Hospital del alma 16/03/17

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

No sé si sea enfermedad o pecado, pero desde que tengo seis o siete años de edad me excita mucho ver a mi papá desnudarse cuando regresa de trabajar. Como el mismo dice, los dos somos hombres y no debemos sentir vergüenza al vernos desnudos, pero a mí me calienta tanto, que siempre me coloco en un lugar específico para ver cómo se encuera ¿cómo se llamará mi síndrome?

 

Rogelio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Rogelio:

Síndrome de la putería desbordada.

Hola Duque:

Buen día, espero te encuentres bien. El motivo del presente es para darte una felicitación, pero también para reclamarte porque no podemos leer el Hospital del Alma en la Red. En lo personal me agrada mucho esta sección y espero continúe por mucho tiempo, pero no entiendo si está en línea o no, y a veces es muy difícil conseguir el ¡Oye Chiapas! en la calle. En mi opinión es una sección muy original, muy de nosotros los chiapanecos, que abarca opiniones de personas de todas las clases sociales, religiones, cultura y diversidad sexual. El éxito de esta sección es sin duda tu estilo. Explícanos como leerla en Internet. Saludos. Atentamente.

 LAMT

Tuxtla Gutiérrez

Querido LAMT:

Gracias por tus palabras. Espero que Dios, su Santísima Madre y San Judas Tadeo me ayuden a seguir curando almas adoloridas. Lo del Internet espero resolverlo pronto porque yo tampoco sé muy bien cómo se le hace, pero gracias a tu petición me aplicaré a investigarlo.

Duque de Santo Ton:

Soy bastante alto y por lo tanto hacer pipí parado conlleva accidentes para mí. Al estar tan alejados la entrada del escusado y mi pene, el primer chorrito a veces falla y mojo la tapa o si este chorrito sale torcido incluso el suelo. Después la reorientación del chorro es sencilla y termina todo en donde tiene que ser pero ese primer chorrito a veces falla por lo que tengo que recurrir al papel higiénico para limpiarlo. Un día pensé orinar en el lavabo, ahí donde la gente se lava las manos y me fue muy bien. El lavabo está considerablemente más elevado y no me supuso ningún problema de puntería. Me he acostumbrado a hacerlo y es un éxito. Después de orinar le doy un poco al grifo como si "jalara la cadena". Sé que habría gente que de saber lo que hago dejaría de lavarse las manos allí, pero es lo que he tenido que hacer por un problema personal.

Eugenio

San Cristóbal

Querido Eugenio:

Eres un cerdo y nadie lo puede negar.

Querido Duque:

Mi mamá es una señora muy guapa de 76 años, y está necia con que quiere dejarse el cabello encanecer para no tener que seguir usando tintes, pues ya está aburrida y no quiere gastar tanto. Yo me opongo porque se me hace que se va a ver todavía más vieja.

Marisa

Tuxtla Gutiérrez

Querida Marisa:

A la edad que tiene tu madre déjala que haga con su cara, con su cuerpo o con su cabello lo que sea. En primer lugar porque son de ella, y en segundo lugar verse de 90, 80 o de 70 y tantos años de edad, viene a ser enteramente lo mismo, no te metas.

Querido Duque de Santo Ton:

Mi hermana es mayor que yo, es más guapa e inteligente que yo; ella estudia en una escuela de paga y yo en una de gobierno, yo no estreno, heredo los vestidos y toda la ropa que a ella le compran y no digo nada, me conformo.

Lolis

Tuxtla Gutiérrez

Querida Lolis:

Si estás conforme ¿entonces para qué me escribes?

Duque:

Quisiera que me pasaras el correo de alguna mujer ardiente, ya que traigo muchas ganas.

Juan

Tuxtla Gutiérrez

Querido Juan:

Aunque muchos de mis lectores ya me agarraron de “alcachofa”, lo cual en realidad no me importa, te recuerdo que el sexo entre desconocidos es como una ruleta, nunca nadie sabe quién es el que va a salir premiado.

