HOSPITAL DEL ALMA 080324

Por El Duque de Santo Ton

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Duque:

Soñé que estaba sentada en la sala de mi casa y veía entrar una gran cantidad de hormigas que se subían a los sillones y a las cortinas de mi casa ¿Qué significa soñar con hormigas?

Nerea

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Nerea:

Soñar con hormigas que invaden nuestra casa, puede ser un presagio de que nos acontecerán una multitud de pequeñas molestias que a pesar de su escasa importancia nos harán la vida imposible. Es peor si nos invaden el cuerpo, especialmente si llegan a nuestra cara, en cuyo caso suelen anunciar un accidente o grave enfermedad. 

Querido Duque:

¿De dónde salió esa estupidez de crear una bandera para los homosexuales? Me parece de mal gusto anunciar a los cuatro vientos una desviación sexual.

Marco Antonio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Marco Antonio:

Independientemente de que sea “trendy” o no, la bandera del orgullo gay está formada con los colores del arco iris (supuestamente para aludir a la diversidad sexual) y la inventó Gilbert Baker, un artista gay, de San Francisco, en 1978. 

Querido Duque de Santo Ton:

Cuando nació mi primera hija, toda mi familia estaba fascinada porque es güera y tiene los ojos claros. Después nació la segunda, que es de piel oscura y tiene ojos negros, y mi mamá estaba furiosa porque decía que la culpa la tenía el prieto de mi esposo, que seguramente era más indio que Cuauhtémoc. Yo adoro a las dos niñas y ahora que la grandecita tiene 18 y la segunda 17, las dos están preciosas, pero, sobre todo la chiquita, que tiene las facciones muy finas y una cabellera preciosa. Son dos niñas muy bonitas, pero nadie les cree que sean hermanas por la diferencia de raza.

Gladis

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Gladis:

Hablas de tus hijas como si fueran chuchas o yeguas de pura sangre. Ubícate mujer: en México el 90 y tantos por ciento de la población es mestiza, lo que significa que de razas mejor ni hablar; además de que nuestro mestizaje tiende hacia el prototipo americano y no al europeo. Disfruta de esas niñas que, con toda seguridad están divinas, y a tu madre dale por su lado, porque hay razones que son muy difíciles de comprender para ciertas personas. 

Querido Duque de Santo Ton:

Estoy harto de mi familia, ya no aguanto ni a mi mujer ni a mis hijas, y las muy bestias me insisten para que vayamos a comer todos juntos los domingos. Yo, la verdad, prefiero pasar ese día con mi madre o con alguna chamaca que colme mis deseos sexuales.

Edgar

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Edgar:

La verdad es que no hay nada peor que festejar algo cuando no se quiere hacer. Sin embargo, no te olvides de que, así como ahora no necesitas ni de tu mujer ni de tus hijas, en el futuro la suerte puede cambiar y ellas podrían llegar a ser el único asidero del que te podrías agarrar. 

Duque:

Sufrí un secuestro cuando iba saliendo de un centro comercial, y no sólo me quitaron mi dinero y todas mis tarjetas de crédito, sino que se llevaron mi coche y me violaron entre tres sujetos. El coche apareció al otro día y yo fui con mi ginecólogo para que me curara y me revisara por si esos animales me hubieran embarazado o contagiado de alguna porquería, pero, gracias a Dios, dice el doctor que usaron condones, pero no creas porque sean amantes del sexo seguro, sino para no dejar huellas. Yo ya me siento más tranquila, aunque pienso ir a una terapia porque fue un suceso muy traumático.

Antonia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Antonia:

Qué bueno que no perdiste la salud ni tu coche ni la vida. Debes dar gracias a Dios por haberte protegido de tantos peligros. 

Duque:

Me divorcié hace como tres años y ahora estoy casada con un hombre que se dedica a los negocios chuecos y que me acaba de escriturar una gran casa en una de las mejores colonias de Tuxtla. Me regaló un BMW y muchas alhajas. Además, le encanta que invité a comer y a echar trago a todas mis hermanas y a mis cuñados, y como la casa es tan grande y tenemos tanto servicio, se organizan unos reventones padrísimos. Al principio a mi mamacita no le gustaba venir, pero ahora ya está haciendo planes para hacer en mi casa la fiesta de su cumpleaños número 90. A mí, la verdad, no me importa de dónde saca mi marido su dinero, lo único que me interesa es que lo gaste en mí.

Liliana

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Liliana:

Pues sí, a caballo regalado no se le ve el colmillo. 

Duque de Santo Ton:

Cuando se casaron mis padres, mi mamá ya tenía un hijo de otro señor. A mi papá no le importó, pero nunca sintió cariño por el niño ni lo reconoció como hijo, aunque tuvo que soportarlo porque la del dinero siempre ha sido mi mamá. Después nacimos todos los demás, y él creció como relegado, porque hasta mi mamá no lo pelaba. Yo creo que por eso ahora que todos somos adultos, él se casó con una mujer muy corriente y nunca quiere convivir con el resto de la familia. No vino a mi boda ni a la de mis hermanos, aunque lo invitamos a él y a la gata de su esposa.

