HOSPITAL DEL ALMA 130723

Por El Duque de Santo Ton

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Querido Duque de Santo Ton:

Mi papá tiene un rancho cerca de la presa Mal Paso, en el que cría ganado muy fino y necesita tener personal especializado que lo atienda. Un ingeniero agrónomo de Monterrey le mandó a un pasante de la carrera para que haga sus prácticas con las vacas de mi papá, y tuvimos que conseguirle alojamiento ahí mismo, en la casa grande.

Es un muchacho muy educado y correcto, pero por desgracia también es muy caliente. Sabe que es guapo y se aprovecha de ello, ya le hizo el amor a varias de las muchachas de servicio, incluyendo a la cocinera, después se acostó con mi tía, la solterona, y ahora quiere cogerme a mí. Bueno, no me lo ha dicho pero se me queda viendo con cara de excitación y el muy descarado se acaricia el miembro cuando yo me le quedo viendo. No sé si acusarlo con mi papá o acostarme con él, la verdad es que aunque sea tan promiscuo es un muchacho guapísimo, y cada vez que me lo imagino desnudo en la cama, termino con la ropa interior húmeda de tanto que lubrico al pensar en todo lo que podríamos hacer.

Sandra

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Sandra:

Déjate querer, mamacita, pero no olvides obligar al tipo a usar condón y a mantener en secreto la relación pues si el joven pasante ya ha tenido relaciones sexuales hasta con tu tía, la solterona, no pasará mucho tiempo antes de que las involucradas reclamen derecho de exclusividad. 

Querido Duque:

Soñé que llevaba a mi esposa y a mis hijos a comer a un buen restaurante. Mi mujer iba muy bien arreglada, lo mismo que los niños. Todos se portaban muy bien, y al ordenar, mi esposa pedía platillos que sabía que los niños no iban a desperdiciar y que no salían tan caros. Lo raro es que, en lugar de sentirme contento por tener una familia tan bonita, me entraba un sentimiento de culpabilidad terrible, mezclado con ansiedad. Desperté temblando y los llamé a todos para abrazarlos y decirles que los quiero mucho y que siempre voy a estar a su lado para cuando me necesiten. Se me salieron las lágrimas y mi esposa me acarició la cara, me dio un beso, llevó a los niños a la cocina para que la criada les sirviera el desayuno, y regresó a la cama para coger. No entiendo todavía ese sueño, Duque, no es la primera vez que lo tengo.

Iván

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Iván:

Algo que sucede en tu familia te tiene muy molesto. Los sentimientos de ira y de culpa están muy relacionados. La culpa suele derivar de la ira que nos produce una persona o una situación, es decir, la ira no tarda en convertirse en culpa. Igualmente, la ira puede emanar de los sentimientos inconscientes de culpa que nos produce un hecho o una persona. Tal vez tu furia sea el producto de sentir una responsabilidad que no deseas, en este caso la de ser padre de familia, y al no poder gritar conscientemente que estás insatisfecho, esa energía se transforma en culpabilidad. 

Querido Duque:

Me iba a casar en mayo, y en la lista de invitados a mi boda figuraban tres gobernadores y otros funcionarios igualmente importantes. Sin embargo, a mi abuela se le ocurrió morirse poco antes de la boda y le dio al traste a todo. De hecho, yo me quedé hasta con el vestido comprado. El matrimonio se aplazó un año por el luto, pero ya no va a haber fiesta por lo que el vestido no va a poderse lucir. Furiosa, le dije a mi papá que diera en efectivo lo que se iba a gastar en la fiesta, y el muy cínico me dijo que si pensaba invertir tanto en un festejo no era para que yo me viera bonita o saliera retratada en los periódicos, sino para agasajar a sus conocidos políticos, y lo tuvieran en cuenta como uno más de ellos. Me supo muy mal que mi papá hubiera tratado de usarme a mí y a mi boda para sus enjuagues de negocios y dejé de hablarle, además de que no pienso invitarlo a la sencilla ceremonia sin fiesta que voy a hacer cuando me case.

