LA INMACULADA PERCEPCIÓN 08/10/18

Manual del perfecto morenista 

 

POR VIANEY ESQUINCA

 

Después de la boda de César Yáñez con Dulce Silva se registraron muchos cuestionamientos, quedando demostrado que los detractores no les van a dejar pasar una a los morenistas y cualquier error lo van a multiplicar hasta el infinito y más allá.

 

Los integrantes de ese partido deben recordar que si bien ganaron con una indiscutible mayoría del 53%, hubo un 47% que no votó por ellos, y que eligieron a Andrés Manuel López Obrador creyendo que las cosas serían diferentes y que no habría excesos. En las promesas del tabasqueño no hubo matices y esto obliga a sus funcionarios y a su círculo cercano a tener un comportamiento público y privado intachable, congruente con las máximas de su líder.

Un buen morenista debe seguir reglas básicas de comportamiento:

1. Hay que guardar los relojes Patek Philipp, AP (Audemars Piguet), Vacheron Constantin, o los Rolex y que ni por equivocación asomen los Richard Mille.

2. Aunque algún miembro del gabinete lo tenga, no debe caer en la tentación de utilizar aviones privados. Al igual que el Presidente electo, usen líneas comerciales nacionales en clase económica o turista. Sentir las piernas casi rosando el pecho, tener que comprar sus alimentos o de plano no recibirlos y pelearse por acomodar las maletas resultará incómodo, pero la República se los agradecerá. Además, si quieren sacarse un sello de abejita, no deben ocupar los salones VIP sino ir a las salas donde los minutos se convierten en horas y las horas en días; ésas donde no hay ni bocadillos ni bebidas que hacen menos amarga la demora.

3. Hay que evitar aparecer en las revistas del corazón y en las de life style. Aunque la esposa, esposo o hijos lo supliquen porque organizaron el mejor bautizo, baby shower o graduación posible; aunque tengan una casa digna de que el mundo la conozca o quieran presumir la clase de amigos con los que se rodean, digan no.

4. Si llegan a tomar, háganlo con moderación para evitar escándalos. Además, prefieran bebidas nacionales. El tequila o el mezcal serán siempre bienvenidos. Eliminen de la cava el champagne, si quieren burbujas, compren un vino espumoso en el centro comercial.

5. En las comidas prefieran las cocinas económicas o cafeterías. Para detectarlas es muy fácil, pueden seguir a sus empleados o preguntar en cuáles aceptan vales. Por supuesto, la mejor opción es llevar el tupperware y comer en sus escritorios.

6. No se estacione donde no se pueda y pague su multa si se pasaron de tiempo y le ponen la araña. No patalee ni charolee.

7. La ropa y los zapatos cuyas marcas tengan nombre de persona (Salvatore Ferragamo, Carolina Herrera, Ermenegildo Zegna, Enzo D’Orsi, etcétera) deben ser escondidos en lo más profundo de su clóset o de plano quítenle la etiqueta.

8. Con todo el dolor que eso implica, deben olvidar sus Mercedes, sus BMWs y sus Suburbans blindadas. Un Tsuru no será tan cómodo, pero véanlo por el lado amable, gasta menos gasolina y es más fácil estacionar, y si se lo
roban, duele menos.

Este manual debe ser extensivo a los familiares cercanos, sobre todo, cónyuge, hijos e hijas. En la administración de Enrique Peña Nieto, los excesos de su familia fueron criticados hasta el cansancio y en más de una ocasión los hijos de funcionarios fueron utilizados para hacer escarnio. En este sexenio, las cosas no serán distintas.

Se requiere mucha fuerza de voluntad para lograr estos cambios, pero nadie dijo que la Cuarta Transformación sería fácil. Hoy más que nunca, la forma es fondo y debe hacerse todo lo necesario para honrar el discurso de cambio de López Obrador.