HOSPITAL DEL ALMA 301123

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Cada vez que llega el mes de diciembre me pongo muy triste por todo y por nada.

No sé qué me pasa, pero me invade la melancolía y ya no sé qué hacer pues no solamente se me nota, sino que la contagio a los que me rodean. Una de mis vecinas me recomendó que fuera a ver a un psiquiatra, pero yo le contesté que no soy ninguna loca, que simplemente me dan ganas de llorar, que me siento muy sensible y que no sé por qué.

Lourdes

Ocosingo 

Querida Lourdes:

No estás loca ni necesitas un psiquiatra, lo que pasa es que eres neurótica como casi todos los mexicanos, y esa condición se acentúa esta temporada, en la que las campañas comerciales invaden a los consumidores con miles de mensajes sobre cosas que jamás podrán comprar o deudas que nunca terminarán de saldar. No te preocupes tanto y espera a que se te pase la pendejada. Si quieres un consejo, no platiques este tipo de cosas pues a veces, en periodos de crisis, podrías ser demasiado indiscreta con personas a las que no les interesa lo que te pasa.  

Duque:

Soy un hombre casado, tengo 50 años, cuatro hijos, trabajo para el gobierno, pero desde que era soltero me domina el deseo muy extraño de que vean mi cuerpo desnudo. Desde que los celulares tienen cámara, me tomo fotos desnudo del cuello hacia abajo, y luego las hago circular en las redes sociales con nombre falso. Me llueven propuestas indecorosas de hombres y mujeres y ello me excita ¿Será algo pasajero y normal o debería buscar ayuda de

un psicólogo?

Marco Antonio

Tuxtla Gutiérrez

Querido Marco Antonio:

Lo que tú tienes se llama narcisismo, y es un desorden mental que te provoca una tremenda adoración por tu cuerpo, que no se satisface ni exhibiéndolo ante tu esposa y tus demás parejas sexuales, si es que las tienes. La gran represión que existe en nuestra sociedad no te permite otra cosa más que encuerarte frente a otros hombres en los vestidores de los gimnasios, pues en las playas y las albercas públicas siguen siendo un tabú. Enviar tus imágenes por internet a desconocidos puede ser que te caliente, pero, al fin y al cabo, no es más que una fantasía que no te da satisfacción que requieren tus ardores. El deseo de exhibir tu desnudez no se te quitará nunca ni yendo a psicoterapia. Yo te recomiendo que en cuanto termine el confinamiento de la pandemia te vayas a una playa nudista para ver y dejarte ver, las de España son geniales. 

Querido Duque:

Soy ejecutiva de ventas y por ese motivo viajo mucho. Una vez que fui a Guadalajara, conocí a un muchacho muy guapo que me invitó a salir. Fuimos a cenar, a bailar y dormimos juntos en mi hotel. Desde entonces, cada vez que visito la capital de Jalisco duermo con el niño y creo que ya se enamoró de mí. Sin embargo, la última vez que nos vimos me dijo que le encantaría casarse conmigo, pero como él es de la aristocracia y yo no, iba a estar difícil. Dime Duque ¿cómo se le hace para ser parte de la aristocracia?

Lina

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lina:

En la aristocracia europea se nace, se vive y se muere en ella, son muy pocos los que logran ingresar en sus filas. En cambio, en México la crema y nata de la sociedad es cambiante y, sobre todo, reciente. El requisito para formar parte de la aristocracia en México no es el abolengo sino el dinero. Además, como el poder suele cambiar de manos cada sexenio, la clase alta se renueva constantemente, los apellidos y linajes de categoría se suceden unos a otros, y suelen ser los de los nuevos políticos y los nuevos ricos en turno. Casi toda la gente bien de este país presume del abuelo o bisabuelo que arreaba puercos hasta que tuvo la suerte de pegarse al Erario. 