Ema

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Ema:

No hay peor cosa que escupir al cielo. Si tu padre pensaba usarte como alfil político, estoy seguro de que también compartiría el botín contigo. Pedirle que te diera en efectivo lo que se iba a gastar en la fiesta se me hizo algo muy corriente de tu parte. Te aconsejo que dejes de hacerte la valiente y trates de que todo se olvide. La humildad es la mejor arma que puedes usar contra un corrupto y prepotente político como seguramente es tu padre.  

Duque:

Soy estudiante, tengo 21 años, juego futbol americano, tengo carro, no me hace falta el dinero y también tengo una novia muy guapa y de buena familia, con quien no descarto la idea de casarme algún día. El caso es que he visto que en tu sección las personas te piden que las contactes para relacionarse sexualmente, y eso me hace pedirte que publiques que necesito conocer a una mujer soltera o casada, de preferencia madura, a quien faltarle el respeto, es decir, con la que yo pueda realizar todas las fantasías que traigo en la cabeza y que con mi novia no puedo tener. Te mando unas fotos y la dirección de mi correo electrónico para que me pongas en contacto con quien tú creas conveniente. No busco sexo por dinero, ni me importa mucho la belleza, las gorditas me ponen muy cachondo y si se dejan hacer de todo, todavía más. Las señoras casadas también me pueden escribir, les aseguro el placer.

Rogelio

Tuxtla Gutiérrez 

Querido Rogelio:

En las fotografías te ves muy joven para tener la edad que dices, pero eso es asunto mío. Te recomiendo que no olvides que el sexo seguro más que una medida de protección ya es un seguro de vida. No es tiempo de juegos, Rogelio. 

Señor Duque:

Mi cuñada, la hermana de mi esposo, falleció en un accidente de carretera, y a los pocos meses, su esposo sufrió un infarto cerebral que lo tuvo en coma dos días antes de morir. Mis sobrinos políticos no quedaron desamparados. Heredaron dinero y propiedades para vivir cómodamente sin tener que trabajar, y ya todos están lo suficientemente grandes para hacerse cargo de sí mismos, con excepción del menor, que cuando murieron sus papás tenía catorce años. Mi marido y yo decidimos traerlo a vivir en nuestra casa, que es bastante grande, y no teníamos problemas porque era un muchachito encantador, muy guapo y bien educado. Sin embargo, cuando cumplió los diecisiete años de edad empezó a comportarse de manera muy rara. Lo llevamos con un psiquiatra, quien le diagnosticó esquizofrenia paranoide, y yo le rogué a mi esposo que lo sacáramos de nuestra casa para no poner en peligro a nuestros propios hijos. Reunimos a los hermanos del muchacho y decidimos, entre todos, que lo mejor sería internarlo en un manicomio, pues varios doctores nos dijeron que no se curaría jamás y que podría llegar a tener conductas peligrosas tanto para él como para quienes lo rodean. Debo decirte que fue todo un problema meterlo al sanatorio, además de que es más caro que un hotel de cinco estrellas y las medicinas cuestan un pico. Está cerca de Cuernavaca y el chico está muy bien atendido, pero como es tan joven no quiere estar encerrado y ya van varias veces que se les escapa. Yo entro en pánico porque como fui la principal promotora de que lo internaran, temo que en sus delirios me agarre a mí de su chivo expiatorio y me haga daño o lastime a mi familia. Sin embargo, siempre regresa por su propio pie al manicomio para pedir que lo reciban y le den sus medicinas. Las cuotas siempre están pagadas al corriente y por eso nadie protesta, pero yo siento que en cualquier momento se me va a aparecer aquí en Chiapas y me voy a morir del susto. Te juro que yo no le deseo la muerte a nadie, pero en este caso, en el que ya no hay nada que hacer, me parece que sería lo mejor.

Rosario

Tuxtla Gutiérrez 

Querida Rosario:

Para Dios no hay nada imposible, así que no tiene sentido que digas que “ya no hay nada que hacer”. Me parece que de tanto involucrarte en el problema llegaste a contagiarte y ahora la paranoica eres tú. Si el hospital en el que está recluido tu sobrino no te satisface, por las tantas veces que se les ha escapado, busca uno de alta seguridad que, seguro, los hay. Además, no veas tanta televisión ni películas de terror ni te sientas tan culpable, el muchacho es un enfermo y como tal debe ser tratado.