HOSPITAL DEL ALMA 070324

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque:

Mi mamá dice que soy una libertina porque ya hice reservaciones para irme con un compañero de oficina para pasar toda la Semana Santa en Veracruz, ya que me cobraron avión y hospedaje a precio de regalo. Según ella, las mujeres solteras no viajan con sus novios ni, mucho menos, pagan la cuenta del hotel, especialmente si son casados como el tipo con el que me voy a ir. Mira Duque, a mí no me importa que el tipo que sea casado ni que tenga hijos, yo solo quiero ser su amiga y pasármela bien con él ¿tú qué opinas?

Ana Paula

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ana Paula:

Yo creo que cada uno tiene derecho a compartir la cama y los viajes con quien más le guste, sobre todo si ya tiene edad para decidirlo y ganar el dinero suficiente para costear sus gustos. Sin embargo, desde el punto de vista de la moral mexicana concuerdo con tu madre: solamente a una zorra se le ocurriría llevarse de vacaciones a un hombre casado para que le caliente la cama, se nota que a ti la decencia te tiene sin cuidado. 

Duque:

A mí me dan mucho asco los huevos que venden en las tiendas, y por eso tengo mis seis gallinas con mi gallo para poder comerlos con toda tranquilidad. Lo malo es que vivo en la Tercera Poniente Norte, y los vecinos se quejan de que gracias a mis gallinas abundan las ratas, y que el gallo no los deja dormir en las madrugadas. Yo siempre respondo que estoy en mi casa y que dentro de ella puedo hacer lo que quiera. Yo respeto a todo el mundo, pero si a la gente le molesta mi forma de ser pues ni modo ¿ya qué?

Andrea

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Andrea:

Vivir en una ciudad no es lo mismo que vivir en un rancho, y debes tener en cuenta que existen normas sanitarias que impiden la cría de animales de granja o de pastoreo en las casas, porque precisamente la peste, las ratas y los cacareos no se quedan en tu casa, sino que invaden las del vecindario. 

Querido Duque de Santo Ton:

Soy un hombre de posición económica desahogada y respetable condición social. Juego golf todos los fines de semana y mi esposa es una de las damas más caritativas de todo Tuxtla Gutiérrez. Los dos vamos a misa todos los domingos con nuestros hijos, pero como vulgarmente se dice, hay un “pero” en mi vida. Ese “pero” es una de mis secretarias, una jovencita muy morena, casi negra, que no sabe usar la computadora ni tiene idea de la ortografía ni, mucho menos, de la cortesía, pero que es un fogón en la cama. Tengo relaciones sexuales con ella desde que entró a trabajar conmigo hace más de dos años, cuando todavía no cumplía los dieciocho y era virgen. Además de su cuerpo, lo que más me gusta de ella es que no me pide nada, no me exige y se conforma con lo que yo quiera darle. Cuando la cito en algún lugar llega y se va en combi, ni siquiera me pide para su taxi. Además, es muy complaciente, le entra a todo, y yo la he enseñado a disfrutar de los placeres de la carne en todo lo que eso significa, por todas las vías, idóneas o no. Le tengo prohibido que tenga novio o que salga con otro hombre que no sea yo, y estoy seguro de que me cumple, me tiene ley. Claro que ni de loco la cambiaría por mi esposa, que es una mujer con clase, pero ya le agarré gusto a mi vicio moreno.

Mauricio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Mauricio:

¿Cómo no le vas a agarrar vicio a lo que haces? Tratas de conjurar el paso del tiempo chupándole la juventud a esa niña que no por niña tiene que ser santa, pero para mí que las relaciones subterráneas no pueden prolongarse mucho tiempo porque, tarde o temprano, salen a la luz causando caos. Creo que deberías otorgar una gratificación generosa a esa chica por haberte dedicado tan deliciosos momentos en la cama y decirle adiós antes que se haga ilusiones falaces o intervenga su familia ¿total? ese tipo de secretarias son muy reemplazables, y tal vez hasta salgas ganando con el cambio, como si cambiaras de modelo de carro, lo nuevo siempre tiene su encanto. No dejes de jugar golf ni de ir a misa ni de broma, eso si te caería mal. 

