LAS RENUNCIAS NO SE PIDEN, Y MUCHOS MENOS SE EXIGEN “FÓRMULA MÁGICA ÚNICA, RESPETO A LA LEY”

Por Mtro. Julio César Cué Busto 

La diferencia entre el recién finiquitado régimen de gobierno que se niega a morir y la administración federal actual, debe y tiene que ser enorme. La Cuarta Transformación deberá ser implementada, desarrollada y consolidada exclusivamente sobre la base de la legalidad que debe caracterizar todos sus actos.

 

La llegada de los funcionarios Lópezobradoristas no debe quedar manchada por algunas inconsistencias, o irregularidades, que más bien se produce por la falta de conocimiento jurídico para finiquitar una relación laboral de empleado de confianza con el gobierno entrante, que por otra razón.

Lo primero es no andar pidiendo o exigiendo renuncias incluso grupales, después se tiene que hacer todo un plan para depurar las instituciones o dependencias, todo debidamente proyectado. No es correcto que los nuevos funcionarios amlistas como primera línea de acción para conseguir lo más pronto posible las renuncias de los que consideran indeseables, quieran emplear amenazas o presión para lograr su meta; ya que eso, es definitivamente ilegal.

La renuncia es un acto personal y estrictamente voluntario, no se lo puedes pedir a nadie y menos exigirla. El Antiguo Régimen, siempre se distinguió por lo arbitrario e injusto, aprovecharon al máximo las claras deficiencias de nuestro Universo Jurídico Nacional. En esta ocasión todo debe ser diferente.

Hagamos un ensayo sucinto de las líneas de acción para lograr ese fin de depurar una dependencia, tomando como referencia la Fiscalía General de la República (FGR) la cual se encuentra sometida a un doble ciclo, uno la llegada de los nuevos funcionarios y otro la transformación de procuraduría a fiscalía. Esto último delicadísimo, por el riesgo que representa que esta metamorfosis sólo quede en otro insulso cambio de nombre y triunfe como siempre triunfó en el Antiguo Régimen, el más puro y clásico Gatopardismo.

Para la identificación del personal rescatable que deba pasar de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) a la FGR dentro del área sustantiva de la función ministerial, se debe implementar mecanismos sencillos y agiles que permitan respetar en todo momento el derecho al trabajo y a la presunción de inocencia; ya que, sería un error garrafal quererlos someter a la totalidad de exámenes potencializados que practican los Centros de Control de Confianza.

Como mecanismo innovador para identificar a los probables candidatos a la transición de PGR a la FGR, se sugiere entrevisten a las personas de la sociedad civil que hayan tenido contacto con el servidor público por cuestiones de trabajo, cuestionándolos cuál fue el comportamiento de dicho empleado.

Con relación a los candidatos a recién ingreso de la FGR, pudiera ser entre otros; salir a buscar esos servidores públicos que ya andan por ahí, en algún recoveco laboral, que no les han dado la oportunidad de sobresalir, sólo por ser honestos y no prestarse a componendas, lo hacen en otras áreas; es lo que sería, por medio de “buscadores de talento”, localizar personas que cubran el perfil de honestidad y capacidad. 

Recibir propuestas de las instituciones educativas relativas a la materia, Barras Colegios o agrupaciones civiles de abogados o licenciados en derecho, para ocupar el cargo de Fiscales del Ministerio Públicos de la Federación; eso sí, una vez seleccionado y reclutado todos a capacitarse a fondo.

Una más, pudiera ser contar con la participación de la sociedad (colectivos o particulares), para que por medio de las redes se reciban sugerencias de nombres que consideren pudiera ser servidores públicos honorables.

Una de las estrategias mínimas indispensables para lograr una correcta depuración o la evitación del ingreso de malos elementos es analizar a conciencia una posible incoherencia patrimonial de todos los candidatos de recién ingreso o de transición de PGR a FGR.

El listado de requisitos para ingresar a la FGR debe ser sencillo. Las estrategias y políticas para seleccionar al personal que subsista de una institución desaparecida a la recién creada, o los de recién ingreso no pueden tener un matiz arbitrario. Se necesita reducción de requisitos y simplificación de los mismos, por mecanismos agiles y modernos, que den otro panorama distinto al actual.

Hay cientos o más bien miles de personas dispuestas a pertenecer a la Fiscalía General de la República, con principios y valores firmes, el problema es que con los mecanismos actuales de selección y reclutamiento, se garantiza lo contrario, el ingreso de bandidos ya hechos o por hacerse.