HOSPITAL DEL ALMA 030124

Por El Duque de Santo Ton

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Duque:

En la madrugada del sábado me detuvieron los tránsitos sin motivo, porque te juro que yo iba manejando bien, aunque eran las dos de la mañana.

Me hicieron pasar por la prueba del alcoholímetro y eso que yo jamás he bebido trago. Me hicieron perder más de una hora, y cuando me regresaron mi licencia, mi credencial de elector y mi tarjeta de circulación, en lugar de darme una explicación, el tránsito me mentó la madre y estoy seguro de que él fue quien se robó mi celular porque cuando llegué a mi casa ya no lo andaba y eso que sí lo llevé.

Karina

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Karina:

Da gracias a Dios que no tuviste que dar mordida, además de que las dos de la madrugada no son horas de que una mujer ande manejando sola en la calle, y menos ahora que hay tanto malandrín por todos lados. 

Duque de Santo Ton:

A mí me gusta mucho ir a trabajar, pero mi jefa huele a puro sobaco, y eso me da asco. No sé cómo hacerle para quejarme sin que la señora me agarre ojeriza, tú dime.

Ana

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ana:

No lo hagas, mejor acostúmbrate, porque hacer notar a todo el mundo que tu jefa es una hedionda sólo puede acarrearte su enemistad y eso no te conviene. Debemos aprender a ser tolerantes vos Ana. La crisis de desempleo está muy dura y cortarte tú sola el pescuezo sería una estupidez. 

Hola Duque de Santo Ton:

Tengo veintiocho años y mi familia, la verdad, me tiene harta. Ya no sé qué hacer, tratan de meterse en mi vida y lo peor es que son hipócritas, cuando hablan conmigo, me hacen ver como que están de acuerdo con mi novio,pero luego, a mis espaldas, dicen que no tiene presencia, que es un pobre diablo, que yo soy una tonta porque tengo todo para estar con niños más guapos, pero yo sigo con él. No sé por qué son así, debería alegrarles que soy feliz y que estoy con una persona que me valora y que me respeta y que está conmigo en las buenas y en las malas, y que me coge riquísimo, ya no sé qué hacer.

Tina

 Palenque 

Querida Tina:

Si tienes veintiocho años y un novio que te valora, que te respeta y que sabe hacerte el amor ¿qué esperas para casarte mamacita? Espero que esa lindura de hombre, además de hacerte feliz, también sepa trabajar y gane lo suficiente para mantenerte. Si de plano el tipo no puede con el paquete y te pide que trabajes para juntar sus sueldos y pagar un alquiler, entonces tu familia tiene razón y ya es tiempo de que pongas los ojos en otro partido antes de que se te vaya el tren porque a los veintiocho, ya no eres ninguna pollita. 

Duque:

Ando en busca de un hombre cuarentón que quiera hacerse cargo de una chiquita adolescente como yo. Prometo portarme bien y ser obediente en todo.

Elena

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Elena:

Eres una cochina. No te olvides de ir a misa el próximo domingo y si puedes confiesa tus pecados y comulga, necesitas ser purificada. 

Duque de Santo Ton:

Hace poco me encontré a una ex novia de la secundaria, a la que quise mucho y que me encantaba. No me lo vas a creer, pero al verla, me pareció que era la misma niña con la que me besuqueaba en el parque Morelos. Se veía preciosa, con los mismos ojos grandísimos, su hermoso cabello impecablemente cortado y vestida como una princesa. Nada me impidió acercarme a ella para saludarla, con mucho respeto, claro, pero cuando la vi de cerca, me pareció que todo lo que llevaba encima era un disfraz, pues en realidad sí representa los 60 años que tiene, pero que disimula muy bien con el maquillaje y la ropa cara. Me platicó que estaba divorciada de su esposo y que se dedicaba a la exportación de artesanías. Me le escabullí a la primera porque, aunque el recuerdo fue grato, tener un romance con ella hubiera sido como tenerlo con mi abuelita.

Ricardo

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Ricardo:

Supongo que lo mismo habrá pensado ella de ti al verte. Se ha de haber sentido liberada cuando te despediste, porque a tus sesenta, que también debes tener, por mucho que te conserves, debes ser un guiñapo. 

Duque de Santo Ton:

A la hermana de mi mamá y a su esposo se les ocurrió meterse en no sé qué religión cristiana, que resulta que les tiene prohibido cuidarse del coronavirus, porque según ellos Dios los protege y ya les tiene marcada la fecha de su muerte, por lo que no pueden hacer nada en contra de la voluntad del Señor. Yo esto de acuerdo con la Fe y con seguir los dogmas, pero también pienso que no hay que ser idiotas ¿no te parece?

Selene

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Selene:

Aún implorando la salvaguarda de Dios, el no cuidarse es, efectivamente, una idiotez. 

Duque:

Dentro de un mes voy a cumplir 15 años, y mi papá ya me había organizado un gran baile en un salón muy bonito. También me había comprado un vestido precioso, con crinolina, lentejuelas, flores de tela, guantes y toda la cosa. Iba a bailar el vals con mi novio y varias de mis amigas iban a ser damas. Pero todo se canceló porque mi abuelito entró en coma, y ni se cura ni se va. Yo ya quiero que todo se aclare para que se pueda realizar mi fiesta. He engordado tanto, que el vestido ya casi no me viene.

Andrea

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Andrea:

Si te pones a esperar a que tu abuelo se muera, vas a terminar celebrando tu baile de quince años cuando seas cuarentona. Mejor organiza una pequeña reunión de no más de diez personas, las fiestas de XV años con vestidote y pastelote ya no están de moda. 

Querido Duque de Santo Ton:

El otro día me encontré a uno de mis ex empleados en la calle. Dejó de trabajar para mí hace como doce años, pero antes de eso me nombró padrino de bautizo de su hijo mayor, el cual, convertido ya en un muchachote, iba con él ese día que nos vimos. “Saluda a tu padrino”, hijo. Le dijo el hombre a su vástago, pero cuando el muchacho trató de darme la mano y abrazarme, yo lo contuve, pue digan lo que digan, yo sé que una de las reglas más inquebrantables de la sana distancia. Me dolió hacerle la grosería a un jovencito, pero prefiero eso a enfermarme de coronavirus. Sin embargo, fue una experiencia muy amarga.

Paco

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Paco:

Eres un exagerado. Yo no digo que no debas cuidarte, pero no a tales extremos, el exceso de precaución a veces resulta fatal. Todo el mundo se abraza y se besa sin mayor peligro.