ISLAS MARÍAS, ¿POR QUÉ EL PRESIDENTE CLAUSURÓ ESTA CÁRCEL? Segunda parte

Por Mtro. Julio César Cué Busto 

Es obvio que para decidir la terminación de la actividad penitenciaria de las Islas Marías, nuestro Presidente de la República Lic. Andrés Manuel López Obrador no nada más tomó en cuenta toda la barbarie de las primeras décadas de la Colonia Penal, pues comentó lo del motín acontecido en febrero del 2013, por lo que se concluye que analizó también la época contemporánea, y con todos los elementos de juicio determinó el cierre del Complejo Penitenciario Islas Marías.

 

Procederemos a puntualizar de manera sucinta diversas situaciones que acontecieron en los últimos tiempos de ese apartado archipiélago, sin dar nombres ni fechas, una disculpa de antemano para los que haga recordar malos momentos. Como ya se ha comentado de todo ha habido en Islas Marías, pero lo innegable es la desfachatez que tuvieron en su momento los mandos superiores para designar como directores de la Isla, a personas que francamente por decir lo menos, parecían no muy estables mentalmente. 

Ha habido de todo, como cuando un director instaló "Galleras", y se ponía a organizar Torneos de Peleas de Gallos, en donde él participaba con sus gallos, otro, autorizó la entrada a la isla de caballos cuarto de milla, y organizaba y promocionaba Carreras de Caballos, entre la cuadra de la dirección y los caballos de los campamentos; eso sí, toda actividad de gallos y caballos con sus respectivas apuestas.

Hubo directores que organizaban su grupo de mujeres, con dos opciones, las internas o las esposas de los internos, o ambas, a quienes ponían de edecanes, para todo evento, ceremonia o fiesta. Quién no recuerda a un director que le tenía prohibido a la población penitenciaria le dirigieran la palabra, o solicitar audiencia en su oficina.

Hubo algunos otros que iban descaradamente a enriquecerse, montando su propia empresa de pesca y captura de caracol. Sin olvidar que estos directores "empresarios" a esos niveles, tenía que contar con la complicidad de sus superiores jerárquicos. Instalación de negocio para la exportación de carne de burro. Los recursos maderables también estuvieron en la mira de algunos de esos voraces directores.

Tiene poco tiempo que incluso las autoridades se auto-vendieron la producción total de la Camaronera, existe en la isla María Madre un área para producción de camarón. Ha habido directores que privaban prácticamente de su libertad a algún empleado, al no firmarle su autorización de salida de la isla María Madre, era a capricho del director en turno decidir quién podía abandonar la Isla.

En una ocasión hubo un director que se sentía "iluminado". Decía que venía un cambio a nivel mundial y que en la isla se iba iniciar esa transformación, por las vibras que ahí existían por un antiguo Volcán.

Otro director salía en la noche con algunos custodios y se embozaban para que no fueran reconocidos y entraban a los espacios de los internos, para golpearos y amenazarlos que les iba a ir peor si seguían dando problemas. Había otros directores que preferían se muriera el interno en los casos de emergencia médicas, que tener que pagar la llevada del interno grave en una avioneta alquilada.

También se sabe de directores que cometieron abusos con las internas. Existieron directores, que aunque ya estuvieran alguien de la población penitenciaria en tiempo para poder solicitar algún beneficio preliberatorio, por su sola voluntad no realizaban ningún trámite.  Hubo un director que no sabía sacar de manera correcta las cuentas para el cumplimiento de penas de prisión simultáneas, e imponía su equivocado razonamiento.

Hubo algunos directores que extorsionaban a los internos artesanos, y por cada domino o ajedrez que elaboraba, los obligaban a que tenía que hacer otro para la Colonia, bajo el argumento que la madera era de la Colonia Penal.

Durante mucho tiempo el Consejo Técnico resolvía en mantener en las áreas de castigo conocidas una como "La Borracha", y otra como "Marina", que se encontraba dentro del destacamento de la Infantería de la Armada de México, a internos que no "pasaban" los exámenes que les aplicaban cada tres meses para ver si ya estaban arrepentidos de su mal comportamiento, muchos de ellos permanecían sancionados más de un año. Los exámenes que les hacían eran similares a los de "Estudio de la Personalidad".

En fin, las arbitrariedades que hacían algunos malos directores en las Islas Marías fueron muchas, pero se da por terminada la leyenda negra que mantuvo sistemáticamente violaciones de derechos humanos a todos en general, tanto internos como empleados, esperemos que se purifique el Archipiélago con las  actividades de promoción, capacitación y protección correcta y adecuada del bien ambiente.