HOSPITAL DEL ALMA 041218

 

Por Duque de Santo Ton

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Duque:

¿Los seres extra terrestres también se van al Cielo?

 

Paty

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Paty:

Ve tú a saber. 

Querido Duque:

Descubrí que mi marido y la criada mantienen relaciones sexuales, lo que al principio me molestaba, pero luego me di cuenta de que es mejor que se la coja a ella, porque yo tengo sexo regularmente con jovencitos de 19 ó 20 años de edad. No sé si sentirme culpable o no.

Lucrecia

San Cristóbal 

Querida Lucrecia:

Si no sabes si sentirte culpable, opta por lo más fácil: que te valga gorro y disfruta la vida.  

Duque:

Siempre me han gustado las mujeres colochas, pero aunque me casé con una crespa, crespa, así como mareña, ella insiste en alaciarse el cabello todos los días con una pistola de aire, y cuando tiene dinero va al salón de belleza para que se lo planchen con químicos. Por si fuera poco, también le ponen “mechas”, y lo único que consigue es verse como una verdadera criada. A mí me da vergüenza llevarla como pareja a mis compromisos de trabajo, pero eso a ella no le importa y dice que mejor si voy solo porque ella se aburre ¿no se dará cuenta de que el dinero que yo gano es el que nos sirve para comer? 

Ernesto

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Ernesto:

Me asombra la poca solidaridad de tu esposa. Yo soy de  la idea de que cada quien se vista y se peine como quiera, pero si tú mantienes a tu señora y le pagas hasta los calzones que usa, ella debería, por lo menos ser agradecida, tratar de gustarte y de ayudarte a quedar bien con tus jefes y tus compañeros de trabajo. Pídele perdón a San Judas Tadeo en su nombre y dale unas cuantas cachetadas a la rebelde para que aprenda quien es el hombre de la casa. 

Querido Duque:

Soy una mujer de 23 años y fui madre hace tres meses, pero el papá de mi hijo me abandonó y no se quiso hacer cargo del chamaquito. No me quedó más remedio que quedarme a vivir en casa de mi mamá, aunque ahora salgo con un hombre de 64 años, al que le gusta succionar la leche de mis senos. Yo soy una mujer muy aseada por lo que no me preocupa que mi novio vaya a contagiar a mi bebé de algo feo, y tampoco se me acaba la leche, al contrario, produzco más y encuentro doble desahogo. La verdad es que disfruto mucho cuando doy de mamar, ya  sea a mi bebé o ya sea a mi novio ¿soy normal?

Marisa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Marisa:

No sólo no eres normal. Sino que además de puerca y loca, estás traumada. 

Duque:

Mi novio tiene el pene pequeño y toda mi familia se lo ha visto. Tengo 25 años y  mis padres me enseñaron a practicar el nudismo, tanto en Oaxaca como en el Caribe. En Tuxtla conocí a un chavo que me gustó y que es muy conocido entre los ricos por su dinero, por lo que lo invité a hacer nudismo a la casa de playa de mi madre en Playa del Carmen. Fuimos con mi hermana, su marido y con otras parejas con niños pequeños. Hasta que no estuvimos en Playa del Carmen mi novio y yo no habíamos hecho antes el amor, por lo que para mí fue una sorpresa cuando mi novio se bajó los calzoncillos y le vi el pene tan chiquito que tiene. Me pareció como un botoncito o algo así, y por más que le hacía no le encontraba forma. Los niños se quedaron sorprendidos porque ellos a sus diez años tenían los penes más grandes.  Los testículos apenas se le veían a mi novio.  Normalmente en una playa nudista se ve de todo, pero aquello no parecía normal.  Los niños y las niñas se empezaron a reír de él y yo estaba muy avergonzada pero muerta de la risa porque nunca había visto un pene tan pequeño. Mi hermana me dijo que me iba a ser imposible mantener relaciones sexuales con él, pero las tuve esa misma noche y muy placenteras. De hecho las sigo teniendo porque aunque toda mi familia lo sepa, yo adoro a mi “pito chico”.

Dulce

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Dulce:

Yo no sé de dónde salió tu familia, porque los chiapanecos por más pobres e indecentes que seamos, jamás caeríamos en una práctica tan aberrante como el nudismo. Tus padres deben ser unas momias hippies de los años 60. Ya parece que yo mismo voy a llevar a mis hijos e hijas a que miren talegas al aire. Se necesita no tener vergüenza para reírte de un hecho tan grotesco como el de que tu familia haya visto el pene de tu novio. Con razón tienes relaciones sexuales tan placenteras con él, ya que las puercas se conforman con cualquier cosa. 

Querido Duque de Santo Ton:

Unos compadres nos propusieron a mi esposa y a mí participar en un intercambio “swinger”, es decir, de tener relaciones sexuales uno con la pareja del otro. Después de pensarlo mucho, aceptamos, pero los compadres nos salieron con la nueva idea de que querían que interactuáramos todos al mismo tiempo en la misma cama. Volvimos a aceptar, pero cuando estábamos en pleno acto me di cuenta de que mi compadre se la pasó todo el  tiempo agarrándome las nalgas y propiciando la situación como para que yo lo penetrara. Como apenas y podía darme abasto con su mujer y con la mía, no pude defenderme gran cosa, pero me parece que mi compadre es medio raro y se quiso pasar de gay conmigo.

Nicandro

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Nicandro:

Tu compadre no se quiso pasar contigo, se propasó como quiso. Eso de que es gay y de que disfrutó acariciándote las nalgas es un hecho y si a ti también te gustó repite, si no, no vuelvas a caer en la pendejada. 

Señor Duque:

Yo soy una señora mayor, pero de joven fui muy guapa y tenía muchos pretendientes. Nunca fui casada pero sí supe lo que es estar en la cama con un hombre (lo hice varias veces). Era tan bonita, que todos me decían la “Orquídea Negra”, por delicada y por morena. La cosa es que nunca me casé, no tuve hijos y no ahorré para mi vejez. Ahora vivo en un asilo de ancianos del gobierno y aunque los años me pesan mucho, todavía tuve fuerzas para aprender a usar la Internet en unas computadoras que nos pusieron en el asilo, y te escribo este E Mail para decirte que me gusta mucho como escribes y que aunque soy un despojo y estoy paralítica, todavía me entran ganas de tener sexo. Una amiga dice que soy mala mujer y que rece para que Dios me perdone, pero aunque lo hago todas las noches, a mí se me siguen antojando los enfermeros y los terapeutas. 

Josefa

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Josefa:

Con frecuencia he leído que los impulsos sexuales son algo innato en los seres humanos, y que hasta los recién nacidos y los moribundos tienen deseos relacionados con la genitalidad. Así que eso de los bebés, los niños y los ancianos puros y castos es mentira. Hasta el día de tu muerte podrías tener necesidad de sexo, es un hecho.