Hospital del Alma 22/06/15

 

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Soy veracruzana y vine a Tuxtla Gutiérrez para trabajar en un centro nocturno. Mi show consiste en bailar y quitarme la ropa hasta quedarme completamente desnuda, pero no me dejo tocar por los clientes, a menos que alguno de los que lo pida me guste lo suficiente como para hacer un privado, lo cual casi no ocurría. El caso es que me iba muy bien, hasta que el dueño del antro me dijo una noche que iba a tener que portarme cariñosa con un señor con el que quería quedar bien. Yo me negué a hacerlo y entonces mi patrón me despidió, me dijo que si me quería regresar a Veracruz comprara un boleto de camión con mi dinero, porque no me iba a pagar nada por no acatar sus órdenes y por sentirme la gran cosa. Yo le dije que me diera por lo menos una indemnización por despedirme así, de buenas a primeras, y él me respondió que me la diera mi abuela. Estaba tan enojada que no le contesté nada pero me parece que puedo proceder legalmente ¿no?

Yadhira

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Yadhira:

Por desgracia vivimos en una sociedad que no ofrece protección jurídica labora a las golfas, por lo que, ya de entrada, me parece que la llevas de perder. Desde el oficial más íntimo de la Junta de Conciliación y Arbitraje hasta tu propio abogado no verán en tu asunto más allá de la posibilidad de acostarse contigo gratis, así que lo que te sugiero es que te disciplines, que bailes al son que te toquen, y que no te regreses a Veracruz porque si algo sobran allá son las encueratrices  y con la competencia sales perdiendo. Aquí tu negocio jala bonito. Dale a tu jefe lo que te pide.

 

Duque de Santo Ton:

¿Es cierto que los rebeldes están a punto de tomar las plazas comerciales y empezar los saqueos?

Amín

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Amín:

¡Qué la boca se te haga chicharrón!

 

Querido Duque:

Mi psiquiatra me dijo que me urgía hacer una reconstrucción integral de mi personalidad. Yo soy muy orgullosa y la gente piensa que soy muy culta, por eso no quise preguntarle a qué se refería ¿tú sabes?

Carol

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Carol:

El doctor quiso decirte que necesitas poner a tono tanto tus emociones conscientes como las inconscientes. Algo así como arreglar tanto la fachada como el interior de tu casa.

 

Duque:

Odio tener que hacer antesalas y aplanarme las nalgas por más de cuarenta minutos, cuando estoy seguro de que la persona a la que espero me tiene sentado sólo para hacerme sentir su poder. Hace dos días me lo hizo un amigo, y estaba a punto de mandarlo al diablo cuando la secretaria me anunció que podía pasar a ver al licenciado. Me recibió sin zapatos y en su mesa de juntas había un rompecabezas a medio armar. Sin embargo, ya en persona, me trató con mucha amabilidad, como siempre, aunque no movió un dedo para brindarme la ayuda que le fui a pedir y por la que me tuvo sentado tanto tiempo. Todavía no me explico su actitud.

Clemente

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Clemente:

En realidad ese hombre no es el amigo que tu piensas que es, y sólo te mandó mensajes burocráticos no cifrados que tú no lograste comprender. En realidad desde que te tuvo aplanándote las nalgas durante tanto tiempo, te estaba adelantando una negativa a cualquier cosa que le pidieras, por más favores que, en su caso, le hayas hecho con anterioridad.

 

Duque:

Soy un hombre casado y pronto cumpliré 50 años de edad. Tengo una amante y hago el amor con mi esposa solamente por cumplir. Adoro a mis hijos, eso sí, y para complacerlos los llevé a la piñata de su primo, el hijo de mi hermana. No sabes lo mal que me sentí junto a mi mujer y otras amas de casa igualmente anodinas, maridos trepanados de mirada bovina y niños horrendos correteando y gritando alrededor. Te juro que estuve a punto de mandarlos a todos al diablo e irme con mi amante, cuyo departamento es mi única zona de confort.

Adrián

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Adrián:

¿Y por qué no lo hiciste?

 

Duque:

Desde que la cambié por otra, la insoportable de mi esposa se tiró a la depresión. Dejó de cuidar la casa y de cuidarse a sí misma. Mis hijos ya son grandes y ganan su propio dinero, pero a ella le seguí pasando una pensión para que se ayudara, pues,  yo no tengo obligación de mantenerla. En lugar de agradecérmelo, se la pasaba haciéndonos groserías a mi nueva familia y a mí, y entonces decidí no soltarle ni un clavo más. La hubieras visto, se puso histérica, se endeudó hasta el cogote y cuando ya le iban a embargar el departamento, le conseguí, sin que se enterara de que yo fui el que la ayudó, un trabajo en la oficina en la que un amigo es el jefe. Al principio no quería aceptar porque decía que se iba a mezclar con puros pelados, y que ella no merecía ganar esa miseria de sueldo que le iban a pagar, pero no le quedó de otra y el trabajo la sacó de la depresión. Sin embargo, se encargó de hacerle la vida imposible a sus compañeros de oficina, y mi amigo no la ha corrido por consideración a mí, pero por lo menos ya se levanta, se baña, se arregla y ya se siente otra vez la gran cosa, como si yo no la hubiera conocido en el cuchitril en el que vivía antes de casarnos.

