Hospital del alma 29/05/15

Por el Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposa acaba de vender un rancho ganadero que tenía en la Costa, y con el dinero que recibió quiere comprarse una casa en La Jolla, cerca de San Diego, California, porque, según ella, dentro de poco ya no se va a poder vivir en México y con esa propiedad tendremos un lugar seguro para establecernos. Ya le hicieron algunas ofertas y las casas se ven muy bonitas y el lugar muy exclusivo, pero algo no me convence y no sé qué es.

 

Lauro

Villaflores

 

Querido Lauro:

California es el estado de la Unión Americana en el que se concentra el mayor número de mexicanos, por lo que el racismo y la xenofobia hacen que la gente de aquí no se sienta del todo cómoda por mucho dinero que tenga guardado en el banco. Los mismos mexicanos discriminan a los mexicanos, niegan su propio origen, una cosa muy fea. Por otra parte, con la cantidad de personas indocumentadas que se asientan en California no es muy difícil conseguir criados, pero cobran carísimo y no son de fiar. Aunque, sí, California siempre será California.

 

Duque:

Estábamos una amiga y yo platicando en el jardín de mi casa, cuando se acercó a husmear un perro que se veía muy fino. A mí nunca me han gustado los animales y fingí que iba a pegarle un escobazo para asustarlo, te juro que no le quería pegar, pero el animal se asustó tanto que salió corriendo y por el susto no se dio cuenta de que venía un carro que lo aplastó y quedó agonizando. Mi amiga y yo estábamos muy impresionadas, sobre todo cuando llegó la dueña del perro hecha un mar de lágrimas, sólo para ver morir a su mascota. Estaba tan alterada, que la metí a mi casa mientras levantaban el cadáver y le di una pastilla de Valium 10 con una coca cola helada para que le pasara la impresión. Nunca dejó de llorar y nos dijo a mi amiga y a mí que los automovilistas eran unos asesinos en potencia y nos preguntó que si habíamos apuntado las placas del carro. Le respondimos que no, que el coche iba muy rápido y entonces ella nos dio las gracias, la abrazamos, le dimos un beso y se fue. Nadie se dio cuenta de lo que pasó pero en el fondo siento que soy una cerda.

Carolina

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Carolina:

Es cierto, lo eres.

 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo una hermana que se logró colocar en una agencia de modelos en el DF, y de ahí la mandaron para que hiciera pasarelas y sesiones fotográficas en Tokio, en Hong Kong, en Pekín y en otras ciudades asiáticas. Estuvo fuera del país casi un año y desde que regresó a México no ha venido ni siquiera una vez a Chiapas  a visitar a mis papás. Yo tuve que ir a la capital para sacar mi visa americana y le caí sin avisar en su departamento. Está muy cambiada mi hermanita, me recibió en bata, con un turbante y con anteojos oscuros. En lugar de desayunar se tomó una pastilla para adelgazar con un café y estuvimos platicando. El próximo mes cumple 20 años pero sin maquillaje ya parece una mujer de 40, regañando a la servidumbre y presumiéndome sus vestidos y sus joyas. Con decirte que hasta me contó que se había puesto tan borracha en un avión privado, que terminó teniendo sexo con el dueño mientras duraba el vuelo. Lo peor es que me contó que también le ha dado por inyectarse heroína o aspirarla, que aunque no se le ha hecho vicio, mínimo lo hace una vez a la semana. Le pregunté que si pensaba venir a Tuxtla para que la viera la familia, y burlonamente me respondió: “quizás, quizás, quizás...” De momento nos reímos juntas pero regresé muy preocupada, mi hermana está confundiendo el éxito con la putería.

Mara

San Cristóbal

 

Querida Mara:

Por desgracia tu hermana ha tomado una ruta de la que es difícil salir y que sólo termina en la ruina. Se puede ser promiscua y drogadicta si se tiene 20 años, pero el cuerpo de una modelo no resiste mucho tiempo más.

 

Duque de Santo Ton:

Dicen que en una iglesia de San Cristóbal hay unos chamulas que hacen rameadas como las que hacen los indios de San Juan, y que ahí mismo te venden todo lo que se necesita ¿sabes qué iglesia es?

Mario Alberto

Tuxtla Gutiérrez

 

Querido Mario Alberto:

No recuerdo cuál es la advocación del templo, pero estoy seguro de que es en el que se venera al Justo Juez. Pregunta, cualquier coleto te dice.

 

Hola Duque:

Aunque soy de Tuxtla, de buena familia y al parecer voy a heredar una gran fortuna, desde que me vine a estudiar al Distrito Federal supe que nunca iba a regresar a Chiapas más que de vacaciones. En México la vida es distinta, nadie te critica ni se mete contigo. Yo ya cumplí 35 años, vivo con mi novio sin estar casados, vamos a los antros, tenemos puestos ejecutivos en buenas compañías, buenos coches y no queremos compromisos. Él tampoco es chilango, pertenece a una importante familia de Guadalajara, con un gran apellido y mucho dinero, y dice que cuando se nos antoje echar raíces y tener hijos, nos iremos juntos para allá, que me presentará a su familia y nos casaremos como Dios manda. Lo único malo es que mi novio es cinco años menor que yo. Siento como que estoy traicionando a Tuxtla, pero ni modo.