Querido Duque:

Mi esposa, de 46 años,  y yo, de 56 años, mantenemos desde hace mucho tiempo una relación íntima de dominación/sumisión, en la cual ella manda. Básicamente, eso significa que ella puede mantener relación sexual con quien quiera, dónde y cuándo quiera con algunas limitaciones lógicas y que no viene al caso detallar. Como te podrás imaginar, la combinación de esas tres libertades da para bastante. A lo largo de nuestra vida en común han ocurrido situaciones de todo tipo en la que me he sentido avergonzado, humillado y celoso, pero, lo confieso, sin poder evitar la erección. Ella ha ligado en bares en mi presencia. En dos ocasiones ha tenido amantes de más de una noche (uno al que conocí y venía a la casa con relativa frecuencia y otro que no conocí). En una época, tuvo dos amigos (amigos entre ellos también) con los que salió en algunas ocasiones. En una y muy erótica ocasión ella, junto con una amiga soltera y muy libre, terminó la noche en casa de tres hombres haciendo de todo. Para realzar nuestra relación dominación/sumisión, yo sólo tengo relación sexual con ella (eso sí, sin restricción alguna). Todo lo confesado es cierto. Un saludo. 

Alejandro

Tuxtla Gutiérrez

Querido Alejandro:

En lo que respecta a la vida sexual de las personas, los límites son los que ponen ellas mismas, sin sentirse mal ni forzadas. Si ambos están a gusto con ese comportamiento, es porque se sienten satisfechos con él y se complementan. Solamente te recomiendo que le exijas, si puedes, que tenga como prioridad la higiene y la profilaxis, así como mantener al margen de sus cochinadas a sus hijos, si es que los tienen.

Duque de Santo Ton:

Mi vecina se la pasa cante y cante todo el día en su casa, y en la mía se escuchan perfectamente sus berridos. Toda mi familia ya está harta y el otro día que le fui a pedir que se callara, me aventó en la cara el agua sucia de la cubeta con la que estaba trapeando. No sé qué hacer, estoy desesperada y a mi esposo le da miedo reclamarle a golpes al suyo.

Elo

Tuxtla Gutiérrez

Querida Elo:

Vivir en vecindario es algo que siempre te va a acarrear problemas, pues los mexicanos no estamos acostumbrados a respetar los derechos ajenos, a pesar de tener un ancestro como don Benito Juárez. Por otra parte, los asuntos cotidianos no se arreglan a golpes y menos a costa de la nariz de tu marido. Trata de hacerte amiga de la malcriada de tu vecina, regálale unas flores y explícale que no les queda más remedio que tolerarse y que aunque canta muy bonito, a veces los niños no pueden concentrarse para estudiar. A ver si se la cree y cierra el hocico.

Señor Duque:

Me parece que debería usted ser más moderado con sus comentarios, pues los lectores no tenemos por qué enterarnos de tanta porquerías como las que usted fantasea, porque estoy seguro, y no pienso discutirlo, de que todo lo que usted escribe son una bola de patrañas que no se las cree ni su abuela.

Rogerio

Ocosingo

Querido Rogerio:

Por desgracia mis dos abuelas ya están en el Cielo, pero puedo asegurarle que de estar vivas me creerían todo lo que yo les dijera, pues siempre fui su nieto consentido, el más culto e inteligente. Por otra parte, le doy la razón, los lectores a los que no les gusta mi columna no tienen por qué meter sus narices mocosas en ella.

Duque:

Tengo unos perritos que están lindísimos, pero se la pasan cruzándose y a cada rato tienen hijitos. Mi marido dice que los esterilice, pero el veterinario ya me explicó lo que tiene que hacerles para que no sean fértiles y yo no sería tan cruel como para hacerle eso a un animal, no tengo ningún derecho.

Maruca

Berriozábal

Querida Maruca:

En el caso de las hembras si es una experiencia africana, pues las tienen que abrir en canal para extirparles la matriz. Sin embargo, a los machos se les puede castrar con una operación muy sencilla, aunque se amampan un poco. Ahí tú sabrás qué hacer.