ella solo está pensando en verse bien e incluso ya ni me quiere ayudar a pagar el departamento que alquilamos entre los dos.

Germán

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Germán:

Tu novia ha aprendido la importancia de verse bien para triunfar en la vida, además del bienestar que produce el sentirse importante. Si a ti no te alcanza el dinero para pagar el costo de tener una mujer cara, entonces búscate una más barata,  tu novia no renunciará a su nuevo estilo.