HOSPITAL DEL ALMA 180119
Por El Duque de Santo Ton
(Consultas gratis: [email protected])
Querido Duque:
Tengo 17 años, pero siento que ya no tengo motivos para seguir viviendo. Nadie lo entiende, cada día que pasa es peor. No sé qué hacer y creo que estoy entrando en una depresión silenciosa.
Todo el mundo me dice que no sea payasa, que disfrute la mejor edad de la vida pero lo único que quiero es morir.
Myrna
Tuxtla Gutiérrez
Querida Myrna:
Lo primero que debes hacer es entender que estás enferma. Ese fúnebre estado de ánimo que manifiestas no se debe a las circunstancias que te rodean, sino a una afección psiquiátrica que influye tu forma de percibir las cosas. Lo malo es que se trata de una enfermedad que no se nota, y por lo tanto quienes te rodean son incapaces de notar tu sufrimiento que puede llegar paralizante o llevarte al suicidio. Busca apoyo psiquiátrico, te urge, aunque al ser menor de edad y carecer de medios te resultará difícil. Voy a mandarte a tu Email el número del celular de mi psiquiatra de confianza, tal vez él pueda orientarte.
Querido Duque de Santo Ton:
Desde que nos informaron que van a cerrar la empresa en la que trabajo, y que solamente volverán a contratar a los mejores elementos para un nuevo proyecto, todos los compañeros tratan de opacarse los unos a los otros, de meterse el pie y hasta de darse puñaladas por la espalda ¿cómo se llama ese fenómeno?
Andrés
San Cristóbal
Querido Andrés:
Se llama canibalismo.
Duque de Santo Ton:
Hace un mes empezó a trabajar en mi casa una sirvienta nueva, y casi desde que llegó empecé a tirarle buscapiés hasta que terminé haciéndole el amor en su cuarto. De hecho, cada vez que regreso de trabajar, si mis padres ya están dormidos, cenó algo en la cocina y me voy derecho al cuarto de la muchacha. Ella ya sabe lo que quiero y se deja besar y manosear antes de que la penetre. Lo único que no me gusta es que me insiste en que tengamos sexo sin condón, pero yo me niego porque si hasta con mi novia uso protección, con mayor razón debo hacerlo con la criada ¿no te parece?
Julián
Tuxtla Gutiérrez
Querido Julián:
Los melodramas de las sirvientas que asechan al joven de la casa para tenderle una trampa y entrar en la familia mediante un embarazo furtivo ya pasaron de moda, pero no está de más recordarte que en estos tiempos, si no tienes una sola pareja estable (caso rarísimo en nuestra sociedad), siempre debes usar condón.
Querido Duque de Santo Ton:
Desde que descubrió que podía ver videos pornográficos en su celular, mi marido se la pasa mirándolos de manera obsesiva. Al principio no le di importancia al asunto, pues pensé que pronto le pasaría la novedad y asunto arreglado. Sin embargo, cada vez es más el tiempo que pasa encerrado en el baño repasando sus videos porno, y yo nada más escucho los gemidos de los actores que participan en ello. Duque, la cosa es enferma: poco a poco me fui dando cuenta de que las voces y los gemidos son todos masculinos. Por vergüenza no le pregunto pero sospecho que mi marido es homosexual y se masturba viendo películas de hombres haciendo el amor.
Lucía
Tuxtla Gutiérrez
Querida Lucía:
La adicción a la pornografía está muy asociada con la homosexualidad, y la forma sigilosa con la que tu esposo disfruta de sus videos implica que está tratando de esconder algo de ti. Mantente alerta si tu hombre no quiere meterse en Internet o contestar llamadas en tu presencia. Los mensajes de texto y los Whatsapp son muy usados por los mariposones para comunicarse y para masturbarse mediante video-llamadas. Yo te recomiendo que lo encares y lo cuestiones sobre sus verdaderas preferencias sexuales, que en realidad son obvias. No sientas vergüenza, se trata de tu vida íntima y la mejor forma que tienes de protegerte es con la verdad y poniendo las cosas claras.
Duque de Santo Ton:
Tengo 22 años de edad y estoy enamorado de una mujer mayor que yo, que trabaja conmigo en una oficina. Ella tiene 53 años pero se ve muy cuidada, tiene buen cuerpo y buenas tetas, además de siempre huele riquísimo. La cosa es que la vieja y yo hemos tenido sexo ya varias veces, y me dice que me ama pero es de esas locas que coquetea con todo el mundo, lo que me pone y celoso porque siento que la amo. Trato de muy olvidarla pero no puedo. Al principio pensé que solamente estaba enculado, pero me fui enamorando poco a poco de verdad. Ella es casada, pero me dice que ya no quiere al marido, un diabético que antes la golpeaba pero que ahora ni la toca y parece que ahora ella se está vengando. Con la ruca conocí el sexo anal y muchos placeres más que me hicieron enamorarme de ella y ahora no se qué hacer.
Ignacio
Tuxtla Gutiérrez
Querido Ignacio:
Me parece que esa relación, como aventura, te ha dado bastantes placeres, pero también creo que es momento de ponerle fin. Busca a una chica de tu edad, sin compromisos, y olvídate de esa vieja que por el simple hecho de ser tu compañera de trabajo y estar casada podría meterte en serios líos. No vale la pena.
Querido Duque:
La semana pasada fui a la despedida de soltero de un amigo. Después de la media noche llegaron al departamento unas pirujas que nos bailaron, se desnudaron y después se nos ofrecieron para tener sexo. Yo no quise entrarle, pero me sorprendí cuando uno de los que se ofreció para acostarse con una de las golfas fue mi amigo, el futuro casado al que estábamos despidiendo de la soltería. La verdad es que él ni siquiera estaba tan borracho. Me imagino que pensó: “voy a estar con una mujer para toda la vida, esta va a ser mi última travesura”. A mí, en lo personal su actitud se me hizo idiota, pues se supone que si está comprometido con mayor razón debería serle fiel a su novia ¿Para qué casarse entonces?
Manuel
Tuxtla Gutiérrez
Querido Manuel:
La verdad es que ese tipo de asuntos son muy personales y obedecen a cuestiones de tipo moral y ético. No esperes que los demás se comporten como tú lo harías en lugar de ellos, pues cada quien sigue a distintos esquemas de comportamiento, y meter las narices solamente te generaría problemas.
Querido Duque:
Me cansé de vivir siempre a la sombra de mi esposo. Desde que empecé a trabajar quiero estar sola y comenzar de nuevo, pero todo el mundo me hace sentir como la villana de la historia. Soy una mujer joven, en cambio mi marido ya está casi acabado, no solo físicamente, sino que no quiere salir y todo lo ve difícil. Mis hijas ya están grandes, una tienen 15 y 17 años. Creo que es el momento de dedicarme a mí, porque por mucho tiempo estuve solo pendiente de ellas y del infeliz de mi esposo. La verdad es que tengo muchas cosas por hacer, ahora que estoy trabajando es como si hubiera renacido.
Isabel
Tuxtla Gutiérrez
Querida Isabel:
Por muy joven que te sientas, ya eres una mujer madura y dependes emocionalmente de tu familia. Si sigues con esa actitud de autosuficiencia, terminarás enredándote con otro oficinista como tú, y todo lo que te has esforzado en construir se vendrá abajo. Si de plano es mucha tu calentura, acuéstate con uno. Dos o tres hombres distintos a tu marido, pero de forma discreta, sin que nadie se entere. Has invertido mucho tiempo en ese matrimonio como paradejarlo venirse abajo.