HOSPITAL DEL ALMA 110823

Por El Duque de Santo Ton

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Duque:

Conozco a mi esposa desde que éramos niños, y los dos siempre supimos que nos gustaban las personas de nuestro mismo sexo.

Ella se derretía por las niñas y yo por los niños, a ella le gustaba jugar futbol y a mí a las cucas. Con el tiempo y por estar siempre segregados nos identificamos y los compañeros de escuela decían que éramos novios. Los dos somos bien calientes y empezamos a tener nuestras respectivas aventuras, ella con mujeres y yo con hombres. Nos separamos cuando nos fuimos fuera de Chiapas para estudiar nuestras carreras profesionales, pero cuando regresamos y no volvimos a ver nos dio tanto gusto que hasta cogimos, pero no nos gustó. Sin embargo, al poco tiempo descubrimos que la gente nos seguía identificando como pareja y se nos ocurrió hacer un trato: seríamos “novios” para que no nos molestaran, pero cada quien podría acostarse con quien quisiera. Nos dio tan buen resultado, que nos casamos para dar gusto a todos y con el tiempo hasta tuvimos un hijo que está traumado porque él sabe perfectamente que somos homosexuales ¿qué podemos hacer, Duque?

Candelaria

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Candelaria:

Enfrentar las consecuencias de sus mentiras y tratar de explicarle al niño los motivos que tuvieron para falsear la realidad. 

Hola Duque:

Tengo 23 años de edad, me considero heterosexual, pero me da mucho morbo el porno gay, e inclusive le pido a mi novia que veamos películas de ese tipo para excitarnos.Te confieso que no me gustan los hombres, pero no tienes idea de cómo me gusta mirar a dos machos haciéndose el amor en un video, aunque en la vida real eso me da asco.

Jorge

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Jorge:

Aunque te consideres heterosexual, por lo que me escribes yo pienso que eres gay y no te has dado cuenta. Ese asco que sientes y esa novia que te acompaña a excitarte con videos gay son lo que se conoce como “tapaderas”, y te ayudan a encubrir el deseo sexual que sientes por otros hombres, que te llena de culpa y que te impide aceptar tus verdaderas preferencias. 

Querido Duque de Santo Ton:

Mis padres murieron hace años en un accidente de aviación, y desde entonces vivo sola con mi hermano menor, que padece de sus facultades mentales. La casa es la que pertenecía a mis padres, y la sostienen entre mis demás hermanos, que se dividen los gastos. La situación era triste, pero soportable, hasta que la situación empezó a pesar demasiado a la familia. A mi hermano le quitaron al personal que lo cuidaba y me asignaron esa tarea a mí. También despidieron a las sirvientas y yo me tengo que hacer cargo de la casa. No tengo problemas económicos porque me traen la despensa y pagan las cuentas, pero yo sola tengo que fletarme al loco 24 horas al día, y eso ya me está crispando los nervios. Además de que no puedo descuidarlo porque corre el peligro de hacerse daño, hay que ayudarlo a comer, a vestir, a bañar y hasta hacer sus necesidades. Nadie nos viene a ver no nos hablan por teléfono, soy yo la que tengo que mendigar su atención. A veces me dan ganas de olvidarme de todo e irme de la casa y dejar tirado al loco para que se hagan cargo de él

Marisa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Marisa:

Efectivamente tus hermanos pensaron en todo para que tu hermano y tú estuvieran bien a pesar de la ausencia de tus padres, pero se olvidaron de tu salud mental. Es terrible lo que te sucede, pero por otra parte tienes la ventaja de contar con un lugar para guarecerte del peligro y para cuidar de tu hermano que por muy loco que pueda estar es tu hermano. Ten fe en que las cosas van a mejorar pronto y que podrás casarte, que tendrás una vida normal con la satisfacción de haber cumplido con tu deber moral, y de haber salvado al indefenso de tu hermano. 