Duque de Santo Ton:

La verdad es que este tema me da un poco de pena y por eso recurro al Hospital del Alma. Soy un chavo de 17 años y tengo mucho vello: en las piernas, en las ingles, en las nalgas, etc. También tengo en la panza, y me está empezando a salir en el pecho. A mí me parece desagradable, y me gustaría deshacerme de los pelos, pero tengo miedo a recurrir a la depilación ya que tal vez después me salga más vello, en más zonas o, incluso, más grueso.

Álvaro

San Cristóbal 

Querido Álvaro:

Eres muy joven para preocuparte por ese tipo de cosas. Deja que la naturaleza haga su labor, y cuando seas un hombre maduro podrás tomar decisiones estéticas sobre tu físico. Quiero decirte que, en otros tiempos, ser peludo era una cualidad, un sinónimo de virilidad, mientras que ser lampiño se tomaba como algo femenino. Así que no te apresures, no te pelees con tus pelos y no me andes escribiendo, que esta columna no es para menores de edad. 

Duque:

¿Qué es la psicosis?

Mariana

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Mariana:

Es una enfermedad mental que se diagnostica cuando se presentan síntomas como conducta desorganizada, alucinaciones y delirios. La conducta desorganizada normalmente consiste en un abandono extremo de las actividades y deberes cotidianos, lo cual afecta negativamente la percepción y el pensamiento de la persona. Las alucinaciones son un tipo de falsa percepción de la realidad, y afecta todos los canales sensoriales y hace que la persona, por ejemplo, vea fantasmas, oiga voces, huela cadáveres o sienta arañas recorriéndole la piel. Las formas de delirio más importante son los de grandeza, amor, celos, persecución y los relacionados con el cuerpo. 

Querido Duque de Santo Ton:

Aunque soy noble de sentimientos, por desgracia no soy muy agraciado. De hecho, soy un hombre bastante feo. Quisiera saber si conoces algún hechizo que me ayude a mejorar mi aspecto y que alguien se fije en mí. Te lo voy a agradecer siempre.

Pepe

San Cristóbal 

Querido Pepe:

Amárrate a los pies sendos pañuelos de color rosa, rojo o naranja, y ponte unos calzoncillos del mismo color. Después, enciende una vela blanca en un lugar oscuro, de preferencia en tu cuarto. Toma la vela con la mano derecha y pronuncia bien fuerte la siguiente oración: “Diosa Afrodita del amor, te lo ruego, baja a la tierra y concédeme mi deseo de amor absoluto, hazme alguien capaz de amar, hazme el hombre más guapo del mundo. Después enciende la luz, cierra los ojos, ábrelos y mírate al espejo ¡serás un hombre bello! No falla. 

Querido Duque de Santo Ton:

¿Me podrías decir si los seres extraterrestres también son hijos de Dios?

Uriel

San Cristóbal 

Querido Uriel:

Dios es el creador del universo y, por consiguiente, todo lo que hay en él le pertenece, pero mi poca inteligencia me dice que sus únicos hijos somos nosotros, los seres humanos. 

Duque:

Me operaron de las hemorroides y aunque me anestesiaron, no quedé del todo inconsciente y bien que podía escuchar todo lo que decían el doctor y sus ayudantes. Se burlaron mucho de mí, dijeron vulgaridades que sería incapaz de repetir. Desperté de la anestesia muy adolorida, pero también furiosa por haber sido objeto de tantas groserías. El doctor ya advirtió mi rabia y me pide que le cuente qué me pasa, pero ¿cómo le voy a decir que estoy molesta porque me trató como un animal creyendo que estaba inconsciente?

Sarita

Tuxtla Gutiérrez

Querida Sarita:

Se me hace que lo tuyo es una alucinación producida por la anestesia. Para que te rebanen las almorranas debes estar profundamente dormida, pues de lo contrario no soportarías el dolor. Así que, con toda seguridad, lo tuyo fue un sueño y lo confundes con la realidad. Hay médicos que, según el caso, operan con bloqueo de la sensibilidad a través de inyecciones de raquea, pero en esos casos no se pierde la consciencia y escuchas todo tal cual, lo que, al parecer, no es tu caso.