DESDE MI TRINCHERA 070319

¿Complicidad de alcaldes con bandas delictivas? 

Por Diego Victorio 

En teoría el modelo de combate a la inseguridad debería ser interinstitucional, en colaboración estrecha.

 

Pero no, existe un cuello de botella que no permite que el esquema se complete, que no haya una labor conjunta.

Y, son las policías municipales las que contrastan a la hora de aplicar la metodología, estrategias y operación de ataque.

Son rudimentarias.

¿Por qué? Porque los presidentes municipales han dicho NO a las mesas de seguridad.

Sospechosamente se han manifestado en contra de la retroalimentación e intercambio de información.

Le huyen al cónclave donde participan fuerzas federales expertas en la materia, como la Marina y el Ejército.

Cualquiera, sin morbo, leería que, los presidentes son faltistas reincidentes, porque blindan al hampa.

Que quizá adquirieron algún tipo de compromiso en campaña con las bandas delictivas y que con esa actitud devuelven el favor.

Pareciese que los ediles -que han sido omisos a los llamados del Fiscal General y del propio Gobernador del Estado-, fuesen cómplices de las bandas criminales, que atracan a rienda suelta.

Y es que la suspicacia se vuelve tan natural a la hora de escudriñar la aritmética.

Los municipios con mayores índices de delincuencia son los que, “coincidentemente”, no participan en las mesas de seguridad.

Ejemplos sobran. Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, Comitán, Suchiate, Unión Juárez, Cacahoatán, etcétera.

De acuerdo al parte de novedades que los regimientos de la Secretaría de la Defensa Nacional envían a las autoridades fiscales y preventivas, destacan más de cuarenta presidentes municipales desidiosos.

Un foco rojo, por ejemplo, es Cacahoatán, demarcación municipal colocado entre los diez más inseguros.

Y, si, su alcalde el priista Julio Calderón Sen, es indiferente a las acciones de seguridad que mandata Andrés Manuel López Obrador.

A bote pronto podríamos especular que, el veto de Sen a las mesas de seguridad, es por ideología partidista y, per se va a desaprobar todo que venga del escritorio de López Obrador.

Hipótesis que nadie compraría en su natal Cacahoatán.

Carlos Morales Vázquez, edil de la capital de Chiapas es otro munícipe que ha desaprobado la estrategia del gobierno federal y estatal.

Como respuesta Tuxtla Gutiérrez ha mutado de ciudad segura, en calma a un pandemonio.

Tapachula, es en estos momentos, la más insegura y, su edil, en respuesta, acusa a la prensa de la ola de atracos y homicidios.

A manera de colofón y parafraseando al gran mimo de México, Mario Moreno “Cantinflas”, les puedo asegurar que, ¡ahí está el detalle, chato!

Al Tiempo.

Comentarios Atrincherados

*** Los que si coordinan esfuerzos son el delegado de la FGR, Alejandro Vila y el fiscal General, Jorge Llaven Abarca.

Esa si es buena noticia.

*** El saldo de una balacera en Suchiate fue de cuatro muertos. Según reportes, todo apunta a que bandas antagónicas de criminales guatemaltecas fueron las protagonistas.

*** En verano habrá en Chiapas renovación de dirigencias estatales de partidos políticos como el PRI y Morena.

La del Revolucionario Institucional será un correlato de lo que suceda en la elección nacional, por lógica si el grupo de Manlio Fabio Beltrones logra vencer, está por demás decir que en la aldea será Williams Ochoa Gallegos el dirigente.

Si Alejandro Moreno Cárdenas, se alza con el triunfo, entonces será una ficha de Manuel Velasco Coello el mandón en el PRI estatal.

Y, así sucesivamente, Ulises Ruiz, por ejemplo, regresaría a su amigo José Antonio Aguilar Bodegas, al partido de sus amores.

Dónde no se ven contrapesos internos es en Morena, pues en palacio estatal el gobernador Rutilio Escandón ha dicho que será respetuoso de la vida interna de los institutos políticos, incluso del suyo.

Bajo esa premisa sexenal, el amo y señor del Movimiento de Regeneración Nacional será José Antonio Aguilar Castillejos, quien tiene el mayor número de consejeros.

Aguilar Castillejos, no creo que sea tan valiente como para hacer lo que se dice tras bambalinas: imponer a su pareja como lideresa, estaría violando los preceptos obradoristas. ¿O no?