LOS SÚPER DELEGADOS, VERDAD O MENTIRA

Por Julio César Cué Busto 

La reforma que se llevó a cabo a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal consistió, entre otras cosas realizar diversos cambios que se dieron para imprimir el sello personal de la administración Lópezobradorista, entre los cuales se encuentra la creación de una nueva figura gubernativa llamada coloquialmente los “Súper Delegados”, que adquirió plena vigencia el día 1 de diciembre del presente año.

 

Entre lo novedoso, en su artículo 17 Bis, indica a la letra: “Las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal…podrán contar con oficinas de representación en las entidades federativas…dichas oficinas se coordinará con las Delegaciones de Programas para el Desarrollo…”

Lo que significó que de un plumazo se eliminaron todas las delegaciones federales de las entidades federativas, que dicho sea de paso, a través de los años que subsistieron esos cargos en la administración pública federal, salvo honrosas excepciones, sólo significaron una agencia de vacantes a ocupar por políticos en desgracia que no alcanzaron algún cargo más relevante. Bajo dos circunstancias, los nombraba a casi todos el gobernador en turno si es que estaba cercano al titular del ejecutivo federal, o en caso contrario prácticamente a todos los nombraban desde la ciudad de México.

Las delegaciones se convierten en Oficinas de Representación, y nace una figura llamada Delegado de Programas para el Desarrollo, el cual tienen bajo su responsabilidad de acuerdo al artículo 17 ter, que a la letra dice: “…las Delegaciones de Programas para el Desarrollo que tendrán a su cargo la coordinación e implementación de planes, programas y acciones para el desarrollo integral, funciones de atención ciudadana, la supervisión de los servicios y los programas a cargo de las dependencias y entidades, así como la supervisión de los programas que ejercen algún beneficio directo a la población…”

Prácticamente estos delegados de programas para el desarrollo tienen la función de supervisar todo y principalmente cuando se trate de recursos económicos que se reparten, se supone, de manera particular a los ciudadanos que están siendo beneficiados.

Cambios normativos estipulados en otra parte del 17 Bis, a la letra manifiesta: “…Las dependencias o entidades responsables de la ejecución de programas para entregar un beneficio social directo a la población, deberán sujetarse a lo siguiente: …b) Informar, respecto de los programas atinentes a la respectiva Delegación de Programas para el Desarrollo; c) Dar a conocer, en términos de la legislación aplicable, lo siguiente: i) Las altas y bajas en sus padrones de beneficiarios, así como los resultados de su evaluación; ii) La relación de municipios y localidades en las que opera el programa; iii) El padrón de beneficiarios de la entidad federativa correspondiente, por municipio y localidad;…”

La postura de los gobernadores que reclaman esta nueva forma de supervisar los programas de apoyos federales por medio de estos delegados es infundada, ya que no invade de ninguna forma la soberanía de las entidades federativas, pues sus funciones son estrictamente para detectar y corregir todas las sinvergüenzadas tradicionales que se hacen en esos programas sociales, en donde con un tradicional descaro se “arreglaban” las autoridades locales con las federales.

En cuanto al otro reclamo de un supuesto manejo indebido por parte de los Delegados de Programas para el Desarrollo, en lo relativo a la coordinación y dirección de las reuniones multidisciplinarias sobre la materia de seguridad pública, alegaban los gobernadores que indebidamente estos nuevos personajes de la administración pública federal iban a dirigir los trabajos y las reuniones sobre la seguridad pública.

Es inconcebible la forma en que quieren engañar estos gobernadores quejosos a la ciudadanía en lo general. El Presidente de México Lic. Andrés Manuel López Obrador en la última reunión de la Conago les aclaró lo que el calificó como un malentendido, en el sentido que los delegados de Programas para el Desarrollo, como ya se analizó en este artículo, sus funciones son muy claras y precisas no tienen nada que ver con los aspectos de seguridad, aunque si es conveniente participen en esas reuniones, sin pretender dirigirlas.

Pero eso fue un invento más de los gobernadores quejosos, que todavía se atrevieron a manejar como una victoria sobre el ejecutivo federal por una supuesta marcha atrás en cuanto a esa inventada atribución en materia de seguridad que nunca existió. Claro quedó la posición perversa de los gobernadores quejosos, van a seguir dando lata con mentiras y artilugios, para intentar quedar como los héroes de la película, cuando lo único que logran es exhibir su ignorancia y, nula ética y honestidad.