HOSPITAL DEL ALMA 191018

 

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Mi novia tiene una belleza única y tiene una sonrisa angelical, pero le ha dado por maquillarse en exceso.

Abusa del lápiz labial. Cuando voy a su casa en la mañana, ya tiene la boca roja, cuando sale del gimnasio sus labios están pintados de rojo intenso. Eso no es todo; lo peor es que me deja todo el rostro como payaso después de nuestros besos. Ella se ve hermosa al natural, no entiendo su obsesión por pintarse. Ayer me llamó emocionada para decirme que le llegó un kit de lápices labiales de diferentes colores que compró por Internet. En la noche salimos a comer garnachas a la Tía Amparito, y durante el camino me empezó a besar intensamente, su boca bajó hasta mi cuello. Yo estaba feliz hasta que me percate de que había ensuciado el cuello de mi camisa blanca. Me enojé mucho porque estaba la estaba estrenando.

Macareno

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Macareno:

Tener mujer es caro, y aguantar ese tipo de cosas es el precio que debes pagar. 

Duque de Santo Ton:

Mi mujer llegó virgen al matrimonio, pero desde que dormimos juntos la primera vez, le hice saber que a mí, como su macho, me tiene que satisfacer por las tres vías: la vaginal, la oral y la anal. Al principio no quería, porque, según ella, ésas eran cochinadas, pero yo la obligué porque es mi mujer, y ahora ella solita es la que me pide que se lo haga de distintas maneras.

Everth

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Everth:

Es fácil acostumbrarse a las porquerías cuando no se tienen principios. Espero que por lo menos sean una pareja fiel o se protejan a la hora del coito, porque el sexo anal, aunque no sea exclusivo de homosexuales, es una práctica de alto riesgo para contraer enfermedades puercas. 

Querido Duque:

Yo me peino con secadora de aire caliente desde que tenía 20 años. Ahora ya voy a cumplir los 40, y lo sigo haciendo. Una de mis hermanas dice que se me van a quemar las neuronas si lo sigo haciendo, pero yo no sé cómo peinarme de otra forma que no sea así ¿es cierto que se me pueden quemar las neuronas con la secadora de pelo?

Claudia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Claudia:

A la que ya se le deben haber quemado las neuronas, pero con las drogas, es a tu hermana, pues eso de que una secadora de cabello pueda quemar las neuronas de alguien sólo se le puede ocurrir a quien no tenga ni una. La secadora de aire no tiene incidencia en la salud del cerebro. 

Duque:

Soy un hombre casado, tengo hijos y adoro a mi esposa, pero desde que llegué a vivir a Tuxtla Gutiérrez y conocí a mi nuevo jefe, empecé a identificarme mucho con él, a sentir afecto por él y ahora me siento atraído sentimentalmente por él. Te escribo porque nunca me había pasado nada igual, pero a mi jefe lo quiero y hasta lo deseo ¿se puede sentir eso sin ser gay?

Eduardo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Eduardo:

No. Definitivamente tú siempre has tendido tendencias homosexuales reprimidas, que afloraron hasta que conociste a ese hombre que es tu jefe. Tienes que manejar la situación con mucho tacto porque un paso en falso puede costarte muy caro, y quedarte sin esposa, sin hijos, sin chamba y sin tu “adorado” jefe. 

Duque:

He visto que te escriben mujeres maduras, insatisfechas sexualmente y con deseos de vivir a plenitud. Mira Duque, yo estoy en el mismo caso, pero yo no soy de las mujeres que quieran ir por la vida pagando por sexo o seduciendo a los hijos de sus amigas. Tampoco quiero divorciarme, ni dejar a mi marido en ridículo, sólo quiero tener a una pareja con la cual experimentar el sexo, sin enamoramientos ni planes a futuro, sólo satisfacción momentánea y sincera amistad. 

Esther

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Esther:

Curiosamente me ha escrito un joven de 20 años que busca lo mismo que tú. Él tiene la fantasía de tener sexo con una mujer que pudiera ser su madre, pero no quiere malos rollos ni enamoramientos. Voy a tratar de ponerlos en contacto. 

Querido Duque de Santo Ton:

La otra noche hubo una fiesta en mi casa porque vinieron a pedir la mano de mi hermana. Después de las formalidades se sirvió una gran cena con mucha comida y muchos tragos, y al final solamente quedamos despiertos, como a las seis de la mañana, el socio de mi papá y yo. Platicamos un buen rato más y seguimos echando trago, hasta que terminamos acostados en un sillón de la biblioteca haciendo el amor. El hombre me lleva, por lo menos treinta años de edad, pero creo que es el único que me ha hecho sentir dos orgasmos seguidos en mi vida. Después de un rato de besarnos y acariciarnos, sin decir nada, se vistió y se fue. Yo me quedé tan picada que le he tratado de hablar a su celular o a su oficina, pero no contesta mis llamadas. Siento que está arrepentido, pero a mí me encantaría seguir teniendo encuentros amorosos con él, aunque esté casado y sea el socio de mi padre.

Luisa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Luisa:

Seguramente el tipo disfrutó mucho del sexo contigo, pero debes comprender que si ese día cedió a tus encantos sólo fue porque estaba bajo los efectos del alcohol. Se trata de un hombre casado y que además tiene negocios en sociedad con tu padre ¿crees que va a arriesgar su vida familiar, su actividad laboral y su prestigio por una chica liviana como tú? Si ya viste que puedes disfrutar de la sexualidad con hombres maduros, intenta encontrar otros, pero, por favor, que no estén vinculados de esa manera con tu vida personal. 

Duque:

Mi novio odia a los homosexuales, no los tolera y hasta les ha llegado a pegar en mi presencia, de hecho, una vez pateó en la cara a uno que estaba vestido de mujer, sólo porque nos gritó de cosas. No soporta ver homosexuales ni quiere que se le acerquen, dice que por su culpa Dios mandó al mundo el castigo del SIDA y que son un peligro para la humanidad. Lo más chistoso, es que mi novio también piensa que las mujeres somos inferiores a los hombres, y es muy brusco con sus hermanas y hasta conmigo. A mí no me deja usar minifalda ni quiere que tengamos relaciones sexuales hasta que estemos casados, lo que a estas alturas es algo de lo más anacrónico hasta para las parejas más anticuadas.

Queta

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Queta:

Sin que me conste, casi podría jurar que tu novio es un marica que se niega a dar rienda suelta a sus impulsos. Inconscientemente tu amorcito desea tener sexo con hombres, y eso le produce tanto miedo, que reacciona con rabia en contra de lo que le hubiera gustado ser (homosexual o, de plano, mujer).