Raúl

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Raúl:

Esa pobre mujer tiene trastornos de personalidad y tuvo mucha suerte en encontrar tu comprensión y ayuda, aunque haya perdido tu cariño. Las personas como tu ex esposa siempre generan rencores en quien al principio las quiere y terminan irremediablemente solas. Desgraciadamente es un mal que no tiene remedio, pero, como te decía, qué bueno que te tiene a ti para echarle una manita, te felicito.

 

Querido Duque:

¿Por qué serán tan malcriados algunos chinos? Mi abuelita conoció a unos en el aeropuerto, y dice que la trataron muy mal, que hasta le dijeron un montón de cosas que ella no entendió, pero que le sonaron a grosería.

Pilar

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Pilar:

Los chinos son así porque simple y sencillamente son chinos. Pero mejor que tu abuelita no diga nada ni tú los critiques, porque dicen que los pobladores originales de América vinieron de China. Es decir, nuestros antepasados, chula. Yo también conozco gente de Asia, y a veces me parece reconocer entre el chinaje a muchos habitantes de Tuxtla Gutiérrez y de Chiapa de Corzo, sólo que menos prietos, no tan chaparros ni panzones como los ejemplares de nuestra raza, que, por cierto, no tiene fama de bonita.

 

Duque de Santo Ton:

El hermano de mi mamá tiene como cincuenta años y es gay descarado; es decir, que está fuera del clóset. Mi papá nunca lo ha dejado que se acerque a nosotros, porque dice que los homosexuales son un peligro para los niños, sobre todo si son varones los niños, porque los homosexuales no pueden controlar sus impulsos. A escondidas, mi mamá habla con su hermano y a veces hasta se ven, pero si mi papá se entera, la pobre de mi mamá recibe una golpiza, que la deja como Cristo en Viernes Santo; aunque es necia y sigue buscando a su hermano, sólo para que se la sopapeen. A mí, mi tío nunca me ha hecho nada, pero como ya tengo catorce años, no me quedaría a solas con un homosexual de cincuenta años, por mucho que sea el hermano de mi mamá.

Gerardo

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Gerardo:

Yo creo que las preferencias sexuales de tu tío no deben ser un obstáculo para sentir afecto familiar por él. Eso de que los homosexuales no controlan sus impulsos es una vil mentira, hay heterosexuales que tampoco los controlan, eso depende de cada individuo y no tiene nada que ver con sus tendencias sexuales. Entiendo que tu papá sienta fobia por los homosexuales, pues fue educado en una sociedad en la que la moral y la religión trataban de negar la existencia de algo que tú mismo sabes que es real. Por último, tengo que decirte que ese miedo a quedarte a solas con un hombre pervertido no es a causa del hombre mismo, sino de la manera en que tú pudieras reaccionar, es decir, no estás definido en tus preferencias y tienes pánico tan sólo de pensar en que tú tío pudiera sacar del armario al mariposón que tal vez llevas dentro. En fin, es un tema complejo, pero ojalá esta breve explicación pueda orientarte en algo.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Si mi familia organiza una charreada en Villa Corzo ¿vendrías?

Ximena

Villa Corzo

 

Querida Ximena:

Claro que no.

 

 

Hola Santo Ton:

Estoy seguro de que no me lo vas a creer, pero el otro día mi esposa me preguntó que quién había sido doña Josefa Ortiz de Domínguez. Me sentí apenado de tener una mujer tan estúpida, que no tiene idea de la historia del estado de Chiapas. ¿Por qué estará tan mal nuestro sistema educativo? Mi señora terminó la licenciatura en derecho, nada que ver con la historia nacional, pero a mí me parece que por ser profesionista tiene la obligación de conocer a los héroes de su estado.

Gil

Chiapa de Corzo

 

Querido Gil:

Estoy de acuerdo contigo en todo lo que me escribes, pero déjame decirte que aunque tanto Ortiz como Domínguez suenen como apellidos muy comitecos, doña Josefa era queretana y jamás puso un pie en Chiapas.

 

Duque:

Aunque conocí el sexo después de haber cumplido los 25 años, creo que valió la pena esperar, pues ahora lo hago con plena consciencia, sé lo que significa y puedo diferenciarlo perfectamente del amor, además de que tomo todas las precauciones necesarias para no quedar en estado ni contraer enfermedades secretas. El ser una joven madura me ayudó, por ejemplo, a romper con muchos tabúes, y pude pedirle a un primito de 18 años que hiciéramos el amor en la playa cuando nuestras familias viajaron juntas a Huatulco. Él también entendió que lo que yo quería era sexo y no amor, y cada vez que podemos exploramos nuestros cuerpos. No vayas a pensar que me volví una mujer fácil, simplemente aprendí a disfrutar mi sexualidad y cada vez lo hago mejor, sin mezclar con el placer mis deseos de casarme o de formar una familia. Si alguno de tus lectores piensa igual que yo, y se considera guapo y potente, puede escribirme, no importa la edad.

Minú

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Minú:

Me encanta que seas una mujer liberada y que hayas aprendido a manejar tu cuerpo pero no lo platiques mucho porque tal vez te tachen de ninfómana.