ENTRELÍNEAS 190823

¿Rompimiento en puerta? 

Por Jorge Ceballos 

El miércoles Marcelo Ebrard Casaubón dio señales más que claras de un rompimiento no con Morena sino con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Ese día, el excanciller a través de una rueda de prensa acusó que la Secretaría del Bienestar orquestó una campaña de Estado para favorecer a Claudia Sheinbaum. Con todo el dolo arremetió contra el gobierno federal que encabeza el tabasqueño, poco o nada le importaron las formas, lo que quería era llamar la atención y que la sombra de la sospecha cayera sobre el proceso interno de Morena.

En partes le asiste la razón a Ebrard Casaubón, sobre todo cuando se refiere a la contratación de espectaculares, eso no se puede negar, sería bastante ilógico querer tapar el sol con un dedo. Sin embargo, lo que es criticable por parte del exsecretario de Relaciones Exteriores es que arremeta contra el gobierno federal, pues, se le olvida que hasta el mes de junio él formó parte de esta administración, y seguramente desde antes pudo denunciar dicha operación o cargada a favor de Claudia Sheinbaum.

Marcelo Ebrard busca afanosamente ser el ganador de la encuesta, su personalidad mutó a la identidad que durante algunos meses mantuvo Ricardo Monreal Ávila, cuando simplemente no lo incluía Andrés Manuel López Obrador entre los personajes a los que les veía posibilidades de convencer a la ciudadanía para ser candidato a la presidencia. El zacatecano ha conocido lo que vale para los mexicanos: el lejano quinto lugar en las mediciones, solo por encima del exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello a quien nadie le arrebatará el último lugar de acuerdo con las encuestas.

El exjefe del gobierno capitalino está atacando a un hombre que lo único que hizo fue regresarlo a la vida pública de este país. Los embates de Ebrard tienen como destinatario al presidente López Obrador porque es el tabasqueño el jefe del Poder Ejecutivo Federal y los ataques lanzados el miércoles, son música para los oídos de una oposición que aprovecha cualquier cosa para tratar de comparar al tabasqueño con el régimen priista.

Ebrard el olvidadizo

Cuando se paró frente a los periodistas a acusar una campaña de Estado orquestada desde la Secretaría de Bienestar, Marcelo Ebrard olvidó por completo que, si en la actualidad está vigente dentro de la política nacional es gracias a Andrés Manuel López Obrador.

Solo basta recordar que el actual presidente de la República sacó del exilio a Marcelo Ebrard en febrero de 2018 al nombrarlo coordinador de la campaña presidencial en la primera circunscripción. Esto luego que desde el 2015 el ahora aspirante a la candidatura de Morena tuvo que huir a Francia ante la persecución que inició en su contra el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Para quienes olvidan los sucesos en la vida pública de nuestro país, solo tienen que hacer un poco de memoria y darse cuenta de que Marcelo Ebrard no ha sido un personaje identificado netamente con Morena. En 2015 en la primera participación del partido fundado por López Obrador y en la legislatura en la que tuvieron un nutrido grupo de legisladores federales, el excanciller buscó representar a Movimiento Ciudadano en el Congreso de la Unión, sin embargo, los embates del gobierno de Enrique Peña Nieto no se lo permitieron y fue cuando tuvo que exiliarse en París, Francia.

Luego de varias luchas políticas, de horas de trabajo de millones de mexicanos, de la noche a la mañana como un iluminado apareció para coordinar una parte de la campaña Marcelo Ebrard, y quizá desde ahí comenzó a soñar con ser el sucesor de López Obrador, sin mayor mérito que haber sido su relevo en el gobierno capitalino.

Sin la penetración necesaria con las bases, Ebrard Casaubón comenzó a pavimentar un camino rumbo a la candidatura, sin embargo, nunca imaginó que en esa lucha encontraría a otros personajes que le hicieran sombra.

Pero si la actitud de Marcelo denota una actitud de mala entraña y poco agradecimiento, no se puede perder de vista que fue peor el señalamiento que a través de redes sociales hiciera al día siguiente Pío Lorenzo López Obrador, quien de igual manera reventó contra la Secretaría de Bienestar.

Por el lado de Ebrard se puede entender que esté respirando por la herida y que, ya vea muy cercana la derrota en el proceso interno, pero lo que no se entiende es la actitud de Pío López Obrador, quien ha vivido a la sombra de su hermano, el hoy presidente de la República.

Arremeter contra su administración y acusar que hay prácticas del viejo PRI, Pío López Obrador demuestra que sus intereses están con el mejor postor, pero sobre todo que, simplemente no hay buena entraña, porque mientras Andrés Manuel lo protegió cuando los vídeo escándalos, él simplemente se va de frente contra su administración.

Congruencia a prueba

Estamos a menos de dos semanas para que se conozca el nombre de la persona que será el Coordinador Nacional de Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, para mayor practicidad el candidato presidencial. En Chiapas la mayoría de los políticos se han comprometido por el proyecto que encabeza Adán Augusto López Hernández.

Son pocos los que han sido cautelosos o, mejor dicho, han esperado que se de a conocer el resultado de las encuestas. Existe un grupo que forman parte de las bases fundadoras de Morena que han dado a conocer sus simpatías por Claudia Sheinbaum.

En Tapachula hay un caso muy peculiar, se trata del de dos legisladores uno federal y el otro local: José Luis Elorza Flores e Isidro Ovando. El primero al principio se había declarado a favor de la figura de Claudia Sheinbaum, sin embargo, algo pasó que de la noche a la mañana sus afectos cambiaron, así como se cambia un calcetín y ahora es fiel seguidor de Adán Augusto López Hernández.

Mientras Elorza Flores cambiaba de grupo político, Isidro Ovando Medina se mantuvo ecuánime y lo que manifestó desde el principio lo sigue haciendo. Mostró simpatías por Claudia Sheinbaum y se puso a hacer la tarea de brigadear a su favor, no se dejó llevar por el canto de las sirenas y las promesas que se lleva el viento… Hasta la próxima.