ENTRELÍNEAS 180923

Contra natura 

Por Jorge Ceballos

Cuando en el año 2015 Morena tuvo su primera participación electoral en el país y por ende en Chiapas, hubo muchos personajes que operaron en contra, esto, con la firme intención de hacer quedar mal parado ante los mexicanos a su fundador: Andrés Manuel López Obrador. Existía la firme intención de enviar el mensaje de que ese partido político no tenía ningún futuro: se equivocaron.

Ese año, en Chiapas, quienes desde un inicio creyeron en el proyecto encabezado por Andrés Manuel López Obrador, se enfrentaron a una elección de Estado instaurada desde las entrañas del poder Ejecutivo estatal encabezado por Manuel Velasco Coello.

La entonces dirigencia estatal de Morena, encabezada por Marcelo Toledo Cruz prácticamente tenía que ir a rogarle a quienes fueron candidatos en aquella primera aventura electoral: pocos querían enfrentar a la maquinaria electoral y financiera que se instauró desde el despacho principal del Palacio de Gobierno.

Por aquellos años si bien Manuel Velasco Coello era el titiritero que jugaba desde el poder a ser el gran elector, tuvo en Eduardo Ramírez Aguilar al principal operador desde la dirigencia estatal del PVEM, el desde entonces aspirante a la gubernatura fue el artífice del “aplastamiento” en contra de todo lo que oliera a Morena.

Eduardo Ramírez Aguilar y su jefe, en aquel 2015 hicieron uso de recursos públicos para imponer su voluntad y exterminar a Morena del mapa político. A quienes no le otorgaban las siglas del PVEM, el hoy presidente de la Jucopo del Senado de la República junto con Manuel Velasco les autorizaba encabezar los partidos locales: Chiapas Unido y Mover a Chiapas, al final estos eran una franquicia en la que también tenían poder de decisión.

En aquella elección, abanderando al PVEM en el sexto distrito federal, apareció Sasil Dora Luz de León Villard, quien, en el primer tercio de la administración de Manuel Velasco Coello, se había desempeñado como titular de la Secretaría para el Desarrollo y Empoderamiento de las Mujeres. La dama en mención formó parte de esa elección de Estado que avasalló a Morena en su primera incursión, y quien durante dos años se convirtió en férrea defensora de la administración del entonces presidente Enrique Peña Nieto.

La antítesis

La anterior explicación con la que iniciamos esta entrega era necesaria para darnos cuenta la cuna política tanto de Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León Villard, quienes en la actualidad intentan apoderarse de la candidatura de Morena a la gubernatura de Chiapas; la incongruencia y desfachatez política a todo lo que da.

Tanto Ramírez Aguilar como De León Villard desde hace un buen tiempo han comenzado una guerra de encuestas y menciones en redes sociales y medios de comunicación tradicionales, tal y como ocurría en el régimen que en 2018 derrotó Morena.

Es decir, los dos personajes, llegaron a ocupar un escaño al tener que tragarse sus acciones y palabras del pasado, cuando en 2018 por negociaciones políticas fueron incrustados en esas candidaturas, pasando por encima de verdaderos luchadores de la izquierda como el extinto Óscar Gurría Penagos y Maritza Mandujano a quienes el Consejo Nacional de Morena había elegido el 18 de febrero de 2018 en el hotel Hilton de la Alameda en la Ciudad de México.

En la actualidad, tanto Ramírez Aguilar y Sasil de León utilizan cualquier tipo de argucias para descarrillar a personajes que desde siempre están identificados con la izquierda en el Estado, pero más que con la izquierda, gente que desde que se concibió Morena apostaron todo a formar un partido ganador y cercano a la gente.

Desde los grupos políticos que encabezan ambos senadores, le apuestan al derroche de recursos, al pago a medios de comunicación, al acarreo para llenar eventos políticos, a las fotografías que puedan tomarse con personas en condiciones de pobreza, además, de querer venderse como salvadores de la democracia en Chiapas.

Lo que no hay que perder de vista es que, tanto Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León Villard, están apostándole al olvido colectivo de la ciudadanía, intentan que los chiapanecos tengan una percepción de ellos como los grandes servidores públicos, sin embargo, lo que no podrán quitarse de encima y de sus historias políticas, es que formaron parte de una administración que hundió a Chiapas en el saqueo y corrupción.

La apuesta

Para obtener la candidatura de Morena y aliados, Eduardo Ramírez Aguilar y Sasil de León apostarán al voto del hambre, es decir, con la entrega de recursos públicos a la mano, intentan comprar las consciencias necesarias para alzarse con la nominación.

Desde el interior de ambos equipos, se han orquestado guerras sucias en contra de otros aspirantes, porque tienen la percepción que con golpes bajos y criticas infundadas lograrán que la dirigencia nacional de Morena les dé la tan ansiada candidatura.

Nerviosismo

El día de hoy se conocerá la convocatoria que emitirá Morena con miras a la renovación de ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México a disputarse el año entrante. En nuestro Estado, más de una docena de políticos han perdido hasta las ganas de dormir por el interés de participar en el proceso interno.

Ante esto, y luego de que se conozca la convocatoria los suspirantes a la gubernatura tendrán entre el 25 y 26 de septiembre para solicitar su registro y con ellos esperar a que les informen si procede para que inicien la visita de las siete casas.

Después de los registros, es más que un hecho que veremos a políticos que querrán sacar sus mejores poses, sus mejores abrazos, sonrisas y abrazos para con los más necesitados, todo con la intención de salir bien posicionados en las encuestas que se prevé se realice.

Pero lo que no se han detenido a pensar es que, si a nivel nacional se aplicaron 12 mil 500 cuestionarios ¿Cuántos utilizarán para la medición en Chiapas? Seguramente será un número menor y es en donde los que se sienten seguros pueden mover el polvo… Hasta la próxima.