HOSPITAL DEL ALMA 141218

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Desde que me bajó la regla por primera vez, empecé a sufrir crisis de angustia intolerables, al grado de que, mi mamá me llevó a un psiquiatra que me recetó unos antidepresivos y unos tranquilizantes, que hasta la fecha no puedo dejar.

Llevo tomándolos casi 9 años y me las he tenido que ver negras para conseguir las recetas para comprarlos. Tengo tanto miedo a las crisis de angustia, que no dejo de tomar mis pastillas, no lo hice ni cuando estaba embarazada, pero, gracias a Dios, mi hijo nació bien. Mi marido, mis hermanos y mi mamá dicen que soy una drogadicta, que mejor haga ejercicio y trate de llevar una vida sana pero yo sin calmantes no puedo vivir. Dime qué puedo hacer.

María

Tuxtla Gutiérrez

Querida María:

Aunque no soy experto en la materia, me parece que tu cerebro no funciona como debería y jamás vas a conseguir sentirte bien sin ayuda de esos fármacos, porque lo que tú tienes no se cura con nada. Te sugiero que te olvides de psicólogos y de psiquiatras, que lo único que van a hacer es sacarte el dinero, y que te consigas a un médico general de medio pelo que controle la ingesta de tus pastillas, te controle las recetas y te mantenga eternamente dopada, pues tu enfermedad es similar a la diabetes o a la hipertensión, en el sentido de que puedes hacer tu vida normal siempre y cuando tomes a tiempo tu medicina, la cual jamás de faltar en tu botiquín. Es muy importante que tengas en cuenta que esas drogas son muy adictivas y su efecto disminuye conforme tu cuerpo va generando resistencia a ellas, lo cual puede conducirte a la chuchería y a lo que es peor: la muerte. Mientras tomes calmantes no puedes conducir automóviles, ni echar trago, ni escribir mensajes en las redes sociales.

Querido Duque de Santo Ton:

Mis padres formaban una pareja muy bonita, decentísima y con muy buenas costumbres. Yo no sé qué les pasó a mis hermanas y a mis hermanos que todos, te lo juro, todos se casaron con gente bien fea. Mis cuñados y mis cuñadas son una bola de pelados a los que en lugar de que mis hermanos les mejoraran la raza, ellos echaron a perder la nuestra. Todos mis sobrinos parecen mecapaleros y mis sobrinas, criadas. En una ciudad como San Cristóbal eso es imperdonable si no tienes dinero, y la sociedad nos condenó a la muerte social, ya no nos invitan a ningún lado y sólo a mi mamá la saludan con compasión las señoras decentes cuando se la encuentran al salir de misa. Yo acabo de terminar mi maestría en Guadalajara, estoy comprometido con una chica que es hija de las mejores familias tapatías y me voy a casar en Guadalajara. La verdad es que no pienso invitar a la boda más que a mis papás, y no voy a regresar a Chiapas, si mis hermanas y mis hermanos decidieron bajar en la escala social en lugar de subir, no pienso dejar que me arrastren con ellos. Por lo menos tengo el consuelo de que podré darles nietos bonitos a mis papás y sabrán que, por lo menos, parte de su descendencia no formará parte del peladaje.

Omar

San Cristóbal

Querido Omar:

Espero que los tapatíos estén enterados de que aunque tengas buen tipo y la maestría terminada, tu familia no tiene ni en que caerse muerta, pues en Guadalajara los miembros de la elite son muy especiales y los ricos, ricos de verdad, sólo acostumbran unirse con ricos, ricos de verdad. Un chiapaneco venido a menos no creo que sea lo que tus suegros soñaron para su hija, como tus cuñadas y cuñados no son lo que tú soñaste para tus hermanos y tus hermanas.

Hola Duque:

Espero que me puedas ayudar respecto a este sueño tan raro que tuve. Lo que pasa es que soñé que tuve relaciones sexuales con un profesor que da clases en mi escuela preparatoria. Soñé que hasta me decía "mi amor", y que me besaba en los senos y que me tocaba las nalgas y que me penetraba hasta dentro. También soñé que se había salido de la escuela sólo para estar conmigo. Duque, por favor, ayúdame, ya que esto me tiene un poco confundida. A veces trato de imaginar su cuerpo desnudo.

