HOSPITAL DEL ALMA 050424

Por El Duque de Santo Ton

Consultas gratis: [email protected] 

Querido Duque de Santo Ton:

¿Es cierto que existe un arma biológica, tipo enfermedad, creada en un laboratorio chino para terminar con la población de Norteamérica?

Susana

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Susana:

Que la boca se te haga chicharrón, sería el fin del mundo ya que, si así fuera, podría ser perfeccionada para sobrevivir a las vacunas o a cuantos intentos se hicieran para evitar su expansión y ni los mismos chinos podrían tener control sobre la enfermedad. 

Duque de Santo Ton:

Tengo 63 años de edad, pero me cuido tan bien, que parezco como de 40, por lo que me siento muy segura de mí misma y me voy a ir de viaje a París, a conocer a un galán millonario de origen árabe, al que conocí por Internet. Él ha prometido hacerse cargo de mí y de todos mis gastos. El problema es que mi único hermano está furioso y me dice que me resigne a ser una solterona el resto de mi vida pero que no me exponga de esa manera ¿tú qué opinas?

Ana Paula

San Cristóbal 

Querida Ana Paula:

Me encanta tu ánimo, pero lamento decirte que las relaciones que se establecen mediante las redes sociales son perfectas mientras permanezcan ahí, en las redes sociales, una vez que se vuelven reales por lo general pierden su encanto, aunque ambas partes se encuentren en París. Además, por experiencia propia puedo decirte que no hay peor cosa que salir de viaje sin dinero y que los árabes tienen muy claro el adagio aquel que dice: el que paga, manda. Por tu edad no creo que seas presa susceptible de ser prostituida o de que alguien se interese en traficar con tus órganos, pero, bueno, uno nunca sabe. 

Duque de Santo Ton:

Yo no soy de Chiapas, soy de la Ciudad de México y pertenezco a una familia aristocrática cuyos orígenes pueden rastrearse hasta en tiempos de la Nueva España. Estoy enamorada de mi marido, quien la verdad tiene mucho dinero, y por eso me casé con él y me vine a vivir a Tuxtla, en donde él tiene su grupo de amistades, que se supone que pertenecen a lo más selecto de la sociedad. Estoy verdaderamente asqueada: los hombres son una bola de nuevos ricos sin clase ni cultura, que solamente saben robar, y sus mujeres son tipas muy corrientes y trepadoras, además de que la mayoría son rete putas y les ponen los cuernos a sus maridos. A mí me gusta Tuxtla, te lo juro, pero no veo gente de mi nivel.

Martha Elena

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Martha Elena:

En Tuxtla los nuevos ricos son una plaga pasajera que por lo general se renueva cada sexenio, pero también hay personas decentes que quizás trabajando no acumulen tanto como los otros robando, pero tiene educación y clase, nivel social. Ellos son los menos ostentosos y presumidos, aunque también les gusten las cosas buenas, ya los conocerás. 

Duque de Santo Ton:

Te vi en persona el otro día y no puedo creer que tengas 60 años, te ves mucho más joven.

Maruca

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maruca:

Nunca te dejes llevar por las apariencias. 

Duque de Santo Ton:

Me casé hace 20 años con un hombre alto, escultural, precioso, era un muñeco en el más estricto sentido del término, pero poco a poco empezó a engordar y ahora es obeso. No me lo vas a creer, pero así gordo me pone todavía más caliente, sus lonjas me excitan y me encanta sumergirme en sus kilos y kilos de carne ¿estaré obsesionada? La verdad es que el pene le sigue funcionando de la misma forma que cuando era delgado y cada vez que tenemos sexo me hace llegar al orgasmo. Mi mamá me aconseja que lo lleve a un médico para que lo adelgace, pero yo lo prefiero así, gordito.

Hilda

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Hilda:

En gustos no hay nada escrito, así que, si tu esposo está satisfecho con su físico, déjalo ser. Eso de que te provoca dos orgasmos cada vez que se acuestan me dejó impactado, no dejes ir a ese hombre, no creo que encuentres a otro igual. 

Querido Duque:

Soy un hombre muy caliente, y a mis cincuenta años casi todo el día traigo una erección, lo cual no me importaría si no fuera porque para andar cómodo no uso calzoncillos, pero lo malo es que se me nota el animal debajo de la tela del pantalón y se crean situaciones muy confusas. Algunas personas hasta se sienten agredidas, pero si me pongo la trusa me comprime el pene contra el cuerpo y resulta peor porque empiezo a rascarme y a acomodarme los calzones, lo cual, también se nota. Dime qué me recomiendas.

Marcelo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Marcelo:

Te recomiendo que no vayas en contra de la naturaleza y que te vistas como te sientas cómodo. Obviamente trata de ser discreto para evitar que la gente que te rodea se moleste. 

Duque de Santo Ton:

Hace unos años hipotequé mi casa para salir de un compromiso, y estuve a punto de perderla porque me retardé mucho en algunos pagos. La situación la salvó mi suegra, quien vendió un rancho que tenía en La Concordia y liquidó la deuda en una sola exhibición. Lo malo fue que al poco tiempo empezó a decir que se sentía muy sola en su casa de Tuxtla, y mi mujer se la trajo a vivir con nosotros. Mandó a construir una suite en el fondo de nuestro jardín y yo pensaba que la vieja ahí se quedaría, pero no, se la pasa eternamente metida entre nosotros, involucrándose en nuestros problemas y hasta se siente con derecho a opinar. Ya no la soporto y cuando intento protestar, mi esposa me recuerda que si no fuera por su madre hubiéramos perdido la casa por mis pendejadas. Es algo insoportable, te lo juro.

Filiberto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Filiberto:

Si la vieja les prestó el dinero para que no se quedaran sin casa no fue por ti, sino por tu esposa, así que tu gratitud no debe ser exagerada y me parece que el permitirle a la señora vivir en su departamento del jardín ya es más que generoso. Si se vuelve a poner pendeja, córrela de la casa, aunque no la obligues a irse. Vas a ver que tanto ella como su hija aprenderán que tú eres el dueño y como tal, tendrán que respetarte. Espero que no le hayas firmado pagarés ni ningún otro documento ejecutivo. 

Duque:

Mi abuelo fue un militar muy importante en la época de López Mateos y se volvió millonario. Cuando se retiró, compró una mansión en Tuxtla y ahí vivía a toda madre, hasta que una mañana le pidió a su chofer que lo llevara a pasear en coche por los alrededores de la ciudad. Cuando iban cerca del panteón de Terán, sin decir nada, mi abuelito sacó de una cartera una pistola y se voló la tapa de los sesos. Como mi familia era influyente el caso se ocultó a la prensa, pero muchos parientes y amigos cercanos se encargan de recordarlo en las borracheras de cantina ¿por qué no lo dejan descansar en paz?

Roberto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Roberto:

Por si no lo sabías, el suicidio es un pecado mortal imperdonable, por lo que tu abuelo seguramente lo menos que debe estar haciendo es descansar, Además, la anécdota es buenísima como para masticarla entre trago y trago de cerveza.