HOSPITAL DEL ALMA 280923

Por El Duque de Santo Ton

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Duque de Santo Ton:

Aunque vivo en una ciudad de España, siempre leo el Hospital del Alma en la página del periódico “¡Oye Chiapas!” en Internet.

Yo soy de Chiapas, pero me fui de mi casa hace muchos años, con un norteamericano que me dijo que me iba a hacer triunfar como modelo. Vivimos en Nueva York un tiempo, pero jamás me llevó a ninguna agencia ni a ningún casting, sólo me utilizaba para satisfacer sus bajos instintos, hasta que lo aburrí y me abandonó embarazada de un niño que nació muerto. Estoy segura de que fue lo mejor, porque después de eso estuve rodando hasta llegar aquí, un país totalmente extraño, en el que he rehecho mi vida. Me casé, ya tengo dos niños y una nueva nacionalidad. Sin embargo, me dan ganas de visitar Chiapas, aunque no sé si mis padres y mi familia me aceptarán después de lo que me pasó.

Josefa

Ámsterdam 

Querida Josefa:

Todo el mundo tiene derecho a equivocar el camino y es de admirarse el recuperar la senda extraviada. Si la vida te ha llevado a otro mundo y has sabido adaptarte a él, se me hace muy justo que quieras recuperar tus orígenes. Así como a ti te gustaría tener a tu hijito muerto contigo, estoy seguro de que tus padres desearían verte y saber que estás viva y bien ¿no crees que eres muy egoísta al privarlos de ese gusto? Después de todo, eres su hija. 

Querido Duque de Santo Ton:

La otra noche nos reunimos un grupo de amigos y yo para echar trago, y bebimos muchas botellas. Cuando ya todo el mundo estaba bolo, sin saber cómo, un conocido de años se sentó junto a mí y empezó a platicar conmigo sobre su vida, y sin darnos cuenta empezamos a tocarnos y hasta un beso nos dimos. En ese momento los dos reaccionamos y cada quien se fue por su lado. Mi pregunta es ¿eso es ser gay?

Rubén

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rubén:

Advierto en ti un tremendo sentimiento de culpa por haberte acercado de más a tu amigo, y tratas de auto flagelarte con condenas de tipo moral. En las borracheras suelen desaparecer muchas inhibiciones y por eso se dio lo que se dio. Si no te gustó lo sucedido, olvídalo y échale la culpa al trago. Por el contrario, si quieres seguir investigando sobre ese aspecto de tu vida, síguele sin culpas y sin etiquetas, porque si se te fue una vez la cocha al monte, en cualquier momento puede volver a ocurrir.  

Duque:

La niña más bonita de todo Chiapas es mi novia y eso me llena de alegría. Lo malo es que tiene una hermana tan gorda como un cerdo, y los papás no las dejan salir a ningún lado si no van juntas. Cuando vamos al cine tengo que comprar tres boletos y pagar las cubetas de palomitas y las mamilas de refresco que se empaca la gorda, lo cual me da mucho coraje. Lo peor de todo, es que cuando quiero ir con mi novia al antro, ninguno de mis amigos quiere ir de pareja de la gorda, por lo que yo tengo que hacerme cargo de las dos y mi nena se molesta si no bailo con su hermana. La otra vez le insinué a mi novia que nos escondiéramos un rato de su hermana, y no sólo se ofendió, sino que por poco me termina. Dice que tiene que estar siempre con su hermana, pero yo me muero de ganas por estar a solas un rato con ella ¿qué hago?

Paco

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Paco:

Creo que lo que no quiere tu novia es quedarse a solas contigo un rato, y por eso usa a la gorda como pretexto. Seguramente no le inspiras la suficiente confianza o te está probando. Si de veras te interesa esa chica, entonces resiste y carga con su hermana, hasta que tu novia por sí misma te pida un rato de intimidad. Si te portas bien, verás que es sólo cuestión de tiempo. 

Duque de Santo Ton:

¿Es cierto que las personas que tuvieron coronavirus pueden desarrollar psicosis?

Fernando

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Fernando:

Hace poco leí que una mujer de 55 años ingresó hace unas semanas a un hospital de Londres, tras 14 días con fiebre, tos, dolores musculares, dificultad para respirar y pérdida de los sentidos del olfato y del gusto: el cuadro típico de la covid19. La dieron de alta tres días después, porque lo peor de la enfermedad había pasado o eso creía ella. Al día siguiente, su marido llamó a los médicos, alarmado. Su mujer se comportaba de manera extraña. Se ponía y quitaba la ropa de forma repetitiva. Decía ver leones y monos en su casa y aseguraba que alguien la perseguía. Incluso se mostró agresiva con su familia y el personal médico. Solo mejoró tras tratarla con dos medicamentos antipsicóticos. Es un caso extremo, pero es parte de lo que el coronavirus hace, según leí, al cerebro de algunas de las personas a las que infecta. Triste, pero, al parecer, en ese caso, es cierto. 

Querido Duque:

Desde que era niña siempre me gustaron las pelucas, y hace poco una tía me regaló algunas de cabello humano, que usaba en los años sesenta. Solamente he usado una, una vez, pero nadie creyó que fuera mi pelo.

Claudia

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Claudia:

Usar pelucas en un lugar tan caluroso como Tuxtla es una verdadera porquería, porque el cuero cabelludo no puede transpirar. Aquí ni los payasos deberían usarlas. 

Querido Duque:

Unas amigas de la escuela me dijeron que mi hermano es gay, y aunque al principio me enojé, después vino él y me lo confesó con todo el cinismo del mundo. A mí en lo personal no me interesa su vida, pero no me gusta que ponga en mal el nombre de mi familia, por lo que pienso acusarlo con mis papás, pero no sé cómo hacerlo para no lastimarlos.

Beba

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Beba:

Aunque se trata de tu familia, creo que el asunto no es realmente tuyo y que si metes las manos más allá de lo prudente, quien puede salir lastimada eres tú. Trata de comprender a tu hermano y apóyalo, no te conviertas en su enemiga cuando debes ser su principal aliada por ser su hermana. No creo que él haya decidido ser homosexual, simplemente lo es y ya. 

Duque:

No sé cómo te atreves a escribir el Hospital del Alma. Es aberrante que te burles así de tus lectores y creas que puedes tratarlos con pedantería, como si fueras capaz de juzgar a los demás sin haberte visto antes en un espejo.

Ana Luisa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ana Luisa:

Me atrevo a escribir el Hospital del Alma porque mis lectores se atreven a escribirme a mi correo electrónico, como tú ahora. Si a alguien le interesa mi opinión sobre tal o cual tema, creo que nada me cuesta expresarla y te juro que todos los días me paro frente a un espejo y me quedo mirando, mirando… 

Querido Duque:

Me contaron que hace muchos años una bomba explotó en un avión cuando volaba a más de once mil metros de altura y que cayó sobre unas montañas nevadas. Lo extraño es que todos los pasajeros y los tripulantes murieron menos una azafata veinteañera que encontró protección agazapada entre una de las puertas y un carrito de servicio. Aunque tuvo fractura de cráneo y de cadera, la muchacha sobrevivió y ya es una viejita, pero todavía está viva ¿verdad que eso es imposible?

Rocío

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Rocío:

Nada es imposible para Dios.