HOSPITAL DEL ALMA 150119

El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected])

Querido Duque de Santo Ton:

Mi mamá pertenece a una familia muy conocida del este de Estados Unidos, y tiene la mentalidad muy abierta, todo lo contrario a mi papá, que es tuxtleco de ideas muy conservadoras.

Fue por eso que él nos abandonó cuando yo era muy niña, aunque jamás nos ha dejado de proveer lo necesario para vivir bien y hasta un coche me regaló cuando cumplí 18 años. Mi madre y yo vivimos en una buena casa, tenemos sirvienta y yo estudio en la universidad más cara de Chiapas, pero vivo atormentada porque mi madre se comporta como una cualquiera. Se acuesta con los hombres que se le da la gana y los mete a su cuarto para tener sexo. No sabes lo feo que siento cuando la oigo gemir de placer y pedir más, que le metan más el pene. Por vergüenza no se lo cuento a nadie, pero la verdad es que ya no aguanto más. Sólo bastan unos tragos de más para que mi mamá meta a la casa al hombre que conoció ese día y al que no vuelve a ver más, porque se niega a tener una relación estable ¿qué puedo hacer?

Wendy

Tuxtla Gutiérrez

Querida Wendy:

Esa mentalidad abierta de tu madre es un peligro mortal, pues el meter a desconocidos a la casa para tener sexo no solamente la pone en peligro a ella sino a ti también. Uno nunca sabe qué es lo que asecha detrás de la imagen de un tipo con cara de buena persona. Está bien que no se lo cuentes a todo el mundo, pero urge que platiques con tu padre al respecto, pues él debe estar enterado de los riesgos a los que te expone tu madre y tomar cartas en el asunto. Recuerda el adagio de que “el que paga manda”, por lo que tu papá tiene todo el poder para poner el orden.

Duque de Santo Ton:

Hace muchos años conocí a un tipo más o menos de mi edad, pero de condición muy, muy humilde. Sin embargo, el fulano es inteligente y logró abrirse paso en la vida. Ahora tiene dinero y maneja varios negocios, lo cual hace con mucho tino. Seguimos siendo amigos, por lo que puedo ver la manera en que ha cambiado y debo confesarte que cayó en el estereotipo del “nuevo rico”. Lo primero que hizo fue divorciarse de su mujer para casarse con una güera teñida y golfísima, y a sus empleados los trata como si fueran esclavos, además de que les escamotea el dinero al que tienen derecho por su trabajo. Además, siempre procura tener a un joven blanco y bien parecido como asistente, para humillarlo frente a todo el mundo y demostrar el poder que tiene, aunque él es muy prieto, casi negro, algo así como “la revancha de Moctezuma” ¿no te parece muy enfermo?

Sebastián

Tuxtla Gutiérrez

Querido Sebastián:

Como bien lo sugieres, los nuevos ricos no pueden evitar sacar a relucir sus complejos porque pueden hacerlo. Las ostentaciones de dinero y poder tratan de cubrir los agujeros que las carencias dejaron en su personalidad, pero no les vale de nada porque ese tipo de problemas se combaten de otra manera.

Querido Duque:

Todas mis amigas se burlaban de mí por conformista, ya que yo no quise salir de Tuxtla para estudiar la carrera profesional, además de que mi familia no tenía el dinero necesario para hacer ese tipo de gastos. Todas mis compañeras se fueron a estudiar a Puebla, a México, a Querétaro, a Guadalajara o a Monterrey y yo me quedé aquí. Me inscribí en la UNICACH y me casé con un infeliz, bueno para nada, que en lugar de darme un mejor nivel de vida, me llenó de hijos y me volvió más pobre. Sin embargo, jamás me ha sido infiel ni ha dejado de cumplir con sus obligaciones, mientras que mis amigas, todas con maestrías o doctorados, se casaron con hombres importantes que las abandonaron o les ponen los cuernos. Es entonces que pienso en que tomé la mejor decisión de mi vida al quedarme en Tuxtla y conformarme con lo que tengo.

Maricruz

Tuxtla Gutiérrez

Querida Maricruz:

No le des más vueltas, comparar tu vida con la de los demás es una soberana idiotez, pues a todo el mundo las oportunidades se le presentan de distintas maneras y cada quien decide si las toma o no. Sin embargo, me parece bien que valores la vida gris y barriobajera que te da el pelagatos de tu marido.

Duque de Santo Ton:

Tengo un amigo que es de un rancho cercano a Villaflores, y me invitó a pasar allá el fin de semana. Él y yo nos quedamos solos en su cuarto, y todo hubiera estado tranquilo si no fuera porque de madrugada me despertó el ruido que hacían unos caballos. Mi amigo no se despertó pero yo sí, y me asomé por la ventana para ver de qué se trataba el escándalo. Me quedé helado cuando vi al padrastro de mi amigo, un hombre fornido y con aspecto de ranchero, fornicando con un caballerango. La verdad es que me dio tanta curiosidad que no pude dejar de observarlos. Al amanecer, la mamá nos llamó a todos a desayunar y el padrastro de mi amigo se comportó como si fuera todo un machito pero en realidad no lo es. Se lo iba a contar a mi amigo pero por discreción, preferí callar.

Genaro

Tuxtla Gutiérrez

Querido Genaro:

Le hubieras dicho lo que viste a tu amigo para que te platicara bien el chisme ¿total? , el tipo es su padrastro no su papá. 

Querido Duque de Santo Ton:

Estoy muy enamorada de un muchacho guapísimo, y la primera noche que salimos, fuimos a cenar, a bailar y terminamos en un motel. El problema fue que jamás logró llegar a tener el pene lo suficientemente erecto como para penetrarme y se la tuve que chupar hasta que se vino en mi boca ¿piensas que sea gay?

Eugenia

Comitán

Querida Eugenia:

Yo no creo que a tu pretendiente se le vaya la cocha al monte, aunque no me das suficientes datos para saber si sea cierto o no. Lo que sí es seguro es que ese hombre padece disfunción eréctil, un problema que puede aquejar a cualquiera, independientemente de su edad o preferencias sexuales. Me llama la atención el que tú seas de las que se mete todo en la boca desde la primera cita.

Duque de Santo Ton:

Quisiera conocer a un hombre casado, con ganas de tener relaciones íntimas con una señora madura y de buen ver. Prefiero que sean jóvenes y requiero que estén casados y que sean musculosos y muy higiénicos. Estoy dispuesta a pagar por los servicios recibidos.

Andrea

Tuxtla Gutiérrez

Querida Andrea:

Últimamente tantos hombres han perdido sus empleos, que seguramente encontrarás quien se apunte en la lista.