Querido Duque:

Sin darme cuenta me hice novia de uno de los herederos más ricos de Chiapas, y lo que yo pensaba que sólo era un juego culminó con que él ya me pidió en matrimonio. Su familia no está muy contenta porque, aunque soy de buena familia, no tengo dinero que me respalde: mi papá es un jubilado del gobierno, que recibe una miseria quincenal y mi madre es ama de casa, pero no tienen fortuna, aunque conocen a mucha gente conocida. Yo acepté la propuesta de matrimonio porque creo que es la única oportunidad que me va a ofrecer la vida para huir de la miseria, pero jamás he tenido relaciones sexuales con mi novio, al que siempre le he dicho que soy virgen, aunque, la verdad, dejé de serlo desde que estudiaba la secundaria. Ya estoy en las despedidas de soltera y no le he confesado nada a mi novio, pero yo creo que si vamos a empezar una nueva vida en común debemos hacerlo sin mentiras ¿no crees?

Eva

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Eva:

Ni se te vaya a ocurrir abrir la boca antes de tiempo, porque se te cae el negocio. Tú cásate y si quieres confesar algo, hazlo hasta que tengas un anillo de brillantes en el dedo y una residencia con alberca a tu nombre. Trata de que la fiesta y toda la parafernalia de la boda sean muy llamativas para que cuando tu esposo, ya siéndolo, se entere de la verdad, se vea forzado a perdonarte y no darle importancia al asunto, para no quedar en ridículo ante los ojos de los demás. Así que ya sabes: de la cintura para abajo nada, hasta que los haya casado un oficial del Registro Civil y un padre de la Iglesia. No hay cosa más fea que ser pobre y te consta. 

Duque:

Desde hace más de un año sostengo relaciones platónicas con un señor que me ha dicho que es casado y yo también lo soy. De hecho, lo conocí a través de tu Hospital del Alma y ya intercambiamos fotos y nos gustamos mucho. Él me ha propuesto que nos veamos a solas para ver si podemos olvidarnos, aunque sea un rato, de nuestras respectivas parejas, pero tengo miedo de conocerlo en persona ¿es normal?

Tere

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Tere:

Claro que es normal. El conocer a alguien a través de una pantalla te permite hacerlo protegida por un medio, pero ya tener a la persona frente a frente es otra cosa, tal como te lo digo, otra cosa. 

Querido Duque de Santo Ton:

El hermano de mi papá es mi padrino y me compra dulces y regalos, pero en sí yo no sé lo que es un padrino ¿qué cosa es un padrino, duque?

Melchor

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Melchor:

Un padrino o una madrina es una persona que, a petición de tus papás, le prometió a Dios cuidar de tu destino si ellos llegan a faltar o si existe en tu vida algo que ande mal. Tu padrino acudirá a ti si tienes un problema y te dará consejos con buen tino, es alguien que te puede consolar. Mi padrino ya murió y yo todavía lo extraño mucho. 

Duque de Santo Ton:

Dime de dónde te sale a ti tanta autoridad para criticar a los demás como si fueras la gran cosa ¿qué no hay espejos en tu casa? Me parece que no eres más que un resentido social, al que alguien le hizo el favor de darle una pluma editorial para vomitar mil y una estupideces.

Martha Patricia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Martha Patricia:

Claro que hay espejos en mi casa, algunos de ellos muy bonitos, verdaderas antigüedades, recuerdos de familia, tú sabes. A diario me miro en ellos y agradezco a Dios el haberme hecho como me hizo, aunque también rezo una oración por los demás, pues, al fin y al cabo, todos somos hijos de Dios. Además, también me siento complacido con el hecho de que usted lea las mil y una estupideces que “vomito”. Si no tuviera lectores ¿qué caso tendría desperdiciar mi tiempo? Por último, le hago notar que la autoridad para decir las cosas que digo me la dan el público y, desde luego, esos espejos a los que usted con tanto tino se refiere. 

Querido Duque:

Yo estoy segura de que existe vida en otros planetas, pero me pregunto si al morir ¿los marcianos también se irán al Cielo?

Maricruz

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maricruz:

Si realmente existen los marcianos, entonces lógicamente tienen tanto derecho como tú de ir al Cielo, si se portan bien. 

Duque:

Mi hermano mayor se fue a estudiar a la Universidad de Morelia, y después de titularse regresó casado con una criada que con sus puros bigotes y los pelos parados te espanta. Yo sé que mi cuñada tiene familia en Michoacán, y que mi hermano estaba trabajando muy bien en Ario de Rosales ¿para qué habrán venido a vivir a Tuxtla? Aquí nos dan vergüenza. Al menos yo me afrento de haber emparentado con una mona tan fea.

Gustavo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Gustavo:

Tu hermano tiene todo el derecho del mundo a que le gusten las criadas, y él y su esposa también pueden vivir en donde mejor les plazca. Acuérdate que a la familia no se le escoge y en un país en el que hay tanto naco, algún día, el que no cae, resbala.