HOSPITAL DEL ALMA 140723

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Vivo en la colonia Moctezuma, y vieras como sufro y sufre mi familia, desde que la zona dejó de ser un área residencial, para convertirse en una especie de área de tolerancia, llena de cantinas y de tugurios de mala muerte.

A mí me afecta mucho un antro que está cerca de mi casa, pues el ruido nos impide dormir, sobre todo a mi mamá que está muy enferma de sus nervios. Por si fuera poco, los coches de quienes asisten al antro se estacionan en la entrada de mi cochera y no me dejan entrar ni salir. Los colonos de la Moctezuma pagamos impuestos más altos que los habitantes de otras zonas, y no me parece justo que el Ayuntamiento haya permitido la proliferación de lupanares en el corazón de la colonia. A veces nos da miedo salir de la casa porque en las calles se reúnen palomillas de jóvenes súper borrachos y malcriados ¿con quién me puedo quejar, Duque?

Emmanuel

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Emmanuel:

Debes concentrarte en tu queja, hasta lograr comunicación con San Judas Tadeo, que es el Santo Patrono de las Causas Perdidas, y le explicas tu problema, que está más difícil de solucionar que un crucigrama en chino, porque, al parecer, ahí es donde atienden esos asuntos.

Querido Duque de Santo Ton:

Me casé muy enamorada de mi esposo, y aunque me daba miedo el sexo, él se encargó de enseñarme todo lo referente a las relaciones y me trató con mucha ternura y todo. Lo malo fue cuando una noche me salió con que quería que le pegara en las nalgas porque según él se sentía más excitado. Le di gusto y empecé a nalguearlo casi siempre que teníamos sexo. Primero con calzón y luego sin calzón, luego con la mano, luego con un cinturón, luego con una raqueta de pin pong y con muchas cosas más que le dejan las nalgas rojas, rojas, casi moradas. Duque ¿me casé con un enfermo?

Liliana

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Liliana:

Calmada mujer: en la cama todo está permitido mientras la pareja esté de acuerdo en hacerlo. Las nalgas, al igual que los senos, son partes del cuerpo muy erotizadas por nuestra cultura, y ejercer violencia sobre ellas puede ser una reminiscencia de los sentimientos de placer-expiación de la culpa implícitos en el sadomasoquismo, una perversión muy extendida entre la gente decente. 

Duque de Santo Ton:

Mi papá es un señor muy autoritario y exigente. Nos regaña mucho a todos y hasta nos pega, inclusive a mi mamá, pero el otro día que lo acompañé a su trabajo, me di cuenta de que es un pobre diablo, al que todos humillan y él se la pasa de lambiscón con sus jefes, uno de los cuales hasta me faltó al respeto porque yo soy, la verdad, una muchacha bonita, pero mi papá no me defendió, sólo me dijo que no le hiciera caso, que el licenciado es muy bromista, pero yo me sentí ofendida y decepcionada.

María

Tuxtla Gutiérrez

Querida María:

Según algunos analistas, en la familia chiapaneca de clase media, el padre es, por así decirlo, el encargado de reproducir el esquema social del poder, es una especie de sargento subordinado, que mira desde abajo a sus superiores (los que le pagan) y se impregna de su ideología despótica, la cual imita con sus inferiores (ustedes), y se convierte en un ser todopoderoso, que no se limita a transmitir las nociones de jerarquía y obediencia, sino que las impone. 

Duque:

Estoy a punto de tener una crisis nerviosa. Vivo sola con mi madre que está loca, y ya no soporto sus delirios. He estado a punto de darme un tiro.

Maite

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maite:

Ni se te ocurra hablar del suicidio, pues si tu madre es una enferma mental, tú eres el único apoyo que tiene en la vida. No te pongas tú misma en tu contra, mejor saca fuerzas de la flaqueza y ármate de paciencia para resistir. 

Duque:

Hace un par de noches encontré a mi hijo de 16 años en su cuarto, teniendo relaciones sexuales con una muchachita. Estoy indignada y muerta de rabia, pues el muchacho no respeta ni su casa.

Isabel

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Isabel:

Debes dar gracias a Dios de que al que encontraste trabado como chucho fue a tu hijo y no a tu hija, y de que esa muchachita no haya sido un muchachito.  

