Preservan tradición de hamacas en Berriozábal

La hamaca más grande de México

En el año 2007 se realizó la hamaca más grande de México.

Es una de las actividades que permite a los pobladores de este municipio acceder a una fuente de ingresos. 

Por José Aquino 

Berriozábal, Chis.- Una de las principales actividades de la gente Berriozábal es la fabricación de hamacas, tradición que aún persiste gracias a los productores de estas loables artesanías.

La Cabecera municipal también se distingue por la ganadería, silvicultura, siembra de maíz y sorgo, elaboración de ixtle y henequén. 

“Confeccionamos hamacas de todos tipos, formas, tamaños y colores a base de mucha dedicación, esfuerzo y entereza; parte de nuestra vida se va en la elaboración de este producto” dijo el artesano Florentino González Ruíz.

Declaró que el precio depende del tamaño de las mismas: hay desde 200 las más económicas, 700 de tres kilogramos y las que pesan más de cuatro kilos su costo es mayor a los mil pesos; de adorno y decorativas el importe es de 30 y 50 por ser más pequeñas.

“A mis 76 años, llevo más de la mitad de mi vida ejerciendo este oficio y me siento orgulloso de poder conservar esta tradición que me inculcaron mis padres”, opinó.

Narró que desde los 11 años aprendió de su padre la elaboración de las hamacas, y con el paso de los años perfeccionó su técnica de elaboración en la combinación de colores y texturas.

"Lo que bien se aprende nunca se olvida es por ello que si tuviera la necesidad de trasladarme a otro lugar este arte puedo realizarlo únicamente teniendo los materiales necesarios”, dijo.

“Cada hamaca es única, no se repiten estilos y características eso matiza el trabajo de cada artesano”, comentó.

Yolanda Mendoza Pineda, vecina de la colonia Juan Sabines y comerciante explicó que elaborar una hamaca no es tan sencillo, implica horas, incluso días de arduo y dedicado trabajo de urdido minucioso al tejer y combinar los hilos de colores, un sólo punto mal aplicado echaría a perder la prenda.

“Algunas de ellas son tan resistentes que pueden soportar hasta los casi 300 kilogramos”, destacó.

José Abenamar dio a conocer que este oficio permite a familias enteras de localidad  acceder a una fuente de ingresos y mejorar su condición de vida.

“Me dedico a vender hamacas desde hace más de 15 años para poder llevar la economía a mi hogar, asimismo viajo a otras ciudades a vender mis hamacas como: Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal, San Fernando, Cintalapa, Villaflores, Comitán, Ocozocoautla, Malpaso por mencionar algunas”, definió.

Dijo también que en ocasiones durante el año visita localidades de otros estados entre ellas: Las Choapas, Nanchital, Cosoleacaque, Acayucan y Agua Dulce en Veracruz.

“La mercancía se vende en esas demarcaciones pero su costo encarece un 30 por ciento debido al pasaje y resulta a veces peligroso, pero uno tiene que buscar la solvencia” detalló.

EN EL AÑO 2007 LA HAMACA MÁS GRANDE

En el año 2007, en el marco del “Día del Artesano” cerca de 200 personas dedicadas a esta labor unieron esfuerzos, hicieron historia al elaborar la hamaca más grande de México, tenía un peso de más de 200 kilos y 30 metros de largo –y tres de ancho-.

Acción que contribuyó no solo a mantener esta tradición sino difundir en otros países la importancia que posee el pueblo de Berriozábal como productor de esta mercancía.

Existen muchos artesanos que se dedican a la fabricación de estas artesanías, sin duda alguna destaca por su calidad y permiten a los mismos explotar su creatividad en combinación de colores y extensiones que hacen de cada una de las hamacas de colores un ejemplar único.

Además ofrecen talleres en donde se enseña cómo elaborar una hamaca, cuál es la forma que debe llevar y las técnicas para su preparación.

ANTECEDENTES 

El origen de la palabra “hamaca” proviene del náhuatl hamahet y significa descanso.

Anteriormente la mayoría de las hamacas se tejían con ixtle, planta medicinal usada en México desde la época de Mesoamérica, sin embargo, hoy se usan materiales como algodón, malla, nailon, henequén, entre otros. 

Con los mencionados hilos se elaboran distintos tipos de tejidos como el hilado y el petatillo, que consisten en entrelazar en forma de zigzag, cuadrícula, rombos o cruces los hilos para darle diseño y forma a la hamaca. 

Las hay de distintos colores, puede ser uniforme o una mezcla de acuerdo al gusto del cliente, existen de tonalidad roja, gris, verde, rosa, azul, amarilla, café y muchas más.

COMPETENCIA DESLEAL

Los artesanos expresaron que en la actualidad enfrentan un problema al afrontar la competencia desleal por parte de algunos de sus compañeros porque adquieren materiales a bajo costo que son de fabricación china.

“Nos enteramos que la materia prima la obtienen en Guatemala porque es más barata y permite comercializar más barato pero se olvidan que eso genera la deficiencia en calidad y durabilidad del producto” indicó Pedro Escobedo.

Indicó que la mayoría de la gente no sabe distinguir, cuando ofertan con otro costo hasta se molestan.

“Nos dicen que vendemos caro, que otros dan hamacas hasta en 150 pesos, eso que deprecia todo el esfuerzo que hacemos” señaló Miguel otro de los vendedores. 

Dijo que tienen que explicar y en ocasiones hasta demostrar que los hilos que usan son hechos en México, Puebla y del Estado de Hidalgo.

“La mejor temporada de venta es de febrero a septiembre los meses sucesivos disminuye un poco, en menor porcentaje” resaltó.

Mencionó que lo único que buscan es preservar las tradiciones y llevar el sustento a sus familias a través de sus artesanías.