PALABRA DE DUQUE 221218

 

La Estrella Suicida 

El día en que Rita Macedo se quitó la vida 

Bella, elegante y glamorosa, Rita Macedo en realidad vivía triste, angustiada, no podía dormir… 

Por Julio Domínguez Balboa 

Rita Macedo, nacida en la Ciudad de México en 1925, se llamaba en realidad María Concepción Macedo Guzmán, y jamás pudo superar el hecho de que siendo muy niña, sus padres se divorciaran, el padre la abandonara y la madre, la reconocida escritora Julia Guzmán, la recluyera en internados para poder dedicarse de lleno a las letras. Se dice que desde entonces, la futura estrella del cine mexicano enfermó para siempre de una depresión galopante de la que jamás salió, aunque aparentara lo contrario.

 

Uno de sus papeles más memorables, fue el de Patricia Terrazas en “Ensayo de un crimen”, película filmada en 1955, dirigida por Luis Buñuel, coprotagonizada por Miroslava Stern y Ernesto Alonso. En ella, Rita Macedo encarna a una extraña mujer, rica, bellísima y extravagante, que se suicida, aparentemente, sin motivo alguno.

Nadie hubiese imaginado que muchos años después, el 5 de diciembre de 1993, la artista repetiría esa conducta pero en el contexto de su propia vida, a la que puso fin ese día, mediante un certero balazo en la boca, sentada al volante de su auto, en la puerta de su residencia, en el número 19 de la segunda cerrada de Galeana, en el exclusivo barrio histórico de San Ángel, al sur de la Ciudad de México.

Eran aproximadamente las dos de la tarde, cuando desde la ventana de la cocina, una de sus sirvientas vio como Rita empuñaba una pistola que traía en la guantera de su auto y se la llevaba a la boca. La empleada doméstica dio un grito desaforado y corrió hacia la dama para tratar de impedir el hecho que fatalmente ocurrió.

Por la mañana, la actriz había ido al despacho de su hijo, el productor de televisión Luis De Llano Macedo, para decirle que ya no podía seguir sufriendo, que pensaba terminar con todo y que no le impidieran hacerlo. El hombre no quiso discutir con ella y la dejó marcharse, creyendo que se trataba tan solo de un recurso histriónico de su madre para llamar la atención. Lo mismo sucedió con su hija mayor, Julissa, a  quien se lo comunicó por teléfono, y con Cecilia, la menor, a quien se lo dijo cuándo la noche anterior ya estaba acostada en su cama.

Rita se casó tres veces, la primera con el productor Luis de Llano Palmer, con quien tuvo dos hijos: el ya citado productor Luis de Llano Macedo y la ya mencionad actriz Julissa; la segunda, que no duró mucho, con Pablo Palomino, un acaudalado joven de buena familia; y la tercera, con el escritor Carlos Fuentes, de quien tuvo una hija, Cecilia, productora de televisión. Durante su tercer matrimonio vivió en París, Londres, Roma, Venecia y Barcelona; sin embargo, al regresar a México decidió divorciarse debido a las infidelidades de Carlos, aunque hay quienes afirman que fue él quien la abandonó a ella.

En un principio los tres hijos acordaron encubrir el suicidio y pretender que la dama había muerto de un infarto, pero, al final, todo salió a la luz.