HOSPITAL DEL ALMA 201218

Por El Duque de Santo Ton

(Consultas gratis: [email protected])

Duque de Santo Ton: 

Soy una niña deforme. Nací enana y contrahecha, pero a mí me gusta ir a los bailes, aunque no baile, nomás a ver. Mi mamá dice que ya no me va a dejar ir a los bailes porque los muchachos malcriados nada más se burlan de mí, pero eso no me importa, porque al fin y al cabo yo no les hago caso, y me gusta mucho ir a los bailes, a ver a los muchachos guapos, a escuchar música a todo volumen y a platicar con mis primas ¿cómo le haré para que mi mamá me deje ir?

 

Nelia

Ocosingo 

Querida Nelia:

Creo que el haber nacido deforme es una circunstancia que has sabido llevar muy bien, pues no es fácil aceptar ser el feo del pueblo. Me fascina la poca importancia que das a las burlas de los demás, y las ganas que tienes de disfrutar, a tu manera, de los bailes. Cada persona piensa que conoce cuál es la mejor forma de educar a sus hijos, pero en este caso tan especial, creo que tu madre, al sobreprotegerte, te está privando del deleite de relacionarte con la gente, lo cual, se nota, has aprendido a hacer muy bien. No hay otra forma para sobrevivir, que adaptarse. Trata de explicárselo a tu mamá y dile que te dolería más quedarte encerrada, que soportar las burlas de los muchachos malcriados a los que, al fin y al cabo, ni les haces caso. 

Querido Duque:

Tengo catorce años de edad y todo el mundo dice que soy afeminado y en la escuela los otros niños me molestan mucho, me dicen “mariquita”, “mampito” y otras groserías más feas y hasta me pegan. Lo que más me choca es que entre los que me molestan o me pegan, está mi hermano mayor, quien en lugar de defenderme, lo único que dice es: “este pinche puto no es mi hermano” y es de los que me pega y me da de patadas más recio. No sé qué me duela más, si los golpes, los insultos o la traición de mi hermano.

Lucio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Lucio:

Obviamente lo más doloroso es la deslealtad de tu hermano, quien debiera ser solidario contigo simplemente por las obligaciones que le impone la sangre. Sin embargo no le guardes rencor, actúa impulsado por una sociedad a la que tiene que agradar y para la que tú no eres precisamente la mejor carta de recomendación. 

Duque:

Mi marido me ha sido infiel casi desde nuestra noche de bodas. Es un hombre que necesita tener sexo con varias mujeres porque eso lo ayuda a sentirse poderoso y le da seguridad. No te voy a mentir, aunque yo sé que tiene otros hijos, ante la sociedad y ante su familia, yo soy su legítima esposa y mis hijos son sus herederos, pero de todas maneras, él ya casi no me desea en la cama y eso me amarga la vida. He pensado en serle infiel porque creo que tengo derecho, pero él dice que jamás me lo perdonaría y que si se llegara a enterar de que ando de golfa, nos mandaría a matar a mi amante y a mí ¿no te parece injusto?

Mirna

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Mirna:

Justo o injusto, hiciste un juramento ante Dios, y el que tu marido no te sea fiel, no significa que tú estés dispensada de faltar a tu palabra. Deja de pensar en calenturas, y mejor asegúrate de que tu marido asegure tu futuro y el futuro de tus hijos, escriturando bienes raíces a su nombre y de que haga un testamento que excluya a cualquier persona que no sean ustedes, porque legalmente el concepto de “hijo legítimo” ha dejado de tener importancia, y hasta tú puedes quedarte sin un clavo en caso de que Dios no lo quiera, tu marido “se pele para no peinarse”. 

Querido Duque:

Vivo en Simojovel y un amigo mío, que trabaja de corresponsal de tu periódico en Simojovel, me ha hablado mucho de ti, dice que le caes mal porque eres un alzado y porque cree que eres mampo. Se llama Farid Josueth. A mí sí me encanta muchísimo el Hospital del Alma y es casi lo único que leo del periódico.

Justin

Simojovel 

Querido Justin:

La verdad es que, dada la mecánica de trabajo que tenemos en este periódico, tengo poca comunicación con los corresponsales y sinceramente no conozco a ninguno que sea de Simojovel. Lo que se me hace extraño es que tu amigo, si piensa que soy alzado y mampo, te hable mucho sobre mí. Me recuerda ese extraño afán destructivo que tienen algunas personas por las cosas que les son inaccesibles y que saben que jamás alcanzarán. De todas maneras me parece encantador que se la pasen hablando de mí. Ya anoté el nombre de tu amigo en la lista de los “chupadedo” porque, aunque le agradezco que se fije en mi persona, no se vale que diga cosas negativas sobre mí a mis espaldas, eso no lo hacen los hombres, aunque, bueno… uno nunca sabe. 

Querido Duque:

Mi esposo ya decidió que pasemos el fin de año en la casa de Cancún, que es de su madre, una vieja argüendera y mala entraña, a la que le disgusta que las demás personas sean felices, y que trata de contraponer a la gente, aunque se trate de sus hijos y sus nueras. Mi mamá dice que mi obligación es ir a donde vaya mi marido, pero a mí me gustaría mucho más que fuéramos a Acapulco o que, de plano, nos quedáramos en nuestra casa, pero no ir a la casa de esa bruja que nos odia a mis hijos y a mí, porque le dan celos de que su hijo, o sea mi marido, nos quiera mucho. Por si fuera poco. Mi suegra piensa que mis cuñadas y yo somos sus criadas y no podemos salir de su casa si antes no la dejamos levantada y con los trastes limpios.

Magda

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Magda:

Las noches de fin de año son fechas muy difíciles, por la cantidad de nacos que hay en todas partes. Estar en una residencia privada es algo mucho mejor que llegar a un hotel, aunque tengas que soportar las leperadas de esa anciana amargada. Es más, puedes tomar tu viaje a Cancún como un sacrificio que le ofrendas al Niño Jesús, para que haya armonía y para que tu esposo esté contento en su descanso, ya que tendrá que conjugar el amor que siente por su madre y el que siente por ustedes. Con respecto a lo que dices de levantar la casa y lavar los platos, ponte de acuerdo con tus cuñadas para que en lugar de ustedes, esa labor la realicen tus hijas y tus sobrinas (las gallinas de arriba siempre cagan a las de abajo) y si, de plano no se puede, entonces contraten a una o dos sirvientas, por lo menos para esa ocasión (aunque en Cancún eso sí es caro). 

Duque:

¿Dónde vas a irte de vacaciones?

Yudith

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Yudith:

No info available.