Elena

Tuxtla Gutiérrez

Querida Elena:

Esas fantasías como la que tú tienes son perfectamente normales en una niña preparatoriana, así que no tienes que preocuparte mucho. Los sueños suelen ser reflejos de la realidad y si a ti te excita ese hombre y te imaginas probar el sexo con él, lo haces en sueños porque sólo así es posible. A los hombres cincuentones también los excitan las niñas de tu edad, pero consumar un acto sexual de esa naturaleza está prohibido por la moral pero, sobre todo, por la ley.

Querido Duque:

Desde que era niña he sido muy caliente, la mera verdad. Me encantaba espiar al profesor de gimnasia cuando se cambiaba de ropa y se quedaba en calzoncillos y al ver sus piernas peludas y su trusa entallada, automáticamente empezaba yo a tocar mi parte y hasta me metía el dedo. Con el paso del tiempo tuve novios, perdí mi virginidad, me casé, tuve hijos y aunque se podría decir que soy una señora decente, me humedezco con sólo ver a los jardineros sin camisa. Yo sé que tengo un trastorno mental pero no sé cuál es ¿sabes cómo se les llama a las mujeres que son como yo y si tenemos remedio?

Lourdes

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lourdes:

Se les llama zorras y no tienen remedio.

Duque:

Mi mamá y mi papá se divorciaron hace como cinco años, y mi mamá estuvo alegando para yo me quedara a vivir con ella, porque mi papá quería que yo también me fuera con él. Al final, me quedé a vivir con ella, pero desde que nos quedamos solas, ella se volvió una histérica que nunca se arreglaba y que se la pasaba tomando vodka todo el día y nunca hacía la comida ni nada, hasta que conoció a un señor bastante guapo, con el que empezó a salir y a tomar. Al principio se daban besos en la sala y mi mamá me mandaba a mi cuarto, pero ahora el señor ya vive en la casa y también se la pasa echando trago con mi mamá todo el día. Duermen juntos y cuando están borrachos, él orina con la puerta del baño abierta sin tener respeto por mí y a veces hasta anda en calzones por toda la casa con una caguama y un churro en la mano. A mí me da miedo porque como yo ya tengo catorce años, a veces creo que el tipo quiere tener algo conmigo.

Alicia

Tuxtla Gutiérrez

 Querida Alicia:

Estás en una edad tan peligrosa, que yo te recomendaría que mejor le pidieras a tu papá que te llevara a vivir con él.

Querido Duque:

Mi hermanita es tres años menor que yo, y me considera una retrasada mental. Dice que ya no es virgen y que ha tenido relaciones sexuales con muchos niños de su salón. Yo sigo siendo señorita a mis 18, y no sé cómo ayudar a mi hermana de 15. Dime.

Sofi

Tuxtla Gutiérrez

Querida Sofi:

No entiendo en qué quieras ayudar a tu hermana, porque una vez que se pierde la virginidad, se pierde para siempre. Tal vez estaría bien que la acompañaras a visitar a un ginecólogo porque una mujer sexualmente activa requiere consejos y revisiones médicas, independientemente de la edad que tenga, además de que debe conocer los métodos profilácticos que existen para prevenir enfermedades y para el control de la natalidad.

Duque:

Estoy enamorado de una de mis alumnas de la universidad, y he notado que ella no me ve con malos ojos. Ella, además de guapa, es muy inteligente por lo que pienso ponerle una calificación reprobatoria, para que cuando venga a reclamarme podamos entrar en contacto y tal vez de ahí pasemos a la cama ¿qué te parece mi táctica?

Oswaldo

Tuxtla Gutiérrez

Querido Oswaldo:

No entiendo cómo teniendo tan poca ética puedas dar clases en una universidad. Para empezar es una aberración fijarte sexualmente en tus alumnas, pues ellas tienen una relación de jerarquía contigo que la las vuelve vulnerables. Si a eso le agregas el ponerles trampas para que caigan en tus redes, lo único que puedo decirte es que deberías estar en la cárcel y no al frente de un grupo de estudiantes.