HOSPITAL DEL ALMA 30/03/17

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

A mí me gusta mucho la comida mexicana, pero odio la grasa, el maíz y el picante. Mi mujer lo sabe y me cocina cosas como enchiladas de mole sin chile, con tortillas de harina y requesón, sin cebolla. Me parece que debería haber una especialidad que se dedicara a hacer digeribles los antojitos de México.

 

Isidro

Tuxtla Gutiérrez

Querido Isidro:

La cocina mexicana es tan milenaria y compleja como nuestra raza, así que no puedes hacer que se adapte a tu paladar y a tu estómago en lugar de adaptarte tú a ella. Si no te gustan el maíz ni la grasa ni el picante entonces tampoco puedes decir que te gusta la cocina mexicana. 

Querido Duque:

Me avergüenzo de mi novio porque es feo, naco, se viste horrible, es desarreglado; pero me hace el amor como si fuera una reina, además de que siento mucho cariño por él, porque es bueno, noble, cariñoso, amoroso, conversador y eso me hace sentir muy feliz,  siempre y cuando estemos solos. Aunque tiene mucho dinero yo no me he atrevido a presentárselo a ninguno de mis amigos ni a mi familia, ni pienso hacerlo porque sé que se burlarían de mí y lo rechazarían. En la calle la gente se nos queda viendo y he oído comentarios como "¿qué hace esa güerita con ese feo?" El muy idiota piensa que nos miran por otra cosa y no se da cuenta que somos una pareja dispareja. Yo sé que lo nuestro no durará mucho, porque jamás pensé casarme con un hombre así, yo quiero un hombre blanco como yo para tener hijos rubios y de ojos claros. 

Margarita

Tuxtla Gutiérrez

Querida Margarita:

En estos tiempos el hecho de que el hombre sea rico y te deje satisfecha en la cama, son dos virtudes que hacen palidecer a todas las demás, porque los niños bonitos o no tienen en qué caerse muertos o son putos. Aplaca tus complejos y date cuenta de que somos mexicanos y los mexicanos tendemos más hacia lo indio que a lo europeo.

Duque de Santo Ton:

Dime cómo le puedo hacer para decir a mis hijos que no existe la cigüeña, sin que se sientan desilusionados. El niño tiene doce años y la niña trece y creo que ya es hora de que sepan la verdad.

Olivia

Tuxtla Gutiérrez

Querida Olivia:

A tus hijos mejor deberías enseñarlos a usar condones que platicarles, que de seguro de tiempo atrás saben de dónde vienen los niños. Olivia, nena, los años cincuenta pasaron hace sesenta y siete.

Señor Duque:

No me gusta que en su columna critique a la gente, sólo porque usted se siente un ser superior, con derecho a juzgar a los demás ¿qué no se ha visto en un espejo?

Eloína

Tuxtla Gutiérrez

Querida Eloína:

A diario me veo en el espejo y cada vez me gusta más lo que se refleja ante mis ojos. Quizás sea ése el motivo de mi afición a criticar a los demás.

Duque:

El otro día le pregunté a una prima que se casó hace como 8 años que si no pensaba tener hijos, y en lugar de responderme se echó a llorar. Cuando veníamos en el coche mi mamá me dijo que soy un majadero, pero yo no veo qué tenga de malo preguntarle a una prima si piensa tener hijos o no.

Saraín

Tuxtla Gutiérrez

Querido Saraín:

Hay cosas que jamás se le pueden preguntar a una mujer: ni cuántos años tiene, ni cuánto gana y ni si está embarazada o si piensa tener hijos ¿por qué? porque es una descortesía, nada más por eso.

Duque de Santo Ton:

Voy a ir a una parrillada de la oficina de mi marido, pero la verdad es que tanto sus compañeros de trabajo como sus esposas son de un corriente y de un ordinario que para mí va a ser un verdadero sacrificio sentarme con ellos a comer cosas feas y  echar trago corriente.

