HOSPITAL DEL ALMA 080319

Por Duque de Santo Tón

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Querido Duque:

Mi pregunta es acerca de la homosexualidad, ya que a veces me parece que lo soy y estoy muy seguro, pero otras veces no tanto. También he pensado que hay gente que disfruta de su sexualidad sin ponerse etiquetas. ¿Qué me recomiendas, definirme o no? Manuel.

 

Cintalapa 

Querido Manuel:

Si tienes dudas, definitivamente creo que sí eres gay, pero auto etiquetarte solamente sirve para alimentar tus propios prejuicios. Debes vivir tu sexualidad de manera natural, sea cual sea tu orientación, siempre desde la aceptación de ti mismo, sin tenerle miedo a la putería.

Querido Duque:

Quiero decirte que mantuve una relación de muchos años con un hombre, y solo en un par de ocasiones conseguí un orgasmo por penetración, esta dificultad la atribuí a que la relación con mi pareja no iba bien y decidí dejarlo. Ahora estoy saliendo con otro señor que me encanta, que me vuelve loca, las cosas van súper bien, pero solo he conseguido un par de orgasmos con penetración en año. Este hecho me preocupa, porque si me excita y soy capaz de conseguir orgasmos cuando me practica sexo oral ¿qué me sucede con la penetración?

 Flor

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Flor:

Una de cada cuatro mujeres no consiguen tener orgasmos a través de la penetración, pero sí a través de otras vías. Lo importante no es el medio con que se llega al destino, ni el destino en sí en ocasiones. Lo más importante es la relación sexual placentera, así que déjate de chocanterías y disfruta del sexo como mejor te acomode. 

Querido Duque:

Conocí a un muchacho argentino por Internet y me enamoré de él. A diario nos la pasábamos horas y horas platicando por el Whatsapp, hasta que él me propuso viajar a Buenos Aires para conocer a su familia y posteriormente casarnos. Mi papá se opuso pero a mí no me importó, porque ya tenía más de 40 años, y renuncié a mi chamba en gobierno, vendí mi carro y me fui a la Argentina. Nunca lo hubiera hecho, mi novio solamente me usó sexualmente, me despojó de todo mi dinero y jamás me presentó a su familia. Como pude volví a Chiapas pero estoy muy deprimida, mi autoestima está por los suelos y ya no sé qué hacer. No tengo amigos ni dinero ni coche propio, además de que soporto todos los reproches de mi papá, que no se cansa de decirme “te lo dije”.

Leila

San Cristóbal 

Querida Leila:

No pierdas el tiempo en arrepentimientos, estás a punto de cumplir 50 años y lo que debes hacer es disfrutar la vida ahora que puedas. La decisión que tomaste tal vez no fue acertada, pero conociste argentina, te merendaste al tipo y ahora no te queda más remedio que empezar de nuevo. En realidad no obtuviste lo que esperabas, pero no volviste con las manos vacías, así que sonríele a la vida, búscate un trabajo y si te gustan los extranjeros, lígate uno, que San Cristóbal está lleno.

Querido Duque de Santo Ton:

De todos los hermanos de mi mamá, solamente uno se quedó soltero y vive con mi abuelita, que es viuda. Bueno, Duque, te escribo porque confirmé lo que ya todo mundo pensaba: mi tío es gay y tiene novio. Nunca lo ha dicho y atribuye su soltería al destino, pero la verdad es que le gusta el arroz con popote; yo me lo encontré en un antro y él no me vio, pero yo lo miré bien trincado con un muchacho. Pienso contárselo a toda la familia, especialmente a mi abuelita, porque se me hace injusto que ella ignore que vive con un sodomita ¿qué tal que le pega el SIDA?

Sonia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Sonia:

Me parece que te meterás en un problema del cual difícilmente podrás salir. La vida de sexual de las personas es un asunto privado que no atañe más que a los involucrados y que los demás deben respetar. Tu deseo de proteger a tu abuela se me hace idiota porque nadie conoce mejor a sus hijos que sus padres, así que no creo que le salgas con ninguna novedad a la vieja. Por último, déjame decirte que el ser gay no significa estar enfermo de SIDA, ni siquiera ser seropositivo. Vaya que eres ignorante ¿eh, Sonia? 

Duque:

Estoy enamorada del novio de mi mejor amiga y haría lo que fuera para que él termine con ella y se enamore de mí ¿me podrías recomendar algún encantamiento?

Mirta

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Mirta:

A las doce de la noche, en luna llena, enciendes una vela morada, y tomas dos limones, uno muy grande y otro muy pequeño. Al grande le escribes con plumón rojo el nombre del novio de tu mejor amiga, y al pequeño le escribes el nombre de ella. Luego pones el limón pequeño en el suelo y lo pisoteas con mucho coraje hasta que le exprimas todo el jugo y lo dejes seco. Así como se secará el jugo del limón pequeño, así se secará el amor que el novio de tu amiga siente por ella. Después de eso, introduce el limón aplastado en un frasco de vidrio, tápalo y ponlo un minuto al calor de la vela mirándolo con odio. Guárdalo en un lugar oscuro. Al segundo limón, al grande, lo pones al calor de la vela, sin quemarte, y repites: “fuego que todo lo purificas, destruye el amor que mi hombre siente por esa perra”. Apagas la vela y le clavas alfileres al limón en toda la piel, repitiendo el nombre del muchacho que te gusta. Hecho esto, lo guardas en una cajita durante seis días y después lo sacas y lo tiras a la basura. Para entonces ya se habrán secado tanto el limón como el amor que el novio de tu amiga sentía por ella. Al limón del frasco aviéntalo a un caño, al río Sabinal o a algún otro lugar del que sepas que está contaminado con materia fecal. No falla. 

Querido Duque de Santo Ton:

Aunque soy rubia y tengo bonito tipo, toda mi vida he sido pobre. Tanto, que jamás había ido a un restaurante caro. Por eso me sentí contenta la otra tarde, cuando unas primas, cuyo papá es político, me invitaron a comer a un restaurante de esos muy elegantes. Ellas llegaron muy seguras de sí mismas, se sentaron y llamaron al mesero por su nombre y le pidieron que les llevara unos Cosmopolitan. Yo no sabía qué era eso y como nadie me explicó, pedí una coca cola. A la hora de ordenar me quedé sorprendida con los precios. Los platillos estaban carísimos, todo costaba más de trescientos pesos y a mí me dio mucha vergüenza con mis primas. Ellas ordenaron mariscos, sopas y cortes de carne y yo no sabía qué pedir, hasta que me decidí por un pollo a la parrilla con papas fritas, que era lo más barato. Mis primas comieron tanto que ya no pidieron postre y yo me quedé con ganas de probar un pastel muy rico con salsa de frutos rojos. Sin embargo, mis primas pidieron la cuenta y nos fuimos. Me pasaron a dejar a mi casa y yo me quedé con la sensación de haber ido a un restaurante caro sin haber ido.

Selene

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Selene:

Realmente no sólo eres pobre, sino que piensas como pobre, que es lo peor. En primer lugar, si tus primas te invitaron, las preocupadas por la cuenta deberían haber sido ellas, no tú. Si no conocías los tragos Cosmopolitan, hubieras pedido uno y si no te hubiera gustado podrías haber pedido que lo retiraran sin ningún problema. Por otra parte, era tu oportunidad para ordenar lo mejor de la casa que, por lo general, es lo más caro. El hecho de que tus primas no hayan querido comer postre no debió ser impedimento para que pidieras tu pastel aunque las nenas hubieran tenido que esperar a que te lo terminaras.