Ana Laura

México, DF

 

Querida Ana Laura:

En lugar de preocuparte por tu traición a Tuxtla, mejor comprende que ese tipo ni siendo oligofrénico se casaría contigo. En primer lugar porque sin importar el que tú ya tengas la edad en la que por lo general las millonarias tapatías ya van por el tercer o cuarto hijo, él sigue siendo un gran partido en su tierra, y podrá encontrar una jovencita mucho más joven, pura y casta que tú para formar una familia.

 

Querido Duque:

Tengo 19 años, acabo de conseguir mi primer trabajo y estoy feliz de ganar mi propio dinero. Soy recepcionista en el consultorio de un doctor muy afamado, que dice que me contrató por ser bonita y tener buena presentación. Lo único malo es que el doctor, aunque es un hombre maduro, me gusta mucho. Yo sé que es casado, que tiene hijos y que nunca se fijaría en una muchacha humilde y sencilla como yo, pero ¿qué quieres?, me gusta tanto el señor, que me humedezco cada vez que le miro el bulto debajo del pantalón. Estoy segura de que si me hiciera una proposición indecorosa, yo aceptaría de inmediato, aunque sé que no debo.

Déborah

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Déborah:

Creo que pierdes el tiempo, no esperes a que te haga una proposición indecorosa, mejor tú dale la sorpresa y pídele que te invite a conocer el motel “La Isla”, porque dicen que está bien padre. Por lo que me escribes y dada la relación de subordinación que llevas con el médico, no me queda la menor duda de que terminarán en la cama. Por la esposa y por los hijos ni te preocupes, no serán los primeros en perder a su familia por una perdularia como tú. Si la vida te está dando la oportunidad de entrar por la puerta grande a otra clase social, aprovéchala, no creo que quieras seguir siendo recepcionista hasta que te cambien por otra más joven.

 

Duque de Santo Ton:

Tengo un primo hermano que está muy guapo pero es retrasado mental, aunque hasta cierto punto se comporta, siempre al cuidado de su madre, la hermana de mi mamá, a quien la abandonó su esposo cuando se dio cuenta de que el niño era así: idiotita. La bronca es que ahora, mi primo está madurando sexualmente y como si fuera un chuchito, se va sobre la persona que le gusta y la empieza a acariciar y a besar, sin importar si es hombre o mujer. Nos hace pasar cada vergüenza que ni te imaginas.

Alexandra

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Alexandra:

Aunque puede tratarse de una circunstancia pasajera, esa incontinencia del muchacho puede convertirse en un serio problema si no se atiende a tiempo. Por desgracia, el único que puede determinar lo que se tiene que hacer es un especialista, es decir, un psiquiatra, pues un descuido podría resultar fatal para él y para los demás. El que el muchacho sea guapo es intrascendente.

 

Querido Duque:

Mi mamá es una de las señoras más bellas de Tuxtla. Dicen que de joven era verdaderamente hermosa, y que todos los buenos partidos de su época querían casarse con ella. Sin embargo, mi papá fue el afortunado porque tenía y tiene mucho dinero. Tal como era de esperarse, mi mami nunca ha trabajado ni trabajará nunca. Fuimos tres hermanos y siempre nos han cuidado sirvientas, nanas y enfermeras. Ella sólo se ha dedicado a mantenerse hermosa lo cual ha logrado, porque es hermosa de verdad. Mira Duque, te escribo porque teniendo todo para ser feliz, mi mamá se la pasa deprimida y consume muchos tranquilizantes  ¿qué hago?

Nena

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Nena:

La interesada de tu mamá está en esa crisis permanente, porque nunca se ha comprometido con otros ideales que no sean sus aspiraciones superficiales de señora burguesa. Es una mujer vacía, que seguramente le tiene pavor a la vejez, porque cuando su belleza se vaya por completo, no tendrá nada de nada, ya que me imagino que ustedes han crecido tan alejados de ella que no la valoran en lo más mínimo, lo mismo que tu padre, que con tanto dinero debe llevarse a la cama a muchas mujeres más guapas y jóvenes que tu mamá. Yo veo muy difícil sacarla de su depresión, por lo que mi consejo es que le ayudes a conseguir sus píldoras.

 

Duque:

No tienes remedio. Te das ínfulas que ni el mismo Castillo Pesado, pero sólo haces el ridículo. Con esa melena tuya quieres copiar a los escritores vanguardistas, pero más bien te pareces al Fabiruchis. Te desprecio y le pregunto a Dios por qué permite que existan personajes tan nefastos como tú.

Nellie

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Nellie:

Las únicas ínfulas que me doy son las que pretende ver en mí la gente envidiosa como tú, a juzgar por la manera tan poco delicada que tienes para escribir. El chiste de los vanguardistas y del Fabiruchis me hace ver que tu sentido del humor es de lo más idiota. Por último, si no soportas mi existencia no leas mis columnas ni las otras cosas que escribo, lo que seguramente haces a diario, picarona...

 

Querido Duque de Santo Ton:

Leí un texto en tu sección, que luego apareció publicado en otro periódico. Lo extraño es que el texto que tú publicaste está firmado por saber quién, y el otro lo firma una señorita cuyo nombre no recuerdo. Creo que los lectores merecemos una explicación.

Lorena

Tuxtla Gutiérrez

 

Querida Lorena:

 

La única explicación que puedo darte es que el texto que yo publiqué fue un boletín de prensa, que seguramente se habrá repartido a otros editores.