María

San Cristóbal 

Querida María:

Ya que tu mamá es la del dinero y también ha vivido alejada de su primogénito, háganle notar que tu hermano mayor no debe figurar en su testamento. Recuerda que, entre menos burros, más olotes y la gata ya debe estarse afilando las uñas. 

Querido Duque:

Te escribo porque me gustaría que me dijeras cómo le puedo hacer para conquistar al novio de mi mejor amiga. Yo la quiero mucho a ella, pero, te lo juro, yo valgo más y es un desperdicio que un muchacho tan guapo como su novio, ande con una muchacha tan fea y tan bruta como mi mejor amiga.

Fátima

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Fátima:

No creo que esa muchacha a la que te refieres sea realmente tu mejor amiga, pero si lo que quieres es quedarte con el novio, búscalo cuando ella no esté y ten sexo con él. Si ella no se lo ha dado, él preferirá estar contigo. 

Querido Duque de Santo Ton:

¿Es cierto que las monjas jerónimas de la Ciudad de México inventaron los chiles en nogada para agasajar al emperador Maximiliano?

Gloria

San Cristóbal 

Querida Gloria:

Lo siento. Estás equivocada, existen constancias de que las inventoras de tan singular platillo fueron las monjas agustinas recoletas del convento de Santa Mónica de la ciudad de Puebla. Se dice que la elaboración de dicho manjar fue para festejar el santo del emperador Agustín de Iturbide, aunque San Agustín era el patrón de su orden monástica, así que no se sabe bien con cuál de los dos quisieron quedar bien tan habilidosas damas. 

Duque:

Soy de estatura muy corta, casi enano, y además mi piel es oscura, casi negra. Las mujeres no se me acercan más que por interés y eso me provoca mucha rabia, por lo que aprovecho cualquier circunstancia para acostarme con cuanta damita se acerca a pedirme un favor o depende de mí en la oficina en la que trabajo. Yo sé que ellas se revuelcan conmigo con asco con tal de obtener dinero, privilegios o mantener su empleo, pero ¿qué otra cosa puedo hacer?

Jorge

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Jorge:

Podrías empezar por tener un poco de decencia, aunque ésta, por desgracia, no se obtiene voluntariamente o se puede comprar. Si tus padres eran un par de enanos como tú, tú lo seguirás siendo toda tu vida. Ni bañándote en ácido se te quitaría. 

Señor Duque:

Tengo 15 años de edad y estoy convencido de que quiero estudiar gastronomía, pero dice mi papá que la cocina es sólo para las mujeres y los maricas, lo cual no es cierto.

Ángel

Tuxtla Gutiérrez

Querido Ángel:

¿No? 

Querido Duque:

Una de mis amantes me transmitió el famoso virus del papiloma humano, y yo sin querer se lo contagié a mi esposa. Me siento muy culpable y dejo que mi suegra me diga de cosas, pero la otra noche me dijo que ya estaba convenciendo a su hija para denunciarme penalmente pues se supone que, por el virus, mi mujer desarrolló cáncer y le tuvieron que extirpar la matriz, lo cual puede tipificar varios delitos. Yo creo que la vieja está loca porque si su hija se acostó conmigo fue porque quiso, nadie la obligó.

Román

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Román:

Yo creo que con denuncia o sin ella, tú eres un inconsciente, pervertido e insatisfecho sexual, que tarde o temprano pagará por su promiscuidad. Por lo pronto tu mujer ya está mutilada por tu culpa y no creo que sea fácil vivir con eso. 

Duque de Santo Ton:

A veces pienso que tu columna no sólo es morbosa sino estúpida y agresiva, no sé para qué pierdes el tiempo escribiéndola.

Elsa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Elsa:

La escribo para gente morbosa, estúpida y agresiva que la disfruta tanto como yo. 

Querido Duque:

Encontré una caja con cosas que pertenecieron a mi abuela, y descubrí una maravillosa colección de pelucas, algunas de pelo natural y otras de pelo sintético, en perfecto estado de conservación. Me puse a peinarlas y a arreglarlas y estoy feliz con ellas. La otra noche fui a una fiesta con una de ellas y la mayoría de las demás mujeres ni siquiera se dio cuenta de que mi peluca era peluca. Sin embargo, cuando regresé a mi casa, mi marido me dijo que solamente a una cerda como a mí se me podía haber ocurrido usar un accesorio tan cochino, que llevaba años guardado en una caja y que seguramente estaba hecho con pelos de una muerta que sólo Dios sabe de qué moriría. Me humilló, pero yo no quiero deshacerme de mis pelucas, me encantan.

Patricia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Patricia:

Si tus pelucas estuvieran infectadas de algo ya lo habrías notado. A mí me parece estupenda la idea que te gusten tanto que hasta las uses, pues pocas mujeres pueden darse gustos tan caros, ya que la colección debe valer una fortuna y existen personas muy interesadas en ese tipo de objetos que pagarían una fortuna por tenerlas. No se lo digas al ignorante de tu marido porque es capaz de venderlas.