GUARDIA NACIONAL, DESMILITARIZACIÓN REAL O FICTICIA

Por Julio César Cué Busto 

Han sido fuertes las reacciones negativas de la sociedad organizada ante lo que ellos suponen una militarización permanente de la seguridad pública en México, esto por la decisión de dejar a la Guardia Nacional bajo el mando operativo de la Secretaria de la Defensa Nacional en el territorio interno, y a la Secretaría de Marina en las zonas costeras.

 

En base a las declaraciones oficiales que han emitido el Presidente Electo, Lic. Andrés Manuel López Obrador, el designado General Secretario Luis Crescencio Sandoval González, el Dr. Alfonso Durazo Montaño próximo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y la lectura de la iniciativa de reforma constitucional para crear la Guardia Nacional presentada en la Cámara de Diputados; se esboza una interpretación lógica de los hechos.  

Debido a la desastrosa situación en que se encuentran las policías preventivas de las entidades federativas y de los municipios en casi todo el territorio nacional, y reconociendo que las fuerzas armadas son de las instituciones menos contaminadas en corrupción en la República Mexicana, se toma la decisión de responsabilizar directamente del mando operativo de la Guardia Nacional a los próximos titulares de Sedena y Semar.

Otro motivo fue que las Fuerzas Armadas son los únicas que tienen capacidad para reclutar y capacitar a los cincuenta mil elementos externos que se van a incorporar en un lapso de tres años para el engrosamiento de la Guardia Nacional, lo cual sería en sus instalaciones educativas, bajo la responsabilidad de las autoridades castrenses.

En tres etapas se implementará la creación de esta nueva fuerza adicional, en la primera etapa la Guardia Nacional iniciará labores con personal de las unidades de Policía Militar y Policía Naval. La segunda etapa consiste en ofrecer al personal activo de las Fuerzas Armadas la posibilidad de incorporarse voluntariamente a la Guardia Nacional. Finalmente la tercera etapa consiste, en que por medio de convocatorias escalonadas, se logre reclutar y capacitar en tres años a cincuenta mil jóvenes para esta fuerza policial militarizada.

Los lineamientos de operación los dictará el Gabinete Federal de Seguridad a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los cuadros de mandos de la Guardia Nacional serán capacitados en el Sistema Educativo Militar. El Plan de Estudios será elaborado de manera conjunta por SEGOB, SSPC, SEDENA, SEMAR, y la Fiscalía General de la República; así como, con la participación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, siendo el adiestramiento fundamentalmente en ramas policiales, teniendo entre otras asignaturas, el uso de la fuerza, derecho penal y del respeto de los derechos humanos.

La Guardia Nacional quedará distribuida en 266 regiones, de las cuales se instalarán 150 estructuras regionales para el próximo año, 50 más para el 2020, y 66 para el 2021, su misión es prevenir y combatir el delito, esto como garante de la seguridad y la paz pública, preservando la vida, la libertad y los bienes de las personas; así mismo tiene la obligación de auxiliar al Ministerio Público federal y local. Toda denuncia o queja en contra del personal de la Guardia Nacional será atendida por instancias civiles.

Los planes, programas y acciones en el cumplimiento de sus tareas, correrá a cargo de la autoridad civil. La Guardia Nacional será el hilo conductor de la coordinación con autoridades a nivel nacional, de las entidades federativas y regionales, con los responsables de la procuración de justicia, federal y local; así como, con las policías preventivas. Quedará estrictamente prohibido a los miembros de la Guardia Nacional trasladar o resguardar a personas detenidas en instalaciones militares.

Conforme se regularicen los trabajos de la Guardia Nacional en cada una de las 266 regiones próximas a instaurarse, los soldados y marinos regresarán a sus cuarteles y destacamentos, dándose de facto la desmilitarización, pues a la Guardia Nacional debe vérsele como una corporación que aunque tenga la autoridad militar el manejo operativo su esencia es estrictamente policial.

A los tres años de haber sido creada se llevará a cabo una evaluación del desempeño de la Guardia Nacional por parte del ejecutivo federal y del poder legislativo, dicha valoración sustentará si continúa bajo control operativo castrense la Guardia Nacional o se tenga que desmilitarizar por completo.