Yolanda

Tuxtla Gutiérrez

Querida Yolanda:

Tú misma has dicho que vas a hacer un gran sacrificio, ofrécelo a Dios como prueba de tu fe y humildad.

Duque:

No lo vas a poder creer pero a mi esposa sólo le queda un pariente vivo y es su mamá. No tiene tíos ni primos ni sobrinos ni nada. Su única familia es mi suegra, a la que yo, por desgracia, no tolero, pero no me queda más que aguantarla porque tiene mucho dinero y se me hace que cuando fallezca nos sacará de pobres.

Leo

Tuxtla Gutiérrez

Querido Leo:

No puedes fincar tu futuro en, la expectativa de que fallezca otra persona, eso es de muy mal gusto, además de que trae mala suerte. Con relación a tu afecto por esa señora, está bien que no la quieras pero debes respetarla por ser la madre de tu mujer.

Querido Duque:

Aunque acabo de cumplir los 40 y ya soy abuela, estoy muy bien conservada y aparento mucho menos edad de la que tengo. Mi esposo y yo nos amamos y sabemos que vamos a permanecer unidos hasta que la muerte nos se separe, pero la llama que hacía brillar el fuego de la pasión se apagó hace mucho tiempo, lo que no significa que hayamos dejado de tener apetito sexual, simplemente es que ya nos aburrimos de nuestros respectivos cuerpos, y cada uno de los dos busca la satisfacción fuera del hogar. Yo sé que a él le gustan las mujeres jóvenes, casi niñas, de la edad de mis hijas, y a mí me sucede lo mismo, un hombre no me interesa, para nada, si ya ronda los 30 años. A mí me gustan los hombres tiernitos, como de 18 ó 19, inexpertos pero muy calientes. Yo soy maestra en el arte de apagar incendios y dejar bien domadito al más garañón de los potros. Te juro que candidatos a la cama no me faltan, pero me he vuelto tan caprichosa, que ando en busca de chicos desconocidos, para tener romances fugaces, siempre y cuando me gusten, aunque no estén guapos, pero que me gusten, sean limpios y muy potentes. Yo garantizo que no habrá problemas de ninguna especie, pero exijo discreción, no por mi esposo, sino por el “qué dirán”. Estoy en posibilidad de apoyar a la gente en sus estudios o en cualquier otro tipo de necesidades. Me gustan mucho los meseros, los bar tender y los ballet parking.

Bety

Tuxtla Gutiérrez

Querida Bety:

Ojalá y encuentres a esos novatos que buscas, pero si no quieres tener problemas, asegúrate de que tengan más de dieciocho años de edad, de que no sean malandrines y de que ya no usen pañal. 

Duque:

Estoy organizando los quince años de mi hija y voy a mandar a hacer invitaciones en las que se especifique que el disfraz es riguroso para poder entrar. Ya renté un salón, que en realidad es un restaurante, en el boulevard Belisario Domínguez; y quiero que mi costurera de toda la vida me haga un traje de conejita de Playboy, todo descubierto, con orejas de peluche, medias y liguero del mismo tono. Lo que pasa es que no sé  cómo maquillarme.

Angie

Tuxtla Gutiérrez

Querida Angie:

Las fiestas de disfraces en las que los invitados invierten dinero en sus atuendos suelen ser muy divertidas. De todas maneras te recomiendo que consigas unos antifaces, máscaras, gorros, sombreros y capas o túnicas de utilería para los necios que insistan en ir sin disfraz, así no se sentirán tan mal ni te echarán a perder el numerito, porque es obvio que si son tus amigos, aunque no lleven traje de algo, no les puedes negar la entrada. Por lo que hace a tu disfraz de conejita, debo aclararte que sólo las criadas enseñan los calzones y el brasier en público, por mucho que formen parte del concepto de tu outfit. Más que conejita de Playboy vas a parecer golfa en tu propia fiesta.