FISCALÍA ESPECIALIZADA EN ASUNTOS INTERNOS, Primera parte.

Por Julio César Cué Busto 

Como una novedad más, entre muchas otras, se creará esta fiscalía especializada para atender los asuntos relacionados con hechos delictivos en donde esté involucrado personal de la Fiscalía General de la República (FGR), nueva institución que suplirá a la ya desgastada, agotada e inservible Procuraduría General de la República.

 

La comunidad en general quedó convencida después de muchos lustros, del más absoluto y total fracaso de la PGR, por lo que resultó indispensable renovar y transformar por completo las viejas estructuras orgánicas ya rebasadas por la delincuencia. La Fiscalía Especializada en Asuntos Internos (FEAI) próxima a instaurarse, representa un punto neurálgico de la procuración de justicia federal, ya que será responsable de mantener limpia la FGR de malos servidores públicos.

Siendo la corrupción el principal problema en nuestro país, es muy loable la creación de la FEAI, pues será esencial que la Fiscalía General se mantenga incólume de malas prácticas; ya que, la misma va a garantizar el comportamiento adecuado de todos los servidores públicos del gobierno federal y de las competencias por atracción.

Crear Fiscalías Especializadas o Especiales conlleva un riesgo institucional de disfuncionalidad, sino son diseñadas y dotadas de las funciones e instrumentos necesarios para el cumplimiento a cabalidad de sus responsabilidades. En un estricto ejercicio de análisis práctico se comentan algunos puntos básicos para minimizar deficiencias o fortalecer resultados en esta Fiscalía Especializada en Asuntos Internos (FEAI).

Necesario resulta en primer lugar desechar todos los procedimientos actuales de selección y reclutamiento, que no han servido para evitar la escalada de violencia e impunidad que reina en el territorio nacional.

La certificación de los policías y centros de control de confianza, son un mito que ha servido más a favor del delito que a combatirlo, entre más controles, requisitos, filtros, o documentación solicitan para el ingreso a una dependencia de seguridad y justicia, más se fomenta el abuso, la arbitrariedad y sobre todo la corrupción, eso ha quedado probado una y otra vez en la memoria histórica. Los métodos actuales desechan o prácticamente eliminan por igual a probables servidores públicos malos, buenos o regulares, la discrecionalidad impera con esos mecanismos.

Es por eso que se debe simplificar los estándares para el ingreso a las instituciones o corporaciones, no se debe continuar con prácticas insostenibles que en nada han ayudado a la depuración de las dependencias de seguridad y justicia. Una Fiscalía Especializada en Asuntos Internos, profesional y bien capacitado su personal, será indispensable para mantener a raya a los probables infractores de conductas delictivas en perjuicio del servicio público, o en su defecto cometido el hecho irregular, sea sancionado en tiempo y forma sin que quede impune su actuar delictivo.

La simple lógica indica que si los procedimientos actuales de control de confianza no han servido para disminuir sustancialmente los porcentajes de impunidad reinantes; luego entonces, hay que buscar nuevos paradigmas, eliminando todo lo actual e innovando estrategias que permitan combatir las prácticas irregulares de los servidores públicos de la procuración de justicia federal.

Es acertado el tercer párrafo del artículo 47 del proyecto de ley orgánica de la FGR, que refiere las funciones de la FEAI, el cual a la letra dice, “Establecer lineamientos técnico-jurídicos para el monitoreo, la supervisión, investigación, revisión y control de la actuación de…”. Estas actividades que tendrá la FEAI, deben desarrollarse bajo protocolos muy detallados en donde se respeten en forma primordial los derechos fundamentales de los señalados como autores o participes de una conducta delictiva. 

El principal aliado de la FEAI debe ser la sociedad en general, con dos opciones claras: una, la participación sustantiva en los procedimientos internos y externos por parte de la víctima, persona ofendida o representante de los mismos; otra, solamente aportar información útil para que la FEAI inicie los protocolos y logre el castigo para el mal servidor público. Lo que significaría un YA BASTA, que cuando un ciudadano tiene el valor de quejarse de una autoridad corrupta, le salgan con el clásico dicho, “tiene que señalar directamente al culpable que lo afectó, y presentar pruebas de su acusación”.

La FEAI debe respetar la decisión de la persona que pone de conocimiento de la autoridad la irregularidad atribuible al servidor público; esto es, si quiere participar en todo el procedimiento en general, o sólo hace la delación de manera confidencial, con esto último se iniciaría de manera oficiosa la investigación para detectar si efectivamente el señalado es un bandido, utilizando todos los medios y herramientas con tecnología de punta para poder comprobar la responsabilidad del empleado, y no exigirle al quejoso o denunciante que pruebe su imputación.