DESDE MI TRINCHERA 200319

La Caja China 

Por Diego Victorio 

La dignidad, la perdió hace mucho. La honestidad que lo hizo fuerte y taquillero, se esfumó después de protagonizar sendos videoescándalos.

 

Sostenía con alfileres su credibilidad. Ya no, también la dilapida por completo.

Francisco Rojas Toledo, no dimensionó, y quiero pensar que tampoco sopesó la causa- efecto, el boomerang.

La metamorfosis de Rojas es el caldo de cultivo, sin duda, para que su propio karma acabe con él, en el proceso electoral intermedio de 2021.

La mutación, -de ser un real opositor y contrapeso de los gobiernos corruptos, a Patiño y “tirador” del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez-, es la puntilla que cercenará su vehemente intención de ser el sustituto de su hoy mentor Morales Vázquez.

La nueva faceta de testaferro confeso de Carlos Morales Vázquez, es el principio del fin de su carrera política.

En la alcaldía tuxtleca no la están pasando bien, Carlos Morales está reprobado por los ciudadanos, producto de su misma soberbia y errores.

Todo ejercicio demoscópico que se aplique al desempeño del edil conejo arrojará dígitos negativos. Se los firmo.

La percepción del grueso de la sociedad es homogénea: reprueban al presidente municipal, Carlos Morales.

Una fuente consultada confirma que, adentro del edificio municipal hay ya preocupación por la molestia del colectivo.

También han reconocido que, paralelo al escarnio público, existe una legítima ofensiva de los medios de comunicación, que se han convertido en una especie de observatorio social.

Reconocen que la crisis política, social y mediática tiene en terapia intensiva la vilipendiada imagen de Carlos Morales Vázquez.

Entonces debía venir la puesta en escena de una Caja China, como se le conoce en el periodismo o un distractor, como coloquialmente lo llamamos todos.

Y, sí, el acomedido y jocoso Francisco “Paco” Rojas, salió a cuadro para desviar la atención, tratar de detener o al menos atenuar la “majiza” contra Morales Vázquez.

Una denuncia contra el ex alcalde Fernando Castellanos Cal y Mayor ante la Fiscalía General del Estado, era la colosal invención de los asesores de imagen del alcalde capitalino.

No trato de defender a Castellanos, pero la torpeza de Carlos Morales no es suficiente maquillarla con estrategias burdas como la actuación del más destacado dramaturgo de la política aldeana.

Los números negativos que los muestreos le han propinado a Carlos Morales, no son más que la respuesta imparcial del ciudadano que sabe y ha constatado la corrupción que impera en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.

La violación a la Ley de Obra Pública, la falta de transparencia en la asignación de contratos a proveedores, el caso Proactiva, la inseguridad, el nepotismo, los negocios de Jorge Morales Vázquez, hermano del edil, son el espejo.

Y, ahora, la compra de conciencias a opositores como Francisco Rojas Toledo que, pasará como saltimbanqui, de azul a “independiente” y, en breve a Morena.

El voto de castigo es seguro. Al Tiempo.

Comentarios Atrincherados

*** El tema MOCRI, se empezó a cocinar después de la Navidad de 2018. Rutilio Escandón Cadenas, es un versado en leyes, nada podía estar fuera de los protocolos que marcan los cánones.

De acuerdo a información que recabé, el caso MOCRI, fue operado totalmente en la Secretaría General de Gobierno.

Mucho tuvo que ver en el tema el hijo de Ernesto Gutiérrez Villanueva.

*** El subsecretario de Gobernanza, Giovanny Campos Amaya, es un joven con capacidad y leal a sus principios. Su curva de rendimiento va a la alza y, seguramente, en tres años lo veremos en otros escenarios.

*** Jorge Llaven Abarca y Gabriela Zepeda, Fiscal y secretaria de Seguridad, respectivamente, también recibieron estrella en la frente por la labor del fin de semana.

*** Fabiola Ricci Diestel, se bajó de la contienda panista y ayer asumió la Dirección General de Notarías del gobierno de Chiapas. En política no hay coincidencias.

*** En Frontera Comalapa y Villa Comaltitlán hay gobernabilidad y paz social, los alcaldes de esas demarcaciones, Oscar Ramírez y Daniela Choy, hacen bien su chamba.