Querido Duque de Santo Ton:

Mi esposo es un travieso al que le encanta hacerme el sexo oral, pero la otra noche mientras lo estaba besando en la boca antes de dormir, le encontré un pelo colocho güero, güero entre los dientes y yo tengo el pelo muy negro. Dime qué hago.

Milita

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Milita:

Por lo menos pídele que se lave la boca antes de besarte, y si alguna vez sientes que tiene en el aliento un aroma como a camarón, ostión o pescado, ni te le acerques. 

Duque de Santo Ton:

Soy un perverso sexual. No puedo ver a ninguna mujer porque me imagino que le estoy quitando la ropa y me la estoy llevando a la cama. Lo malo es que mi esposa me da asco en todos los sentidos. Y no es que esté fea, es guapa, pero se ha vuelto tan maternal y trata de parecerse tanto a mi mamá, que cuando trato de hacerle el amor, siento como si le estuviera faltando al respeto, como si le estuviera bajando los calzones a mi mamá, menos que yo la penetre. Ella no protesta, se resigna a cuidarnos a mis hijos y a mí y a ser ama de casa, pero siento que eso no es normal.

Ernesto

Chiapa de Corzo 

Querido Ernesto:

¿Cómo va a ser normal? Tanto ella como tú están de hospital psiquiátrico, no para el Hospital del Alma. Les recomiendo que busquen a un buen terapeuta especialista en matrimonios. 

Querido Duque de Santo Ton:

Tengo 45 años de edad y me iba a casar en julio, pero mi boda se canceló por un mal entendido. Mi novio dice que tenga paciencia, que sí me va a cumplir su palabra, pero yo estoy muy angustiada.

Loli

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Loli:

Dile a tu novio que no quieres esperar ni quieres fiesta, que estás dispuesta a contraer nupcias en las oficinas del Registro Civil. No dejes ir este último tren. 

Duque de Santo Ton:

Mi marido y yo vivimos en un edificio, en el que los departamentos están tan pegaditos, que se escucha perfectamente lo que sucede detrás de la pared. Hace poco se cambiaron al lado de nosotros, dos muchachos muy guapos, elegantes y bien vestidos, que parecen de otra clase social, pero que están en problemas económicos, porque, eso sí, lujos nosotros no tenemos. El caso es que ya van varias madrugadas en las que mi esposo me despierta muy alarmado, porque del otro lado del muro, salen sonidos que indican que los jóvenes están haciendo el amor con frenesí casi salvaje. Mi compañero dice que es imposible vivir con un par de degenerados al lado, pero poco a poco se va prendiendo a tal punto, que se trepa en mí y me hace el amor con dureza ¿es posible que un heterosexual se caliente escuchando la relación sexual de un par de homosexuales?

Reyna

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Reyna:

Si tu marido puede, significa que no hay impedimento para el contagio de la calentura, a menos a que a tu señor le empiece a gustar el arroz con popote y ya te esté viendo como si tuvieras barba y bigote. 

Querido Duque:

Soy una mujer de 23 años y fui madre hace tres meses, pero el papá de mi hijo me abandonó y no se quiso hacer cargo del chamaquito. No me quedó más remedio que quedarme a vivir en casa de mi mamá, aunque ahora salgo con un hombre de 64 años, al que le gusta succionar la leche de mis senos. Yo soy una mujer muy aseada por lo que no me preocupa que mi novio vaya a contagiar a mi bebé de algo feo, y tampoco se me acaba la leche, al contrario, produzco más y encuentro doble desahogo. La verdad es que disfruto mucho cuando doy de mamar, sea a mi bebé o sea a mi novio ¿soy normal?

Maritza

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Maritza:

No sólo eres anormal, sino que, además de puerca y loca, estás traumada. 

Querido Duque de Santo Ton:

Leí tu libro de cuentos cuyos personajes son mujeres chiapanecas. No cabe duda de que eres sexista, racista, clasista y misógino, pero adoro tu forma de escribir.

Martina

Tapachula 

Querida Martina:

Me alegra muchísimo que mi texto haya llegado hasta Tapachula, una ciudad que adoro y a la que pienso ir muy pronto, si Dios me lo permite.