Querido Duque:

Soy una chica de 19 años, morena, guapa, bien formada, me encantan los hombres y soy adicta al buen sexo con hombres de verdad, jóvenes y guapos; aunque también me gusta que sean bisexuales. Un amigo y yo queremos hacer un trío con otro tipo que sea guapo y joven y que nos coja a ambos.

Beatriz

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Beatriz:

Debes haber empezado muy joven tu actividad sexual como para tener esos gustos tan rebuscados. Eso me alarma porque la putería se va agravando con la edad, y cuando tengas treinta años ya tendrás la experiencia de una anciana, lo cual no tendría nada de malo, si no viviésemos en una sociedad machista, con doble moral, que margina a las mariposillas libres como tú. 

Duque de mi corazón:

Te escribo este mensaje porque yo sé que tienes muy buen gusto. Me voy a casar en el 2024 y tanto mis damas de honor como yo parecemos auténticamente chiapanecas, chiapanecas, lo cual te menciono para no entrar en detalles, y quisiera que me dijeras cuál te parece el mejor color para las mujeres morenas como nosotras.

Leonor

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Leonor:

Gracias por tomarme en cuenta y considerar que mi opinión es válida. Mira, te recomiendo el color lavanda o el gris perla y que procures que lleven los brazos velados con mangas de gasa o de encaje y que se peinen en el salón de belleza, aunque la fiesta sea de día o noche, según sea el caso. No olviden rasurarse las patas ni arreglarse las uñas. 

Duque:

Tenía un perro que jamás salía de mi casa, te lo juro, pero hace como dos semanas, me descuidé y salió a la calle el chucho y lo mordió a una chamaquita que es hija de un vecino. Antes de que yo pudiera hacer nada, salió de su casa el vecino y lo mató a mi chuchito con una pistola. Yo me enojé mucho y sentí feo porque quería mucho a ese animal, pero no me atrevo a reclamarle nada al vecino, no sea que también me vaya a balacear a mí.

Lucía

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Lucía:

Hiciste lo correcto, no tiene caso exponer la vida por un asunto que ya no tiene remedio. 

Duque:

Fui a un velorio de un amigo y no me lo dejaban ver, porque según la familia el ataúd tenía que estar cerrado. Hablé con el hermano de mi amigo y le dije que quería ver el cuerpo para despedirme de él, y me contestó que mejor me fuera a despedir de mi chingada madre. Se me hizo una falta de respeto no sólo para mí sino para la memoria de mi amigo, todavía no se me pasa el coraje.

Jesús

San Cristóbal 

Querido Manuel de Jesús:

Tienes que comprender que el perder a un ser querido es un acontecimiento que puede desequilibrar la estabilidad emocional de ciertas personas, aunque lo que te hicieron sí fue una auténtica leperada, pues podrían haberte negado lo que querías con otras palabras. Sin embargo, no des importancia al asunto y no permitas que interfiera con el recuerdo que conservas de tu amigo. 

Querido Duque:

Mi hija está muerta del coraje porque terminó la preparatoria y no la dejé que se fuera a estudiar a Puebla. No sólo no me habla, sino que no se inscribió en ninguna universidad de acá, que dicen que son muy buenas. La niña está furiosa, pero yo no voy a permitir que mi hija duerma lejos de su casa si tiene tan sólo 19 años.

Miguel

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Miguel:

Me parece que tu actitud es la más adecuada. Yo algún día tuve 19 años y recuerdo el ambiente promiscuo y depravado en el que nos movíamos los adolescentes de aquella época, no quiero ni pensar en la apertura de criterio de los chamacos de ahora. 

Duque de Santo Ton:

Me quieren contratar para modelar trajes de baño, en una gira de desfiles de modas por todo el Sureste de México. A mí me da miedo que se trate de algo sucio y aunque pagan bien, yo no quiero aceptar porque me da miedo meterme en problemas. Tengo 21 años.

Ana Laura

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ana Laura:

La crisis económica está muy dura, pero eso que me cuentas me suena a trata de blancas. Mejor espera que con toda seguridad la vida te depara algo mejor. Mientras podrías ser cajera o hacer empanadas para repartir a domicilio.