ENTRELÍNEAS 030119

Rutilio Escandón discreto y distinto 

POR JORGE CEBALLOS 

Luego de las fiestas de fin de año, las cuales esperamos hayan sido de paz, amor y gozo, retomamos este espacio de opinión, agradeciendo a todas las personas que se toman la molestia de leernos. Así pues, entramos en materia de los diversos temas que abordaremos.

 

Transcurridos los primeros 25 días del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, se ha percibido desde el primer momento un cambio de régimen, no solo de persona desde el Ejecutivo del Estado: una forma distinta de gobernar, como un mal recuerdo en la mente de los ciudadanos ha quedado la parafernalia que caracterizó al titular de la anterior administración.

Al nuevo mandatario y a su mismo equipo de trabajo se les perciben muy discretos, algo que sinceramente no era característico de quienes estaban administrando y de mala forma las arcas públicas de Chiapas.

2019 será un año de malabares para la nueva administración, porque simple y sencillamente tienen que comenzar a enderezar un barco que hasta el último día del anterior gobierno, estuvo a punto de naufragar.

El periodo que inició hace tres días, será la prueba de fuego, serán estos próximos meses los que el gobernador y su equipo de trabajo, le deberán demostrar a los chiapanecos que no se equivocaron al votar por el cambio que prometieron durante la campaña.

Existen dos rubros que a Rutilio Escandón, le pueden dar problemas por lo mal que hicieron en el sexenio anterior, y nos referimos a salud y educación, instancias que fueron manejadas de una manera tan mala que fueron y son una olla de presión.

En el rubro de salud, a la actual administración le heredaron un problema, porque no es un secreto la falta de medicamentos y personal, situación que buscan revertir con un manejo pulcro de los recursos que a la dependencia comenzarán a llegar.

De ahí la importancia de haber nombrado a José Manuel Cruz Castellanos, hombre que no tiene intereses políticos y económicos en la entidad, porque para ser honestos, quienes transitaron en el anterior gobierno, todos, sin excepción tenían su corazón político y querían llevar agua a su molino, para ir armando un ahorro que se invirtiera en las campañas.

Rutilio Escandón tiene muy presente también que, para ir abatiendo todos los rezagos por los que atraviesa la entidad, se tiene que preparar a conciencia a las futuras generaciones, de ahí que al rubro educativo se le tenga que destinar de manera pulcra el presupuesto, para que la generación que se encuentra en formación, reciban educación de calidad.

De esa manera, quienes vivimos en Chiapas, debemos estar muy pendientes en el proceso de los primeros cien días del gobierno de Rutilio Escandón, para ir haciendo un análisis a conciencia de en qué está cambiando la entidad, o, más bien, en que cosas se está fallando y en cuáles de plano no se le está encontrando la cuadratura.

Ya hay desgaste

Ayer escuchaba una entrevista que le hacían en una estación de radio al nuevo gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, en ella reconocía que ya había comenzado un desgaste de la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador, esto a tan solo 31 días de haber asumido el poder de la nación.

¿Se preguntará que tiene que ver ese tema con la entidad? Demasiado, respondería a bote pronto, porque precisamente, el mandatario de Tabasco junto con el de Chiapas, son parte de una misma familia política, y por la cercanidad que ambos tienen con el presidente de la República.

Decía Adán Augusto, en la entrevista de ayer concedida en Villahermosa que, ese es riesgo que corren todos los cuadros que el 1 de julio pasado lograron el triunfo por parte de Morena, porque al tomar decisiones que a algún sector de la población, corren el riesgo de que vayan sufriendo desgaste en la aceptación ciudadana, de ahí que  -dijo- tienen que ir asumiendo los costos para hacer gobiernos honestos que dejen buen sabor de boca en los ciudadanos.

Traemos esto a colación de igual manera, porque en Chiapas, un personaje que está sufriendo un desgaste que no se imaginaba, es el alcalde de Tapachula, Oscar Gurría Penagos, y es que al exdirigente de Morena, se le está olvidando el compromiso o más bien, el discurso de cambio que lo llevó a obtener el triunfo con más de 80 mil votos.

El problema de Gurría Penagos, es que se olvida de que la ciudadanía votó por un cambio que enarboló durante años López Obrador, y que, en aquella parte de Chiapas los ciudadanos compraron muy bien.

Pero resulta que el doctor Gurría, dejó el poder municipal en las manos de su familia política, porque allá en Tapachula, simplemente quien toma las decisiones es su cuñado, Alfredo García Arjona, quien fue el que verdaderamente aprobó todos los nombramientos que el alcalde anunció dentro del gabinete.

Por ello, los personajes ligados a Morena y que tienen una posición política actualmente, deben tomar en cuenta las palabras del gobernador de Tabasco y aceptar que la luna de miel con los electores se va acabando, en este poco tiempo deben ir haciendo un análisis de conciencia y si pueden, enderezar la nave. Hasta la próxima.